Dios que del mundo, y más de carne que de espíritu; porque Jesucristo, Dios y hombre verdadero, que nunca mintió, ni pudo ni puede mentir, siendo legislador nuestro, dijo que su yugo era suave y su carga liviana; y así, no nos había de mandar cosa... El ingenioso hidalgo d. Quijote de la Mancha - Página 302 de Miguel de Cervantes Saavedra - 1819 - 40 páginas Vista completa -
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