después de sus dias. La Académia la ha estimado debidamente como una señalada prueba del amor que le ha manifestado en todos tiempos el Sr. Vargas; y solo desea que se dilaten por largos y mas afortunados años los efectos de tan considerable y preciosa manda, la Hasta aquí no se ha presentado en esta relacion la Acadé mia mas que con el rostro agradable y risueño de una corporacion llena de vida y movimiento. Empresas unas concluidas, otras empezadas, otras concebidas y delineadas, todo anúncia vigor y lozania, todo promete al parecer prosperidad y progresos en lo succesivo. Pero los esfuerzos de la Académia, semejantes á los de una luz que va á apagarse, son exagerados, y no guardan proporcion con sus médios. A la manera de una persona un tiempo robusta y vigorosa que se vé después acometida de una calentura lenta y tenaz que la condu ce sin remédio á la muerte; el apego á la vida y á los exercícios que hacen agradable ocultan á su amor própio el peligro que le amenazas algunos síntomas pasageros de robustez contribuyen á la ilusion, y tratando de alucinarse y de engañarse á si misma, concibe y dispone empresas de muchos años, sin atender al deplorable estado de salud en que se halla; del mismo modo parece que la Académia redobla sus esfuerzos cuando mas puede recelar que se halla en una situacion semejante de decadéncia y de ruina. Ya son once años cumplidos que no percibe cosa alguna de la dotacion que le asignó sobre la tesorería general su augusto fundador el Sr. D. Felipe V. y aumentó posteriormente el Sr. D. Carlos IV: agobiada con el peso de las déu das contraidas en el desempeño de las funciones que se le prescribieron en su primer establecimiento y que las leyes y los encargos del Gobierno extendieron después considerablemente; y reducida por todo recurso á la escasa dotacion de cronista mayor de Indias, que tampoco percibe con regularidad y constáncia, es mui de temer que no pueda prolon gar por largo tiempo sus ocupaciones ni aun su existencia. Hasta ahora el celo ha suplido por todo: el celo ha abultado en nuestra imaginacion nuestras fuerzas y aun nuestras esperanzas; pero esta dulce ilusion se ha amortiguado en gran parte con la triste notícia de que el nombre de la Académia ha sido rayado en los presupuestos de gastos del Estado, relativos á los años de 1817 y 1818. La Académia en circunstancias tan apuradas y penosas ha reclamado la equidad y proteccion del Gobierno. S. M. después de haber confirmado su dotación al restituirse desde el cautivério al trono, ha continuado dándole, á imitacion de sus predecesores, señales positivas de su real aprecio. Ya antes de ahora S. M. habia escuchado con dignacion y benignidad las respetuosas representaciones de la Académia acerca de sus urgentes estrecheces, y habia ofrecido remediarlas. Consecuéncia de esto fue la real órden de 28 de abril del año 1816, para que se dotase á la Académia con cien mil reales anuales de rentas eclesiásticas, la mitad en pensiones sobre mitras y la otra mitad en beneficios simples. Desvanecido este arbítrio por la oposicion de la Cámara de Castilla al cumplimiento de la resolucion del Rei, tuvo á bien S. M. acceder á la instáncia que corriendo ya este último año hizo la Académia para que se le abonase en tesorería mayor, por via de socorro, una de las anualidades que tenia devengadas; pero la penúria del erário y las novedades posteriores en el sistema de la real hacienda han frustrado los efectos de esta real órden. Sin embargo la Académia, acostumbrada ya á luchar con la adversa fortuna, no pierde enteramente las esperanzas. Aunque por ahora estan interrumpidos los pagos, subsiste su dotacion debida á la munificéncia de la augusta casa de Borbon, y confirmada por S. M.; y el Gobierno haciéndose cargo de la importància de este género de establecimientos, própios ya é indispensables en los pueblos cultos, y adoptados por todas las naciones de Europa, no puede querer que la española se confunda con las africanas, y últimamente habrá de acudir de un modo ú otro al socorro de nuestros apuros. Interin llega este caso, la Académia procediendo con la detencion. y delicadeza que corresponde á los princípios de justícia y honor que la dirigen, ha tratado de poner en claro el estado de su haber y de sus déudas. Nombró una comision que reuniendo todos los datos sobre la matéria, y venciendo las dificultades que ofrecia la falta de papeles y documentos, y la informalidad que produjo lo extraordinário de las circunstancias durante la dominacion extrangera, pudo finalmente presentar el estado que se deseaba; y de él resulta que el total de las déudas de la Académia se aproximaba á 230000 rea les en 1 de diciembre de 1816, siendo acreedora en la misma fecha contra la tesoreria mayor, el Consejo de Indias y la Imprenta real por la cantidad de 1056669 reales y 28 maravedises. Resta solo para dar fin á esta relacion hacer la memória tan justa como dolorosa de los señores académicos que han fallecido en el dis curso del año, ó cuyo fallecimiento acaecido anteriormente no ha llegado á nuestra notícia hasta ahora. En la clase de honorários hemos perdido en 6 de júlio último al Sr. D. Nicolás María de Sierra, mi, nistro del supremo Consejo de Castilla, de quien antes hicimos mencion con el debido elógio, y al Sr. D. Matias de Robles y Monterroso arcediano de Toledo, caballero de la orden de Carlos III, ministro que fué del tribunal de la Nunciatura, y sumiller de cortina de S. M., que murió en el año de 1815 siendo el decano del cuerpo, donde habia entrado en el de 1755. De la clase de número falleció en 29 de abril de 1817 el Sr. D. Manuel Abella, caballero de la misma distinguida órden y de la de Isabel la católica: académico cuya memória durará largo tiempo entre nosotros por su proyecto de una coleccion diplomática universal de España, que empezó á formar bajo los auspícios del Gobierno, haciendo viages al Escorial y á Barcelona, y recogiendo muchos tomos de apreciables documentos cotejados escrupulosamente con sus originales; y por la parte que tuvo en el Diccionário histórico-geográfico de las províncias bascongadas, en la edicion de las Partidas del Rei D. Alonso el Sábio, y otras comisiones académicas en cuyo desempeño mostró siempre su instruccion y laboriosidad. En la clase de indivíduos correspondientes ha perdido la Académia vários especialmente extrangeros, cuyo fallecimiento se ha sabido con mucho atraso por las revueltas de los tiempos y falta de comunicaciones durante los años pasados. De esta clase son el Sr. Conde de Albon, sócio de diferentes académias de Itália, Fráncia y Alemánia; Mr. Mentelle, célebre geógrafo francés, indivíduo que fue del Instituto real de París; Mr. Sallior, literato de la misma. nacion; el Sr. D. Pedro Pablo Giustis, caballero de la orden real y apostólica de S. Estevan de Hungria, consejero de S. M. cesárea el Emperador de Aústria; y el Sr. D. Francisco Neuman, canónigo seglar de Sta. Dorotea de Viena. A igual clase pertenecian el Sr. D. Francisco de Páula Cabeda, vecino de Villaviciosa en Astúrias, que murió hace algunos años; el Sr. D. Juan Ignácio Gomez beneficiado de Rentería, cuya muerte acaeció en 4 de febrero de 1814; el Sr. D. Jácome Capistrano de Moya, cura párroco de Fuente de Pedro Naharro, diócesis de Cuenca, que falleció en mayo de 1815; y el Sr. D. José Felipe Ferrer, abad que fué del real monastério benedictino claustral de S. Juan de la Peña, que dejó de vivir en 13 de junio del mismo año. En el discurso del próximo pasado de 1817, ha experimentado el cuerpo la sensible pérdida acaecida en 8 de febrero del Sr. D. Pedro Alonso Ocroúlei, vecino de Cadiz, indivíduo correspondiente de la sociedad de anticuários de Edimburgo, sugeto mui aficionado al ramo de la numismática, como lo muestra el catálogo que anda impreso de su copioso monetário. En 26 de abril murió en la ciudad de Toledo el Sr. D. Bernardo Manuel de Cosio, cura párroco que habia sido en la villa de Sahelices, diócesis de Cuenca y canónigo á la sazon de aquella santa iglésia. Su nombre suena con recomendacion en nuestras Memórias por los auxílios que prestó para las investigaciones históricas que se practicaron años pasados en el famoso cerro de Cabeza del Griego. La muerte le sorprendió en médio de las diligéncias que estaba practicando para proporcionar á la Académia los antiguos códices del Fuero real que posee la iglésia de Toledo, y deben servir para la edicion que se prepara de este código. Por último en 12 de febrero falleció en la ciudad de Vitória á los 83 años cumplidos de edad el Sr. D. Lorenzo del Prestamero, dignidad de maestrescuelas y canónigo que fué de la iglésia catedral de Tudela y vice-secretário de la real sociedad bascongada: sacerdote todavia mas respetable por sus virtudes que por los conocimientos en matérias económico-políticas, agricultura, história natural, bellas artes, antigüedades é história que dejó consignados en los extractos de dicha sociedad, en el gabinete que formó de objetos y producciones de la naturaleza, en su museo de pintude monedas antíguas, españolas de municípios y colónias, griegas, cartaginesas, romanas, árabes y de nuestros Reyes de la média · edad , у finalmente en la correspondéncia con esta Académia, á cuyas tareas contribuyó con el mayor celo, señaladamente para la for macion del Diccionário geográfico-histórico de la província de Alaba. La Académia ha procurado reparar tan sensibles pérdidas cen la eleccion de otros sugetos beneméritos, que por su instruccion, amor á las letras y celo por la propagacion de las luces, afianzan las esperanzas que tiene de la utilidad de su concurréncia y auxílios para llevar adelante el desempeño de de su instituto: cumpliendo de esta suerte por su parte su parte con lo que debe á la pátria y á si misma, y dejando á la Providéncia y á la estrella de España el cuidado de otros médios para su conservacion que no penden de su arbítrio. RELACION que comprende el año académico desde 1 de diciembre de 1817 hasta 30 de noviembre de 1818. Leida en la junta de 12 de febrero de 1819. Cuando SEÑORES uando á princípios del año pasado tuve el honor de poner á vista de la Académia la relacion de sus succesos en el que habia precedido, la situacion del cuerpo presentaba grandes motivos de inquietud acerca de su estado futuro. El año presente empieza con mejores auspícios. No porque se haya aumentado el celo de los indivíduos, que ha sido siempre constante é igual en ambas fortunas; sino porque se han mejorado las circunstancias exteriores, y porque la proteccion y benevoléncia con que el Gobierno ha favorecido siempre á la Académia, ha empezado á tener consecuencias reales y efectivas, pudiéndose esperar que removidos los obstaculos que inutilizaban los conatos del cuerpo, volverán á renovarse los dias de su antíguo esplendor. mil rea Las largas y penosas solicitudes que durante estos años pasados habia entablado la Académia para activar la percepcion de los 104 les anuales con que la habia dotado la munificéncia de los Señores Reyes, tuvieron el deseado fin en la real orden que con fecha de 4 Tom. VI. |