Don Juan Tenorio: drama religioso fantástico, en dos partesSucesores de rivadeneyra, 1906 - 126 páginas |
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Términos y frases comunes
acaso Adiós afán aguardan ahora Alguacil alma Ana de Pantoja antifaz apostado apuesta Avell Belcebu buen Butt BUTTARELLI caballero CAPITÁN CENTELLAS celosia CENTELLAS y AVELLANEDA Christófano cielo Ciutti claustro Comendador Conque convento corazón crei creo decis delirio diablo Diego dijo Doña Ana Doña Inés duda dueña embozado ESCENA III ESCENA PRIMERA ESCENA VIII escucha Escultor espera estáis están respirando amor Estatua estoy fantasmas fascinación FIN DEL ACTO Gonz Gonzalo hablar hará hija honor hora Inės Jesús JOSÉ ZORRILLA juro justicia lance llama llave Lucia Luis Mejia mano mañana mármol Mejía mejor mirad muerto mundo Nápoles noche padre panteón Pardiez pasa Pascual PEDRO DELGADO Perdonad puerta quiero reja ronda Satanás sepulcro sepultura Sevilla siento sois SOMBRA DE DOÑA sueño tengo Tenorio todavia Tornera trae tumba tus pies Ulloa vais Válgame valor veis venir ventura verdad vive volver vuelve
Pasajes populares
Página 21 - Luis Sin duda alguna; y vinimos a apostar quién de ambos sabría obrar peor, con mejor fortuna, en el término de un año; juntándonos aquí hoy a probarlo.
Página 82 - ¿Esa es la proverbial osadía que te da al vulgo a temer? ¿Con viejos y con doncellas la muestras? ... Y ¿para qué? ¡Vive Dios! Para venir sus plantas así a lamer, mostrándote a un tiempo ajeno \de valor y de honradez.
Página 125 - INÉS Fantasmas, desvaneceos : su fe nos salva..., volveos a vuestros sepulcros, pues. La voluntad de Dios es ; de mi alma con la amargura purifiqué su alma impura, y Dios concedió a mi afán la salvación de don Juan al pie de la sepultura.
Página 75 - ¿no es verdad, gacela mía, que están respirando amor? Y estas palabras que están filtrando insensiblemente tu corazón, ya pendiente de los labios de don Juan...
Página 86 - Llamé al cielo, y no me oyó, y pues sus puertas me cierra, de mis pasos en la tierra responda el cielo y no yo.
Página 28 - ... lo que os tengo que decir. Vuestro buen padre don Diego, porque pleitos acomoda, os apalabró una boda que iba a celebrarse luego; pero por mí mismo yo, lo que erais queriendo ver, vine aquí al anochecer, y el veros me avergonzó. DON JUAN ¡Por Satanás, viejo insano, que no sé cómo he tenido calma para haberte oído sin asentarte la mano!
Página 36 - Más que un buen aragonés no ha de valer un Tenorio. Todos esos lenguaraces, espadachines de oficio, no son más que frontispicio y de poca alma capaces. Para infamar a mujeres tienen lengua, y tienen manos para osar a los ancianos o apalear a mercaderes. Mas cuando una buena espada, por un buen brazo esgrimida, con la muerte les convida, todo su valor es nada.
Página 74 - INÉS ¿Le habéis dicho...? DON JUAN Que os hallabais bajo mi amparo segura, y el aura del campo pura libre por fin respirabais. (Vase Brígida.) Cálmate, pues, vida mía; reposa aquí, y un momento olvida de tu convento la triste cárcel sombría. ¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla y se respira mejor?
Página 25 - Juróme al punto la gente capitán, por más valiente; juréles yo amistad franca; pero a la noche siguiente huí y les dejé sin blanca. Yo me acordé del refrán de que "quien roba al ladrón ha cien años de perdón" y me arrojé a tal desmán mirando a mi salvación.
Página 100 - JUAN. — (Fascinado.) ¡Yo estoy soñando quizás con las sombras de un Edén! SOMBRA. No; y ve que si piensas bien, a tu lado me tendrás; mas si obras mal, causarás nuestra eterna desventura. Y medita con cordura que es esta noche, don Juan, el espacio que nos dan para buscar sepultura. Adiós, pues; y en la ardua lucha en que va...