Advertencia.

Habiendo resultado este tomo bastante voluminoso por abundancia de materiales, damos la
presente anteportada para los Sres. que gusten encuadernarlo en dos volúmenes; en cuyo caso podrán partirlo en
la página 395.

S. IV.

Eclipsadas por la soberbia catedral, cual oscilantes astros por espléndida luna, salpican multitud de iglesias el desigual recinto de la religiosa Toledo, venerables unas por su inmemorial origen, iluminadas otras por un rayo de belleza artistica, vestidas algunas de modernas formas, bastantes abandonadas ó á escombros reducidas por la saña del tiempo ó de los hombres. Las parroquias, si bien por lo general mas antiguas y pobres que los conventos, se han preservado mejor de la ruina; pero yacen muchas cerradas y desiertas, disminuyendo á proporcion del vecindario su asombroso número de veinte y seis, que atestiguaba un tiempo la poblacion increible de la corte castellana. Todas á la vez y no gradualmente brotaron del reconquistado suelo, cual si se hubieran improvisado sus feligresias; todas en su ereccion aparecen contemporáneas de la catedral y algunas en su fábrica anteriores: las hay sin embargo, y son las seis apellidadas mozárabes, que remontan su principio à época muy mas remola, á la pujanza de los godos ó á la destruccion del paganismo. Ardió en estas durante las prolongadas sombras del Coran la antorcha de la fé, reuniendo en torno del ara constantes familias de creyentes, cuya descendencia desde entonces ha formado su grey esclusiva á cualquiera domicilio se trasportase; pero el trascurso de los siglos y la diminucion progresiva de la raza mozárabe apenas ha dejado de sus iglesias tras de repetidas vicisitudes una sombra ó un recuerdo. Sta. Justa, que bajo la cautividad sarracena obtuvo cierta primacia entre las restantes, y sabe Dios cuántas veces renovada desde su ereccion por el rey Atanagildo, lo fué por último en 1557 despues de un incendio asolador, reteniendo en sus capillas no escasos vestigios de gótica arquitectura. Sta. Eulalia fué agregada por fin al convento de mercenarios, S. Marcos á la parroquia de S. Antolin, S. Torcuato á un monasterio de agustinas: bien que la primera reconocia por fundador al propio Atanagildo, la segunda á la ilustre Blasila, abuela de S. Ildefonso, y la tercera por restaurador tan solo al arzobispo Gunderico ácia el año de 701, envaneciéndose de ha

ber visto antes nacer la persecucion de Diocleciano (1). Estinguidos ya sus parroquianos á principios del siglo XVII, S. Sebastian levanta aun á orillas del rio su aislada torrecilla con dos arcos de herradura en los cuatro frentes, derivando su primer origen de los tiempos de Liuva: y siguiendo la ondulosa márgen, destaca entre ruinosos techos y sobre las cortadas breñas de enfrente la vieja torre y el curvo ábside de S. Lucas, fundacion del godo Evancio, otro de los ascendientes de S. Ildefonso. Ni huella de cincel ni arquitectónico estilo se descubre en el esterior de la humilde iglesia ó en su puerta por toscos machones flanqueada; varias inscripciones de la edad. media (2) llaman la atencion tan solo bajo sus naves reducidas, que

(1) Algo sospechosa parece esta noticia como sacada de los falsos cronicones, no menos que la que atribuye la fundacion de Sta. Justa á Sanctiva ó Sancha, dama de Toledo, con quien casó en segundas nupcias, segun el arzobispo D. Rodrigo y el Tudense, el famoso rey de los ostrogodos Teodorico viniendo á España. De la ereccion de estas parroquias y de la de otros antiguos templos y hospitales toledanos nos dejó seguros y curiosos datos en una de sus poesías el insigne S. Ildefonso, describiéndonos al mismo tiempo su noble ascendencia, en la cual figura la mayor parte de los fundadores:

Luca sacravit supplex Evantius ædem

Cui Nicholaus erat nobilis ipse pater,

Lucia nostra parens, soror atque Evantia, frater
Eugenius præsul hujus et urbis amans.
Lazarus à genitrice mea tecta optima pauper
Accipit, hospitibus pauperibusque domum.
Quin avia illustri de sanguine nata gothorum
Templa simul Marco sancta Blasilla facit.
Quin ejus soboles Nicholaique Evantia, conjux
Ophilonis amans, et venerata Deum,
Templa superba Petro sub mœnibus erigit urbis
Auget idem reditus, complet honore donum.
Hic Ophilo regis soboles fuit Athanagildi,
Atque meus genitor frater item Stephanus.
Cœnobium Eulalia rex Athanagildus et ædem

Noster avus, Justæ sed prius instituit.
Sebastianus habet templum regnante Liuva,
Urbe sedem reparat Ervigius Mariæ.

Segun esto fueron los abuelos maternos de S. Ildefonso Nicolao y Blasila, la fundadora de S. Marcos, tios suyos el arzobispo S. Eugenio III, Evancio, fundador de S. Lucas, y Evancia, fundadora de la iglesia de S. Pedro; Lucía su madre erigió el hospital de S. Lázaro. Las dos hermanas EvanLucía casaron con dos hermanos Ofilon y Estevan, hijos ó mas bien descendientes de Atanagildo. A este rey, de quien se sospecha que profesó ocultamente la religion católica aunque arriano públicamente, se debe la fundacion de Sta. Justa y de Sta. Eulalia, y á Liuva I, su sucesor, mas bien que al II, la de S. Sebastian.

cia

y

(2) En un poste de la nave principal se halla la siguiente: «Aquí yace Gonzalo Ruiz, fijo de Ruy Lazavenes, alcald que foé en Toledo, que Dios perdone, finó XXII dias de julio, era de M et CCC et scsaenta et III annos (1325).» Otras dos hay al pié del retablo colateral de la epístola:

todavía resuenan cada sábado con el devoto canto de la Salve, cual segun tradicion se oyó á los ángeles entonarla allí una noche por los años de 1490.

Si la historia no consignase la data de las demas parroquias indudablemente posterior à la reconquista, nos tentarian á tomarlas por mozárabes sus copiosos detalles y á veces su completa estructura de estilo sarraceno. Tales son las ventanas abiertas á la espalda de la de S. Isidoro, que tan á menudo inundaba el rio, y que cerrada ahora en medio de su yermo barrio á la entrada de la puerta Nueva, ofrece visos de capilla de cementerio; tales los ajimeces y los arcos de relieve que adornan el esterior de la de Santiago, la cual absorviendo à la primera, domina por si sola el decaido arrabal. Original y pintoresco por su misma irregularidad y gentilmente belicoso osténtase desde luego, al penetrar por la puerta de Visagra, el grupo que forman los desiguales ábsides, y la ligera torre y el ala del crucero que coronada de ménsulas avanza, y el pórtico bien que mezquino de la interesante parroquia (*), á cuyo lado se conserva la única de las tres arabescas portadas que al templo introducian guarnecida de arquitos entrelazados. El interior de Santiago reune la forma bizantina de sus tres ábsides á la arábiga y alta ojiva de los arcos de comunicacion entre la nave principal y las menores: pero á los ricos artesonados que en dos vertientes las cubrian, no faltó en 1790 quien

«Aquí yace García Carrion, mayordomo que fué del rey D. Juan, que Dios haya, finó á ocho de junio, anno de mil CCC é ochenta é ocho annos.—Aquí yace. . . . . de Luna, muger de García Carrion, que Dios haya, finó á XX de julio, anno de mil CCCLXXXVII.» En la capilla del Nazareno leemos esta otra :

Vita brevis, misera; mors est festina, severa.
Ecce domus cineris: si vivis, homo, morieris.

Cum fex cum limus cum res vilissima simus,

Unde supervivimus ad terram terra redimus.

Obiit don Alvar en XXV dias del mes novem., era MCCCXIII (1275).

Es tradicion, y la siguió el maestro Alvar Gomez, que en dicha parroquia está sepultado el arzobispo Juan, que floreció entre los sarracenos en el siglo X; pero mas verosímil parece que diera márgen á esta suposicion una lápida, que trae Pisa y que no pudimos ya encontrar, de cierto Juan Perez, presbítero, fallecido en 1202:

Presbyter J. Petri moritur, cujus capit ossa
Hic tellus. ....
meus cœlo ponitur alto.
Vita brevis est, sed brevior est gloria mundi.
Obiit æra MCCXL.

(*) Véase la lámina de la parroquia de Santiago.