La Real Orden 6 Provision de Medina del Campo publicada en 1532 para que no se hiciesen más esclavos indios, dejó de cumplirse en muchas partes, no sólo por la infraccion de los castellanos, sino por órden del mismo Emperador. Una de las causas que influyeron en su revocacion fueron las crueldades de los Caribes, pues yendo á la Costa Firme en 1535 dos religiosos Franciscanos con el objeto de convertir los indios, asaltáron los aquellos en unas piraguas, cerca de la Margarita, y los mataron con 40 cristianos é indios que los acompañaban, de los cnales, sólo escapó uno que dió la fatal nueva en la punta de Araya. Esta atrocidad y otros daños que cometieron, obligaron al monarca á mandar á los religiosos Franciscos de Villa Corta, al eclesiástico Protector de los indios de la Margarita, al guardian del Monasterio de San Francisco de la Nueva Cádiz en Cubagua, y á los Alcaldes ordinarios de aquella ciudad, que como cosa que tanto importaba al servicio de Dios, procurasen descubrir con toda diligencia los autores de aquellos delitos, y de como se habian perpetrado; y que cerciorados de ello, si los Caribes sin querer oir la predicacion del Evangelio, estaban dispuestos á repetir somejantes maldades, declarasen que se les podia hacer guerra; y que declarada ésta, daba licencia á los cristianos, para que se la hiciesen por mar y tierra, pudiendo esclavizar á los que en ella cojiesen, y herrarlos como esclavos, con tal que el hierro estuviese en poder del Protector de los indios, para que no se usase mal de él, enviando, además, cada año al Consejo de Indias razon de los que cautivasen y herrasen (1). Ved aquí ya plenamente revocada en punto á Caribes la célebre Provision de Cárlos V, expedida en Enero de 1532.

Ya por este tiempo y aún poco antes habia sonado de nuevo la enérgica voz de Bartolomé de Las Casas, que silencioso habia permanecido algunos años en el humilde monasterio de la ciudad de Santo Domingo en la Española. Dirigió desde allí una carta al Consejo de Indias en 1531, en que penetrada su alma dol más intenso dolor, le dice:

Porque los que acá bienen á mandar, luego se hacen atrevidos, é pierden el temor á Dios, é la Fée é fidelidad á su Rey, é la vergüenza á las gentes, y luego hacen pacto con el Diablo á quien dan lue

(1) Herr., Dec. 5, lib. 9, cap. 11

go el alma, porque les deje robar para dejar Mayorazgos, porque veen quel Rey está lejos é su Consejo que los ha de castigar».

Y en otra parte de la misma carta, prorrumpe con apostólica elocuencia, en estas sublimes palabras:

«Ya llegan al Cielo los alaridos de tanta sangre humana derramada: la tierra no puede ya sufrir ser tan regada de sangre de hombres: los ángeles de la paz, y aún el mismo Dios, qreo que ya lloran: los infiernós sólos se alegran» (1).

JOSÉ ANTONIO SACO.

(1) Carta de Frat Bartolomé de las Casas al Conaga de hoz Coleccion`

Ichas en 1531, (Mu

ANUAL.

Habana 5 de Abril de 1882.-ANTONIO LOPEZ PRIETO.

MISCELANEA.

LA REVISTA DE CUBA" EN CARACAS Y EN PANAMÁ.

Hemos recibido varios números de La Opinion Nacional, diario de la tarde que vé la luz en Carácas y trata de política, ciencias, literatura, bellas artes, industrias é intereses generales. Son sus redactores los distinguidos literatos don Fausto Teodoro de Aldrey (Director y Editor propietario) y don Rafael Rojas. Don Juan Luis Aldrey es el Gerente Administrador y Secretario de la Redaccion.

Hé aquí ahora las frases que en el número correspondiente al 4 del pasado Marzo, dedica á nuestra REVISTA:

«REVISTA DE CUBA.-Hemos recibido este interesante periódico, que se publica mensualmente en la Habana por el señor doctor José Antonio Cortina.

«Es un folleto en 4o mayor francés, esmeradamente impreso, de más de 100 páginas, y cuenta con gran número de colaboradores, entre los cuales figura, como los primeros, nuestro amigo el señor Juan Ignacio de Armas.

«El número de la REVISTA á que nos referimos, corresponde al mes de Enero.

«Entre las materias que contiene se halla el Diálogo de las Letras, que Armas publicó en La Opinion Nacional.

«El colega habanero hace mencion de la Revista Venezolana-que no habrán olvidado nuestros lectores se imprimia en nuestros talleres-para manifestar la pena con que ha sabido que sólo vieron la luz dos números de aquel periódico del elegante orador cubano doctor don José Martí.