Poesias escogidas de Juan Martinez Villergas, Volumen 2

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Impr. militar de Soler, Alvarez y compañía, 1885
 

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Página 81 - Ven, muerte, tan escondida, que no te sienta venir, porque el placer de morir no me torne a dar la vida.
Página 49 - Albión pasmada los montes de cadáveres contempla, horrendo peso a su soberbia armada; también Nelson allí... Terrible sombra, no esperes, no, cuando mi voz te nombra, que vil insulte a tu postrer suspiro : inglés te aborrecí, y héroe te admiro.
Página 47 - ... dignos del lauro en que ceñís la frente, que vuestro canto enérgico y valiente digno también del universo sea.
Página 47 - Cuando la trompa de la fama alienta Vuestro divino labio, hijos de Apolo? ¿No os da rubor? El don de la alabanza, L,a hermosa luz de la brillante gloria, ¿Serán tal vez del nombre á quien daría Eterno oprobio ó maldición la historia?
Página 93 - Y el vulgo dice bien, que es desatino, El que tiene de vidrio su tejado, Estar apedreando al del vecino.
Página 248 - Un retoño español, vástago acaso De la nata y la flor de aquella gente Que aunque en número escaso Llenar pudo ella sola un continente. Y esto, señor Sarmiento, francamente, Lo digo porque estoy bien convencido De que es usted, aunque le dé tormento, De origen español; que su apellido Fuera, sino, distinto de Sarmiento.
Página 40 - Echaba á pares la zángana, Zánganos, zánganos, zánganos. Mil veces el antropófago Lloraba como un Heráclito , Por no haber carne, ni líquido Báquico, báquico, báquico. Si para el domingo próximo Fundaba esperanzas candido, Se le frustraban el último Sábado, sábado, sábado. Bien para lucir gastrónomo Quisiera ser archipámpano, O tan siquiera en lo clérigo, Diácono, diácono, diácono.
Página 123 - Frailes en mis negocios se entrometan, Lluevan sobre mi parva demandantes; Moléstenme busconas vergonzantes, Cuñada y suegra juntas me acometan. Gitanas su ventura me prometan; Sea mi casa escuela de danzantes, Y en mi cabeza tercos litigantes El ser y estado de sus pleitos metan. Ofrézcame una vieja sus verdores; Causen mis penas pasatiempo y risa; Venga el invierno y cójame en camisa; Haya en mi muerte. junta de doctores; Atáquenme mil males de repente; Líbreme Dios de un tonto solamente.
Página 248 - Que le estoy viendo a usted pintiparado. Si guardan bien de la verdad la valla El informe de este hombre y mi [memoria Parece que es usted corto de talla, pero gigante en la ambición de gloria; Cosa que no censuro ni critico; Antes bien, la comprendo y me la [explico Siendo, en efecto, usted, de los pequeños Quiero decir, de breves proporciones, No me sorprenden sus dorados sueños, Quiero decir, sus locas ilusiones; Que...
Página 150 - Varias personas cenaban con afan desordenado , y á una tajada miraban que habiendo sola quedado por cortedad respetaban. Uno la luz apagó para atraparla con modos; su mano al plato llevó, y halló las manos de todos, pero la tajada no.

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