Grammatica della lingua spagnuola

Portada
E. Loescher, 1891 - 412 páginas
 

Páginas seleccionadas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 248 - Acercóse a olería El dicho animal; Y dio un resoplido Por casualidad. En la flauta el aire Se hubo de colar; Y sonó la flauta Por casualidad. — ¡Oh! — dijo el Borrico — : ¡Qué bien sé tocar! Y dirán que es mala La música asnal.
Página 176 - Non fuyades cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete. Levantóse en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse, lo cual visto por Don Quijote, dijo : Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar.
Página 175 - ... -Mire vuestra merced -respondió Sancho- que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino. -Bien parece -respondió don Quijote- que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Página 229 - Era perita la mona, Y respondióle, muy mal. Yo creo, replicó el oso, Que me haces poco favor. ¿Pues qué? mi aire no es garboso? ¿No hago el paso con primor? Estaba el cerdo presente, Y dijo: ¡bravo! ¡bien va! Bailarín más excelente No se ha visto ni verá.
Página 175 - En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como...
Página 197 - Y no valdrán las puntas de tu rama ni tu púrpura hermosa a detener un punto la ejecución del hado presurosa. El mismo cerco alado, que estoy viendo riente, ya temo amortiguado, presto despojo de la llama ardiente. Para las hojas de tu crespo seno te dio Amor de sus alas blandas plumas, y oro de su cabello dio a tu frente.
Página 285 - María, vencido del sueño, por tierra fragosa perdí la carrera, do vi la vaquera de la Finojosa. En un verde prado de rosas e flores, guardando ganado con otros pastores, la vi tan graciosa, que apenas creyera que fuese vaquera de la Finojosa.
Página 215 - En esta situación tan lisonjera llega la despensera. Oyen el ruido, corren, se agazapan, pierden el tino, mas al fin se escapan atropelladamente por cierto pasadizo abierto a diente. — ¡Esto tenemos!, dijo el campesino, reniego yo del queso, del tocino, y de quien busca gustos entre los sobresaltos y los sustos.
Página 176 - Rocinante y embistió con el primero molino que estaba delante; y, dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia que hizo la lanza pedazos, llevándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo.
Página 176 - Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho, ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran ; antes bien iba diciendo en voces altas : — Non fuyades, cobardes y viles criaturas; que un solo caballero es el que os acomete.

Información bibliográfica