al 7. Introducciâon al sâimbolo de la fe

Portada
la viuda é hija de Gómez Fuentenebro, 1908
 

Páginas seleccionadas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 97 - Él la vistió por de fuera con una ropa hecha a su medida, que la cerca toda, y la defiende de la destemplanza de los soles y aires...
Página 98 - ... tan vivo como el de unos corales, y en el sabor y sanidad desta fruta ninguna le hace ventaja. Porque ella es alegre a la vista, dulce al paladar, sabrosa a los sanos y saludable a los enfermos, y de cualidad que todo el año se puede guardar. Pues ¿por qué los hombres que son tan agudos en filosofar en las cosas humanas, no lo serán en filosofar en el artificio desta fruta, y reconoscer por él la sabiduría y providencia del que de un poco de humor de la tierra y agua cría una cosa tan...
Página 194 - ... formado con tanta variedad de colores, y éstos tan finos y tan vistosos, que ningún linaje de las tintas que han inventado los hombres podrá igualar con el lustre y fineza destos. Porque en medio deste ojo está una figura oval de un verde clarísimo, y dentro del está otra cuasi de la misma figura y...
Página 30 - ¿Qué serán todas estas criaturas sino predicadoras de so hacedor, testigos de su nobleza, espejos de su hermosura, anunciadoras de su gloria, despertadoras de nuestra pereza, estímulos de nuestro amor, y condemnadoras de nuestra ingratitud?
Página 189 - ... poco á poco esta masa tan estimada: de modo que cada cuatro días es menester descargar esta bolsa con una cucharita de marfil, porque cuando esto no se hace, él mismo se arrastra por el suelo para despedir de sí esta carga, que le da pena por ser muy caliente. Y...
Página 172 - ... bien regida, donde nadie está ocioso y cada uno es tratado según su merecimiento. Verá también aquí la imagen de una congregación de religiosos de grande observancia. Porque primeramente las abejas tienen su prelado presidente, a quien obedecen y siguen.
Página 25 - Sábado es del Señor tu Dios : no harás obra ninguna en él, ni tú, ni tu hijo ni tu hija, ni tu siervo ni tu sierva ni tu bestia, ni el extrangera que está dentro de tus puertas.

Información bibliográfica