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MAS APUNTES Y DIVAGACIONES BIBLIOGRAFICAS

SOBRE VIAJES Y VIAJEROS POR ESPAÑA Y PORTUGAL

Vita nostra peregrinatio perpetua.

Ha acontecido con estos Apuntes lo que comunmente acontece con los estudios de pura erudición bibliográfica. Cuanto más se ensancha el campo de investigación, más flojos é imperfectos resultan nuestros primeros ensayos, más lagunas hállanse que llenar, más faltas y desaciertos que rectificar. A dos suplementos á la Bibliographie des voyages en Espagne et en Portugal, del Sr. Foulché-Delbosc, que, en el transcurso de brevísimo tiempo, salieron á luz en la Revista crítica de historia y literatura españotas, portuguesas é hispano-americanas (reunidos en libro: Oviedo, 1899), añado ahora un tercero. Y ahora también, mientras voy expidiendo para la imprenta estas aridísimas hojas, otras cien mil dudas me atormentan, otros papeles voy llenando con adiciones y enmiendas á lo que ya queda adicionado y enmendado..

Verdad es que sin las exhortaciones de mis queridos amigos, que sobrado favor habían otorgado á los anteriores Apuntes, solicitando de mi pluma otras raras 6 desconocidas noticias; sin la idea de que estas notas de viajes, las de época antigua y las de pensadores, artistas y escritores de verdadero valor, más, mucho más que las memorias de viajes, las impresiones, los recuerdos, los tres meses aquí, las tres semanas ó los tres días allá de los modernos turistas pudieran servir en cualquier modo como fuentes para la historia de la civilización de España, historia que yo mismo, necia y atrevidamente, soñaba componer algún día, nunca hubiera vuelto á cansar al público y á esterilizar mi pobre fantasía con tan ingrata tarea, con tamaño ensartamiento de títulos y de fechas. Así y todo, tal vez no parezcan inútiles estas nuevas divagaciones; sin pretensión ninguna y sólo esperando que puedan aprovechar á otros estudiosos de las cosas de España de doctrina más acendrada y profunda,

aquí las imprimo, algo desordenadas, confusas é incompletas como las precedentes, y, como éstas, de interés más literario é histórico que geográfico, mezcladas con otras notas que sólo indirectamente se relacionan con las verdaderas descripciones de viajes por la Península (1).

-En la primera mitad del siglo v vino á España el torinés Turribio de Beccati, y aquí quedó sin volver nunca á su patria. Fué hombre de grande religión y doctrina, y elevado desde muy temprano á la dignidad de Obispo de Asturias. Una epístola suya, De Ecclesiarum Hispanicarum Statu, se incluyó en la Hist. Hisp., de A. de Morales, lib. XI, cap. XXVI.

-Del viaje de Gotiscalcus, Obispo de Puy (siglo x), á España, á San Martín de Albelda, hay un precioso documento en un manuscrito de la Biblioteca

(1) Con satisfacción puedo decir que mis Apuntes han incitado á otros eruditos á intentar un trabajo semejante, que no se había hecho hasta ahora, para otras naciones. G. Steinhausen, director de la Zeitschrift für Culturgeschichte, me anuncia en carta haber empezado ya una extensa bibliografía de los viajes por Alemania.

Cúmpleme aquí dar públicas gracias á quienes, respondiendo á mis importunas preguntas, han colaborado con cartas, con críticas y benévolas advertencias á la redacción penosa de éste y de los anteriores Suplementos: R. Altamira; J. de Araujo (quien muchos años hace había proyectado un largo estudio: Viajantes portugueses no extrangeiro e Viajantes estrangeiros em Portugal, estudio también prometido en su libro de versos Flores da noite: Porto, 1894); G. F. Barwick; R. Beer (véase un artículo suyo publicado con ocasión de mis Apuntes en tres números del diario Das Vaterland, de Viena, Abril y Mayo de 1899, y una extensa crítica al libro de Schneider, Spaniens Antheil an der deutschen Litteratur des 16 und 17 Jahrh., Strassburg. 1898, en la Zeitsch. für deutschen Altertum, vol. XLIII, 134 y siguientes; Reisen nach Spanien in früheren Jahrhunderten); L. Capelli; B. Croce; Principio Farinelli, abogado en Turín y queridísimo hermano mío; G. Fumagalli (véase una recensión á mi estudio en la Rivista delle Biblioteche e degli Archivi, anno X); K. Haebler; E. Hübner (además de su recensión á los Apuntes en la Deutsche Litteraturzeitung, XX, 21, hecha con extremada benevolencia, mi ilustre amigo me comunicó en carta muchas rectificaciones á mi estudio); G. Kalff; J. Jung; A. Luzio (á quien debo algunas preciosas comunicaciones de los Archivos de Mantua); E. Mele; C. Michaëlis de Vasconcellos (gentilísima y eruditísima señora y amiga mía que siempre va asistiéndome en la mayoría de mis estudios); E. Motta (qué exploró por mi cuenta el fondo español de la Biblioteca Trivulziana que dirige en Milán); B. Sanvisenti; L. Traube.

Como en el suplemento anterior, las notas que no indican verdaderos relatos de viajes van mezcladas con el texto, distinguiéndose tan sólo por el tamaño de la letra. Las referencias que hago á los Apuntes corresponden á la tirada aparte de la Revista Crítica (Oviedo, 1899).

Nacional de París (lat. 2.855). Véase L. Delisle, Le Cabinet des Manuscrits, I. 514; III, 274.

---Sabido es cómo los juglares provenzales recorrian la Península, acudiendo tal vez con sus cantares á las empresas contra los moros: « de Laredo | de Burgos e de Vitoria | e extremos de Toledo. Dice de sus viajes otro trovador: «As minhas jornadas vedes quaes son: | meos amigos mentem de femença: | de Castr' a Burgos e end' a Palença, e de Palença sair m' a Carrion, | e end' a Castro, etc.-Acaba de publicarse un libro curioso y algo estrafalario acerca de los trovadores de la Edad Media, que relata las impresiones personales de viaje de su autor, mezcladas con los recuerdos de viaje por el Mediodía de Francia, el Septentrión de España y de Italia: Justin H. Smith, The Troubadours at home. The lives and personalities, their songs and their world: New York and London, 1899. Parece inspirado este libro en una obra análoga, pero infinitamente superior, de A. Bassermann, Auf Dantes Spuren im Süden: Heidelberg, 1897.

-En mis Apuntes (pág. 7) habíase ya recordado el poema en honor de la expedición de los Pisanos en España (1114-1115). Véase un artículo de Marchetti, Intorno al vero autore del poema De bello maioricano,» en Pais-Crivellucci, Studi storici, II, Pisa, 1893, págs. 261 y siguientes. (El autor es Enrico da Pisa.)

-Entre los muchos extranjeros que en los siglos xu y xu frecuentaron la renombrada escuela de Toledo, merece mencionarse el doctísimo Gherardo de Cremona, una de las mejores inteligencias de la Edad Media, sobre el cual véase Boncompagni, Della vita e delle opere di Gherardo Cremonese: Roma, 1851.

-1254. En el artículo ya citado (Apuntes, 7) de Strindberg, y en el estudio de A. Kristoffer Fabricius, La connaissance de la Peninsule espagnole par les hommes du Nord (Lisbonne, 1892), hallarán los lectores noticias sobre el viaje á España y la entrada en Burgos de la Infanta Christina, hija del Rey Håkons IV, de Noruega, con ocasión de su casamiento con el Príncipe Don Felipe.

-De la estancia en Castilia de Geoffroi de Vinesauf habla Langlois, Formulaires de lettres du XIIe, XIIIe et XIVe siècle. (L. Delisle, Notices et extraits des manuscrits de la Bibliothèque nationale: París, 1897, XXXV, pág. 431 y siguien tes.) Hay memoria de las cosas de España en el tratado en prosa latina de G. de V. sobre el arte de escribir epístolas: «..... Item maxime hoc apud Hispanos videri extraneum non deberet si ipsi eo modo quo [....] salutationes per grammaticam exprimere debeant, et non est jus quare grammaticalis sermo plus debeat Hispanis deficere quando concipiunt in vulgari quam Gallicis vel Lombardis.

-Sobre las romerías alemanas á Santiago, frecuentísimas y de excepcional importancia en la Edad Media, habrá que consultar desde hoy el hermoso y docto estudio de K. Haebler, Das Wallfahrtsbuch des Hermannus Künig von

Vach und die Pilgerreisen der Deutschen nach Santiago de Compostela: Strassburg, 1899. Aquí también hallarán los lectores curiosos pormenores sobre la imposición de la pena de peregrinación á Santiago (págs. 30 y siguientes).

Después de la Reforma, las romerías de los alemanes se hacen muy raras; pero aún en Septiembre de 1786, viajando por los alrededores de Padua, Goethe encuentra á dos peregrinos alemanes dispuestos, dice el poeta en sus Recuerdos de viajes, á hacer el camino de Santiago.

K. Euling imprimió recientemente una edición crítica de la leyenda, muy conocida, de Kistener (discípulo de Konrad de Wrüzburg): Die Jakobsbrüder (Germanistische Abhandlungen f. K. Weinhold: Breslau, 1899).

Sobre las romerías francesas á Santiago, véase el interesante estudio de H. Bordier, La confrérie des pèlerins de S. Jacques (Mémoires de la Soc. de l'Hist. de Paris, I, pág. 186 y siguientes; II, pág. 330 y siguientes.)

En el Livre dit de Poissy de Christine de Pisan hay memorias de las peregrinaciones del célebre Sinescalco de Hainaut, quien á la sazón hallábase en Santiago desafiando á todos los caballeros de Francia y de España:

v. 821 sig.

Car voiager plus que Cleomadès,
Vray fin amant comme Palamedès,
Fustes nommé, et bien leur sovint des
Beaulx vacellages

Que avez fais plusieurs fois en voiages

Nul chevalier meilleur en nulle terre,

Ce savoit on en France et Angleterre
Et oultremer,

Et en maints lieux allieurs ainsi nommer

Vous oy bon et pour voir affermer.

(Euvres poétiques de Christine de Pisan, publicadas por Maurice Roy: París, 1891, II, 184.)

-Arbellot, en su estudio Théâtre en Limousin au XVI siècle (Bullet. hist. et philol. du comité des trav. hist. et scientif., 1893, pág. 135), habla de la tragédie de Saint-Jacques, compuesta á fin del siglo xvi por Bernard Bardon de Brun, y representada en Limoges por los romeros de Santiago una vez el 25 de Julio de 1596, y otra el 8 de junio de 1599. Imprimióse esta tragedia en Limoges, 1596.

-Del pretendido viaje á Santiago, de Guido Cavalcanti, ya se habló en mis. Apuntes. En la Rivista abruzzese, vol. XIV, y luego aparte en Teramo, 1899 (per nozze Simonetta- Sacchi), apareció un bizarro y curioso estudio de E. Brambilla, Il diverso pellegrinaggio a San Jacopo di Guido Cavalcanti e di Dante Alighieri, donde en su primera parte, fantástica y novelescamente relátase la romería á Santiago de una compañía de florentinos, á la cual juntóse el Ca

valcanti, no cumpliendo nunca, como es sabido, su viaje; la segunda parte es una investigación crítica, bastante original y atrevida, sobre el tan discutido disdegno di Guido» en la comedia de Dante, poniéndose en relación el verso San Jacopo sdegnò quando l'udio» del soneto publicado por Ercole, Cavalcanti, pág. 79, con el XXV canto del Paraíso dantesco. Concluye así el S. Brambilla: «Guido non potè fare il viaggio oltramondano perchè non nutriva tanta speranza quanta l'amico (Dante); anzi aveva sdegnato San Jacopo che è la speranza stessa personificata. Chi non volle visitare l'apostolo coi pellegrini della terra, non può visitarlo col pellegrino dei cieli». —Recuérdese aquí la distinción que Dante, en la Vita Nuova, hacía de los romeros hablando de los que iban á Galicia (§ 41): «....... peregrini si possono intendere in due modi, in uno largo ed in uno stretto. In largo in quanto è peregrino chiunque è fuori della patria sua; in modo stretto, non s' intende peregrino, se non chi va verso la casa di Santo Jacopo, o riede. E però è da sapere, che in tre modi si chiamano propriamente le genti, che vanno al servigio dell' Altissimo: chiamansi palmieri in quanto vanno oltremare là onde molte volte recano la palma; chiamansi peregrini in quanto vanno alla casa di Galizia, però che la sepoltura di Santo Jacopo fu più lontana dalla sua patria, che d'alcuno altro Apostolo; chiamansi romei in quanto vanno a Roma, etc.»

-En un sermón del año 1305, Frà Giordano da Pisa condenaba, como otros muchos, las romerías á Santiago hechas con harta frecuencia y en menoscabo de la verdadera religión: «Simigliantemente de' pellegrinaggi, che pare così grande fatto, di quelli che vanno a Galizia, a S. Jacopo. Oh come par grande opera questa! ¡e di gran fatica cotal viaggio grande! E vanterassi, e dirà: tre volte sono ito a Roma; due volte ito a S. Jacopo, e coxtanti viaggi ho fatti..... Questo andare ne' viaggi..... io l' ho per neente, e poche persone ne consiglierei..... chè l' uomo cade molte volte in peccato, ed hacci molti pericoli, trovano molti scandali nella via e non hanno pazienza; e tra loro molte volte si tencionano e adiransi e co' l'oste e co' compagni, e talvolta hanno micidio e inganni e fornicazione.» Véase A. Galletti, Frà Giordano da Pisa, predicatore del secolo xiv (Giorn. stor. della lett. ital., XXXIII, 245).—Raras veces recuérdanse en mis Apuntes las peregrinaciones italianas a Galicia. En 1371 Franzolo Oraboni de Vaprio hacía voto de peregrinar á Santiago (E. Motta, Notai milanesi del trecento en Arch. stor. lomb., 1895, II, 335). En 1397 el Marqués Nicolò III de Ferrara iba en romería á Santiago (Gandini, Viaggi, cavalli, bardat.....ure e stalle degli Estensi en Atti e Mem, della R. Deputaz. di stor. pat. per la Romagna, 1892, X, 47; véase también el artículo del mismo Gandini, Saggio degli usi e delle costumanze della corte di Ferrara al tempo di Nicolò III en Atti, etc., IX, 153).-En la Storia di Merlino, de Paolino Pieti, recientemente dada á luz por I. Sanesi (Bibl. stor. della letter. ital., III, Bergamo, 1898, pág. 97), refiérese el caso de una princesa que un diablo, tomando la figura de su caballo, llevaba por el aire; llegados sobre el santuario de Santiago, precipita á la princesa de la silla por haberse santiguado.

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