Y ser en vano todos tus engaños. En fin, qualquiera Griego. que el extremo Espíritu enviaba al siglo escuro Turbaba al fuego en que por tí me quemo. Ya muchos Capitanes han tornado Ya humean con incienso los altares, Las damas, viendo libres sus esposos, Cuentan como venciéron con sus manos. A Troya, y como á Xanto, y su corriente Ocupáron los cuerpos de Troyanos. Enarca el viejo la arrugada frente. Está colgada atenta, contemplando a Aquí el alcazar es, donde el trofeo Y de Hecuba afligió el materno pecho. Estos sucesos, y otros olvidados, nok vasit Que en parte dan alivio á mis cuidados. な 1 Y que tu ardid y audacia fue de suerte, O padre del descuido y del olvido)rob LY Que bien se echó de ver tu pecho fuerte." Pues en el Tracio campo entremetido. De noche, y con un solo compañero, Lo dexaste (qual rayo) destruido. En un tiempo eras cauto, y no ligero En los peligros, y era que me amábas; Mas ya de amante te has mudado en fiero. Mientras yo oia tus empresas bravas, Los miembros un temor me iba ocupando, Temiendo el grande riesgo con que andabas. Hasta que en torno del amigo bando Entendí que triunfaste de la guerra, Los caballos Ismarios conquistando. ¿Pero qué me aprovecha que por tierra Hayan echado al Ilion vuestros brazos, Donde el valor de Marte está, y se encierra? Para las otras ella ha perecido,' odu'i Mas vive para mí, pues no he gozado I El parabien de mi recien venido. El medio sepultado hueso suena, Y allí donde el alcazar fue primero, Y el templo de manifica opulencia, Se ve de espesa yerba un bosque entero. Tú vencedor estás en triste ausencia, Y sabér á mí sola se me niega La provincia que goza tu presencia. Si acaso nave peregrina llega A este mi puerto, luego á sus patrones Por ti pregunto, y déxanme mas ciega.. Agora escribo en breve estos renglones, Con nuestro amado Meso, el qual se aparta De mí por te buscar en mil naciones. Otras veces ha ido á Pilo, á Esparta En busca tuya, y no ha sabido cosa Por relacion, por nuevas ó por carta. Mejor me fuera que la licenciosa Llama no hubiera en humo convertido De Febo la muralla milagrosa. Y pésamé de quanto he prometido 2 A los eternos Dioses, porque oyera Con este pensamiento, luego al punto Yo tengo en Grecia á mi muger, que lana Y lino, como rústica, adereza: Rústica si seré, mas no liviana. Al sumo Jove, y á su eterna alteza Ruego sea falso lo que yo imagino, Porque iguale tu fe con mi firmeza. |