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El Cura y la Opera.

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En una de esas mañanas frescas, nubladas y melancólicas del fin del mes de Mayo, se paseaban dos personajes por las orillas del Támesis, frente al pintoresco pueblo de Richmond.

El uno era un hombre de estatura mediana, grueso de los hombros al estómago, y delgado de los muslos al tobillo; pero su fisonomía era extremadamente amable, modesta y regular, y su tez tersa y encarnada, á pesar de los cincuenta años que representaba. Vestía una levita negra, que abotonada desde el cuello, le bajaba hasta los talones, formando una especie de sotana. Un pantalón estrecho, también negro, una corbata blanca, y un alto sombrero opaco, un paraguas de género de algodón debajo del brazo izquierdo, y un libro con cantos dorados en la mano derecha, formaban el equipo completo de nuestro personaje.

El otro era un joven como de veinticuatro años, robusto, de grandes ojos azules, de labios gruesos y encarnados, que siempre dejaban ver dos hileras de dientes blancos. Su fino cabello castaño le caía detrás de las orejas, y le cubría casi enteramente el cuello de un saco gris que le bajaba hasta la rodilla. El resto de su vestido era como el de la mayor parte de los ingleses de la clase media, es decir, de color obscuro de una hechura pésima y de un aseo infinito.

El anciano era el pastor, ó como diriamos nosotros, el cura de una pequeña feligresia inmediata á Liverpool. Se llamaba el doctor Parson.

El otro era organista de la capilla, y se llamaba Tomás.

-Siempre que el cardenal Wiseman me llama á Londres para encargarme alguna comisión, se lo agradezco en el fondo del alma, dijo el cura.

-Lo creo, contestó Tomás, porque eso de visitar esta gran ciudad, y pasear por las calles del Regente, y......

-No, no es por eso, sino por gozar del espectáculo encantador, y siempre nuevo é interesante, que presenta Richmond. Además, yo viví en mi infancia allí.....en aquella calle, y todas las tardes venía con mi aya á estas orillas...la diferencia que encuentro de entonces á ahora, es que el río me parece más cristalino y más poblado

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