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bre Santa Cruz y la otra es una tierra grande de que parte della se llama Ulúa, que puso por nombre Santa María de las Nieves, desde donde me envió la dicha carabela e gente, e me escribió como iba siguiendo su demanda, principalmente á saber si aquella tierra era isla ó tierra firme; como ha muchos dias que de razon habia de haber sabido nueva dél, de que se presume, pues tal nueva dél hasta hoy no se sabe, que debe de tener ó estar en alguna ó extrema necesidad de socorro; e asimesmo porque una carabela que yo envié al dicho Juan de Grijalva desde el puerto de esta ciudad de Santiago para que con él e la armada que lleva se juntase en el puerto de San Cristobal de la Habana, porque muy mas proveido de todo, e como al servicio de sus Altezas convenía fuese, cuando llegó donde pensó hallarle, el dicho Juan de Grijalva se había hecho á la vela e ora ido con toda la dicha armada, puesto que dejó aviso del viage que la dicha carabela había de llevar; e como la dicha carabela en que iban ochenta ó noventa hombres no halló la dicha armada tomó el dicho aviso y fué en seguimiento del dicho Juan de Grijalva, y segun parece e se ha sabido por informacion de las personas heridas e dolientes que el dicho Juan de Grijalva me envió, no se habis juntado con él, ni della habia habido ninguna nueva, ni los dichos dolientes ni heridos la supieron á la vuelta, puesto que vinieron mucha parte del viage costa á costa de la isla de Santa María de los Remedios por donde habían ido, de que se presume que con tiempo forzoso podría decaer hácia Tierra Firme, ó llegar á alguna parte donde los dichos ochen

ta ó noventa hombres españo'es corrian detrimento por el navío, ó por ser pocos ó por andar perdidos en basea del dicho Juan de Grijalva, puesto que iba muy bien pertrechado de todo lo necesario; ademas desto, porque despues que con el dicho Juan de Grijalva envié la dicha armada, he sido informado de muy cierto por un indio de los de la dicha isla de Yucatan, Santa María de los Remedios, como en poder de ciertos caciques principales della están seis cristianos cautivos, e los tienen por esclavos e se sirven dellos en sus haciendas, que los tomaron muchos dias ha de una carabela que con tiempo por allí diz que aportó perdida, que se cree que alguno dellos debe ser Nicuesa, capitan quel católico rey D. Fernando de gloriosa memoria mandó ir á Tierra Firme, e redimirlos sería grandísimo servicio de Dios nuestro Señor e de sus Altezas; por todo lo cual pareciéndome que al servicio de Dios nuestro Señor e de sus Altezas convenía enviar así en seguimiento e socorro de la dicha armada que dicho Juan de Grijalva llevó, y busca de la carabela, y tras él en su seguimiento fué como á redimir, si posible fuese, los dichos cristianos que en poder de los dichos indios están cabtivos, acordé, habiéndolo muchas veces pensado e pesado, e platicádolo con personas cuerdas, de enviar como envío otra armada tal e tan bien bastecida e aparejada, ansí de navíos é mantenimientos como de gente e todo lo demas para semejante negocio necesario, que si por caso de la gente de la otra primera armada, ó de la dicha carabela que fué en su seguimiento, hallase en alguna parte cercada de infieles, sea bastante para los

Alamán.-Tomo IV. -2

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socorrer e descercar, e si ansí no, los hallare, por sí sola pueda seguramente andar e calar en su busca todas aquellas islas e tierras, e saber el sustento de ellas y facer todo lo demas que al servicio de Dios nuestro Señor cumpla e al de sus Altezas convenga, e para ello he acordado de la encomendar á vos Fernando Cortés e os inviar por capitan della por la experiencia que de vos tengo del tiempo que ha que en esta isla en mi compañía habéis servido á sus Altezas, confiando que sois persona cuerda y que con toda prudencia e celo de su Real servicio, da reis buena razon e cuenta de todo lo que por mí en nombre de sus Altezas os fuere mandado acerca de la dicha negociacion, y la guiaréis e encaminaréis como mas al Servicio de Dios nuestro Señor e de sus Altezas convenga; y porque mejor guiada la negociacion de todo vaya lo que habeis de facer y tratar e con mucha vigilancia y deligencia inquerir e saber, es lo siguiente.

Primeramente el principal motivo que vos e to los los de vuestra compañía habeis de llevar, es y ha de ser para que en este viage sea Dios nuestro Señor servido y alabado e nuestra santa fee católica am pliada, que no consentiréis que ninguna persona de cualquiera calidad ó condicion que sea, diga mal de Dios nuestro Señor, ni de su Santísima madre, ni a sus santos, ni diga otras blasfemias contra su Santísimo nombre por alguna ni en ninguna manera, lo cual aĞte todas cosas les amonestaréis á todos; e á los que semejante delito cometieren, castigarloshéis conforme á derecho con toda la mas riguridad que ser pueda.

Item: porque mas cumplidamente en este viage

podais servir á Dios nuestro Señor, no consentiréis ningun pecado público, ansí como amancebados públicamente, ni que ninguno de los cristianos españoles de vuestra compañía haya aceso ni ayunta earnal con ninguna muger fuera de nuestra ley, porque es pecado á Dios muy odioso, e las leyes divinas e humanas lo prohiven; e procederéis con todo rigor contra el que tal pecado ó delito cometiere, e castigarlohéis conforme á derecho por las leyės que en tal caso hablan e disponen. (1)

Item: porque en semejantes negocios toda concordia es muy útil e provechosa e por el contrario las disensiones y discordias son dañosas, y de los juegos de dados e naipes suelen resultar muchos escandalos e blasfemias de Dios e de sus santos, trabajaréis de no llevar ni llevéis en vuestra compañía persona alguna que sepais que no es muy celoso del servicio de Dios Nuestro Señor e de sus Altezas, e se tenga noticia que es bollicioso e amigo de novedades, e alborotador, y defenderéis que en ninguno de los navios que llevais haya dados ni naipes, e avisaréis dello, así á la gente de la mar como de la tierra, imponiéndoles sobre ello recias penas, las euales egecutaréis con fé en las personas que lo contrario hicieren.

Item: despues de salida el armada del puerto de esta ciudad de Santiago ternéis mucho aviso e cuidado que en los puertos que en esta isla Fernandina saltáredes, no faga la gente que con vos fuere, eno

Para salvar este escrúpulo los conquistadores acostumbraban bautizaA las indias antes de tener acceso à ellas, añadiendo esta profanación del sacramento del bautismo. Nada es tan caracteristico del siglo como el escrúpala y el modo de salvarlo.

jo alguno, ni tome cosa contra su voluntad á los ve. cinos e moradores e indios della; e todas las veces que en los dichos puertos saltáredes, los avisaréis dello con apercibimiento que seran muy bien castigados los que lo contrario hicieren, e si lo hicieren cartigarloshéis conforme á justicia.

Item: despues que con el ayuda de Dios Nuestro Señor hayais recibido, los bastimentos e otras cosas que en los dichos puertos habéis de tomar, e hecho el alarde de la gente e armas que llevais de cada navío por sí mirando mucho en el registrar de las armas no haya los fraudes que en semejantes casos suelen facer, presentándoselas los unos á los otros para el dicho alarde, e dada toda buena órden en los dichos navios e gente de la mayor brevedad que ser pueda, os partiréis en el nombre de Dios á seguir vuestro viage.

Item: antes que os fagáis á la vela, con mucha deligencia miréis todos los navíos de vuestra conserva e inquiriréis e faréis buscar por todas los vías que pudiéredes si llevan en ellos algun indi o ó indios de los naturales de esta isla, e si alguno falláredes, lo entregad á las justicias, para que sabidas las personas en que en nombre de sus Altezas están depositados se los vuelva, e en ninguna manera consintiréis que en los dichos navios vaya ningun indio.

Item: despues de haber salido á la mar los navíos, e metidas las barcas, iréis con la barca del navío donde vos fuéredes, á cada uno de ellos por sí, llevando con vos un escribano (1), e por las copias

I

Entonces todo se hacia en forma judicial y un escribano acompañaba á todas las expediciones.

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