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I

el Apocalipse, despues de dicho por boca de Isaías, me hizo dello mensagero y amostró en cual parte. En todos hobo incredulidad, y á la Reina mi Señora dió dello el espíritu de inteligencia y esfuerzo grande, y lo hizo de todo heredera como á cara y muy amada hija. La posesion de todo esto fuí yo á tomar en su Real nombre. La ignorancia en que habian estado todos quisieron enmendallo traspasando el poco saber á fablar en inconvenientes y gastos. Su Alteza lo aprobaba al contrario, y lo sostuvo fasta que pudo. Siete años se pasaron en la plática y nueve ejecutando cosas muy señaladas y dignas de memoria se pasaron en este tiempo: de todo no se fizo concepto, Llegué yo y estoy que non ha nadie tan vil que no piense de ultrajarme. Por virtud se contará en el mundo á quien puede no consentillo.- Si yo robara las Indias ó tierra que san face en ello de que agora es la fabla del altar de S. Pedro, y las diera á los moros, no pudieran en España amostrarme mayor enemiga. ¿Quién creyera tal adonde hobo siempre tanta nobleza?-Yo mucho quisiera despedir del negocio si fuera honesto para con mi Reina: el esfuerzo de nuestro Señor y de su Alteza fizo que yo continuase, y por aliviarle algo de los enojos en que á causa de la muerte estaba ", cometí viaje nuevo al nuevo cielo é mundo, que fasta entonces estaba en oculto, y sino es tenido allí en estima, así como los otros de las Indias, no es maravilla porque salió á parecer de mi industria. - A S. Pedro abrasó el Espíritu Santo y con él otros doce, y todos combatieron acá, y los trabajos y fatigas fueron muchas; en fin de todo llevaron la victoria.. Este viaje de Paria creí que apaciguara algo por las perlas y la fallada del oro en la Española. Las perlas mandé yo ayuntar y pescar á la gente con quien quedó el concierto de mi vuelta por ellas, y á mi comprender á medida de fanega: si yo non lo escribí á SS. AA.

I Ni así hace sentido ni como lo trae el Códice Colombo Americano, diciendo que jaz hase ellas de que &c.

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Esto lo dice por la muerte del Príncipe D. Juan acaecida en Salamanca el dia 4 de Octubre de 1497.

fue porqué así quisiera haber fecho del oro antes. Esto me salió como otras cosas muchas; no las perdiera ni mi honra si buscara yo mi bien propio y dejara perder la Española, ó se guardaran mis previlegios é asientos. Y otro tanto digo del oro que yo tenia agora junto, que con tantas muertes y trabajos, por virtud divinal, he llegado á perfecto. Cuando yo fuí á Paria fallé cuasi la mitad de la gente en la Española alzados, y me han guerreado fasta agora como á moro, y los indios por otro cabo gravemente. En esto vino Hojeda y probó á echar el sello, y dijo que sus Altezas lo enviaban con promesas de dádivas y franquezas y paga: allegó gran cuadrilla, que en toda la Española muy pocos hay, salvo vagabundos y ninguno con muger y fijos. Este Hojeda me trabajó harto y fuele necesario de se ir, y dejó dicho que luego seria de vuelta con mas navíos y gente, y que dejaba la Real persona de la Reina á la muerte. En esto llegó Viceinte Yañez con cuatro carabelas: hobo alboroto y sospechas, mas no daño. Los indios dijeron de otras muchas á los canibales y en Paria, y despues una nueva de seis otras carabelas que traía un hermano del Alcalde, mas fue con malicia, y esto fue ya á la postre cuando ya estaba muy rota la esperanza que sus Altezas hobiesen jamas de enviar navíos á las Indias, ni nos esperarlos, y que vulgarmente decian que su Alteza era muerta. - Un Adrian en este tiempo probó alzarse otra vez como de antes *, mas nuestro Señor no quiso que llegase á efecto

I Despues de haber descubierto el Almirante la Isla de Trinidad, navegó por la costa de Paria, reconoció la Isla de la Margarita, fondeó el 20 de Agosto de 1498 entre la Beata y la Española, y entró en el puerto ó rio de Santo Domingo el 30 del mismo Agosto Halló alborotada la Colonia, rebelado á Roldan, á quien había dejado de Juez mayor, y en guerra y parcialidades los españoles entre sí y con los indios. Alonso de Hojeda llegó á la Española el 5 de Setiembre de 1498. 3 Ya se habia reconciliado Roldan con el Almirante y logrado este apagar la sedicion, cuando llegó Hojeda haciendo ostentacion de su favor con el Obispo Fonseca, enemigo de Colon, é intentó levantar nuevos alborotos contra este; pero bien escarmentado tuvo que salir de la Española.

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4 Adrian Mogica que había sido de los rebeldes con Roldan.

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su mal propósito. Yo tenia propuesto en mi de no tocar el cabello á nadie, y á este por su ingratitud con lágrimas no se pudo guardar, así como yo lo tenia pensado 1. A mi hermano no hiciera menos si me quisiera matar y robar el señorío que mi Rey é Reina me tenian dado en guarda. Este Adrian, segun se muestra, tenia enviado á D. Fernando á Jaragua á allegar á algunos sus secuaces, alla hobo debate con el Alcalde, adonde nació discordia de muerte; mas no llegó á efecto. El Alcalde le prendió y á parte de su cuadrilla; y el caso era que él los justiciaba sin que yo lo proveyere: estovieron presos esperando carabela en que se fuesen: las nuevas de Hojeda que yo dije ficieron perder la esperanza que ya no venia. - Seis meses habia que yo estaba despachado para venir á sus Altezas con las buenas nuevas del oro y fuir de gobernar gente disoluta que no teme á Dios ni á su Rey ni Reina, Ilena de achaques y de malicias.- A la gente acabara yo de pagar con seiscientos mil maravedises: y para ello habia cuatro cuentos de diezmos é alguno sin el tercio del oro.Antes de mi partida supliqué tantas veces á sus Altezas que enviasen allá á mi costa á quien tuviese cargo de la justicia, y despues que fallé alzado al Alcalde se lo supliqué de nuevo ó por alguna gente, ó al menos algun criado con cartas, porque mi fama es tal que aunque yo faga iglesias y hospitales siempre serán dichas espeluncas para latrones. Proveyeron ya al fin, y fue muy al contrario de lo que la negociacion demandaba: vaya en buena hora, pues que es á su grado. Yo estuve allá dos años sin poder ganar una provision de favor de favor para mí por los que allá fuesen 2 , y este llevó una arca llena:

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i Preso Mogica con otros rebeldes mandó el Almirante se procediese con ellos con arreglo á las leyes; y á Mogica se le sentenció á horca como principal cabeza de la conjuracion. Así lo dice D. Hernando Colon; pero Herrera añade que rehusando confesarse para dilatar el castigo mandó el Almirante echarle de una almena abajo en el Fuerte de la Concepcion.

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Volvió Colon de su segundo viage á Cádiz el 11 de Junio de 1496: los Reyes le recibieron con mucha satisfaccion, dieron órdenes para disponer su tercer viage; pero el Obispo Fonseca, que le era poco afecto,

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si pararán todas á su servicio Dios lo sabe. Ya por comienzos hay franquezas por veinte años, que es la edad de un hombre, y se coge el oro, que hobo persona de cinco marcos en cuatro horas, de que diré despues mas largo. Si pluguiese á sus Altezas de desfacer un vulgo de los que saben mis fatigas, que mayor daño me ha hecho el mal decir de las gentes que no me ha aprovechado el mucho servir y guardar su facienda y señorío, seria limosna, é yo restituido en mi honra, é se fablaria dello en todo el mundo, porquel negocio es de calidad que cada dia ha de ser mas sonado y en alta estima. En esto vino el Comendador Bobadilla á Santo Domingo, yo estaba en la Vega y el Adelantado en Jaragua, donde este Adrian habia hecho cabeza, mas ya todo era llano y la tierra rica, y en paz toda. El segundo dia que llegó se crió Gobernador y fizo oficiales y ejecuciones, y apre gonó franquezas del oro y diezmos, y generalmente de toda otra cosa por veinte años, que como digo es la edad de un hombre, y que venia para pagar á todos, bien que no habian servido llenamente hasta ese dia, y publiCó que á mi me habia de enviar en fierros, y á mis hermanos, así como lo ha fecho , y que nunca yo volveria mas allí ni otro de mi linage, diciendo de mi mil deshonestidades y descorteses cosas. Esto todo fue el segundo dia quel llegó, como dije, y estando yo lejos absente sin saber dello ni de su venida. Unas cartas de sus Altezas firmadas en blanco, de que él llevaba una cantidad, hinchó y envió al Alcalde y á su compañía con favores y encomiendas. A mi nunca me envió carta ni mensagero, ni me ha dado fasta hoy. Piense vuestra merced ¿qué pensaria quien tuviera mi cargo? honrar y favorecer á :

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retardó su cumplimiento hasta 30 de Mayo de 1498. Asi lo dice Ortiz de Zúñiga en sus Anales de Sevilla.

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I Francisco de Bobadilla, Comendador de la Orden de Calatrava, llegó á Santo Domingo á 23 de Agosto de 1500.

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Este modo de explicarse el Almirante indica que escribió esta carta cuando llegó preso á Cádiz el 25 de Noviembre de 1500, segun Herrera, D. 1.a, 1. 4.o, c. 10.

quien probó á robar á sus Altezas el señorío, y ha fecho tanto mal y daño? ¿y arrastrar á quien con tantos peli. gros se lo sostuvo?-Cuando supe esto, creí que esto seria como lo de Hojeda, ó uno de los otros: templóme que supe de los frailes de cierto que sus Altezas lo enviaban. Escrebile yo que su venida fuese en buena hora, y que yo estaba despachado para ir á la corte, y fecho almoneda de cuanto yo tenia, y que en esto de las franquezas que no se acelerase, que esto y el gobierno yo se lo daria luego tan llano como la palma, y así lo escribí á los religiosos. Ni él ni ellos me dieron respuesta, antes se puso él en son de guerra, y apremiaba á cuantos allí iban que le jurasen por Gobernador, dijeronme que por vein. te años. Luego que yo supe de estas franquezas pensé de adobar un yerro tan grande, y que él seria contento, las cuales dió sin necesidad y causa de cosa tan gruesa y á gente vagabunda, que fuera demasiado para quien trujera muger y hijos. Publiqué por palabra y por cartas que él no podia usar de sus provisiones, porque las mias eran las mas fuertes, y les mostré las franquezas que llevó Juan Aguado. Todo esto que yo fice era por dilatar, porque sus Altezas fuesen sabidores del estado de la tierra, y hobiesen lugar de tornar á mandar en ello lo que fuese su servicio. Tales franquezas escusado es de las apregonar en las Indias. Los vecinos que han tomado vecindad es logro, porque se les dan las mejores tierras y á poco valer valerán docientos mil maravedis al cabo de los cuatro años que la vecindad se acaba, sin que den una azadonada en ellas. No diria yo así si los vecinos fuesen casados, mas no hay seis entre todos que no esten sobre el aviso de ayuntar lo que pudieren y se ir en buena hora. De Castilla seria bien que fuesen, y aun saber quién y cómo, y se poblase de gente honrada. Yo tenia asentado con estos vecinos que pagarian el tercio del oro y los diezmos, y esto á su ruego, y lo recibieron en grande merced de sus Altezas. Reprendiles cuando yo oí que se dejaban dello, y esperaban quél conmigo faria otro tanto, mas fue el contrario. Indignólos contra mí diciendo, que yo les que

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