Imágenes de página
PDF
ePub
[ocr errors]

contrario la ventaja de esta es merito á la amplitud de gracias. ¿Qual otro es el que motiva y autoriza las Compañías y comercios exclusivos, sino el interés del Estado? No ignoro la variedad de opiniones en la materia reprobando políticos AA. Franceses é Ingleses semejantes exclusivas, como cadenas que detienen los rápidos progresos que haria el Comercio si se le dexase en su libertad. Verdad es que asi se critica: pero tambien lo es, que en los dos citados Reynos y en Holanda, hay tales compañías y Comercio exclusivo, y muy particularmente privilegiado, sin que á sus bastantemente ilustrados Gobiernos, le hayan hecho fuerza alguna las declamaciones de sus Políticos. Uno, dos, ú mas particulares, se enriquecen prontamente, y tal vez repentinamente se arruinan. Su fortuna suele labrarse en pocos años. Su decadencia en igual término. La sociedad padece en la destruccion de un individuo, pero se compensa con la felicidad de otro que tal vez no existia. La prosperidad ó adversidad de muchos particulares, no tiene gran influjo sobre el todo de la Nacion.

No sucede así con los cinco gremios mayores. Es un cuerpo robustecido á costa de muchos años, afanes, costos, y riesgos: tiene precisa influencia sobre el todo de la Nacion, á la que, y al Rey han servido siempre que ha ocurrido en las urgencias. Son la confianza de la sociedad y su supremo Gefe; mientras mayores sean sus adelantamientos, mayores servicios deben esperarse, y mas recursos tiene el Estado. Uno, dos, ó muchos particulares, epecialmente en la situacion en que se hallan nuestros Comerciantes Españoles, por mas que quiera esforzarse su amor al Rey y patria pueden servir poco poco, y

por

por una ó dos veces con su caudal. Los cinco gremios han servido al Rey y Patria mucho en repetidas ocasiones, y por todos los varios ramos arriba recordados. Esto han hecho en su prosperidad. Mas es de esperar executen en sus mayores adelantamientos. Mas claro este cuerpo ha contraido cierto enlace ó conexion con el Estado y los ramos de la Nacion, que por la reciproca asistencia de socorros han prosperado. El Gobierno le ha facilitado los auxîlios, exênciones, encargos lucrativos, y los ha autorizado cuerpo abonado de su confianza, y que merece la del Público. El crédito no es otra cosa que el concepto de las gentes. Le han adquirido en España, toda Europa y America. Por su parte los cinco gremios han recompensado al Estado y Sociedad (cumpliendo la reciproca asistencia) con sus servicios, verificando la correspondencia de los mutuos socorros. Este sistema sencillamente explicado, es el que pinta un político, singular en la ciencia del calculo (1), queriendo se consideren el Comercio y la Real Hacienda, como dos amigos corresponsales, que mutuamente se auxilien, opinando fundadamente ser interés del Estado fomentar al Comercio para incrementar á la Real Hacienda.

Estas son casi identicas las circunstancias en que se hallan los cinco gremios, respecto del Estado y de la Nacion, y por lo mismo es aplicable la doctrina del citado político, que aconseja todo fomento por parte del gobierno. Es conseqüencia forzosa de lo expuesto, el perjuicio que la Nacion y Estado experimentarian en la decadencia de este cuerpo, y á cuya compensacion no alcanzarian muchos parti

(1) Davenant en su Arismética política.

cu

culares acaudalados. De todo resulta convincentemente, que la constitucion de los cinco gremios mayores, ya próspera,-ya adversa, tiene precisa influencia sobre la del Estado y de la Nacion, y que ambos respetos, y por ellos el Gobierno, se mira cbligado á sostenerlos, y á concederle quanto puede ser conducente, no solo al aumento de sus intereses, sino de su decoro, honor y brillantez, que los haga mas recomendables, y asegurar su perpetuidad. Insensiblemente hemos llegado á otras ventajas, que mis limitadas luces conceptuan sería conveniente se les concediese á beneficio de su Comercio, y á su esplendor. Consisten en que uno de los individuos, ya de los de la casa establecida en Cadiz, ya de los de Madrid, hubiese de ser Consul del Tribu nal del Consulado á Indias, alternando con los de Sevilla, Xerez, Puerto de Santa María , y San Lucar, , para dicho empleo. Que concluido el tiempo de la Diputacion y Consulado (si se estableciese en Madrid) haya de ser Ministro de la Real Junta general de Comercio el Diputado Consul mas antiguo. Para persuadir lo fundamentado, es menester no perdamos de vista la importancia de este cuerpo al Estado á la Nacion, y á la causa pública del Comercio, con cuya certeza no parecerá extraño á los amantes de la Patria, quanto ceda en utilidad de los cinco gremios y su mayor honor.

[ocr errors]

Son cargadores á Indias, dueños de navios verdaderamente Españoles y acaudalados, y siendo estas circustancias las que se exigen para la matricula y obtener los empleos de aquel Consulado, ningu. na calidad les falta. Es verdad que la casa (ó individuos de ella, segun se me ha asegurado) se han matriculado, pero no por eso es antecedente pre

ciso á la consecucion de los empleos. Ha muchos años que se halla la alternativa disputada por varios partidos de Provincia. No critico semejante conducta, que alguna conveniencia produce á la causa pública del Comercio; pero presumo que los individuos de los cinco gremios, nunca serán incluidos en ninguno de los partidos. El Comercio, dicen los políticos, ocasiona una continuada guerra entre los comerciantes. Se excitan zelos y emulacion. Los cinco gremios las ocasionan, pero aun quando asi no fuese, no basta la casualidad ó contingencia de que puedan ser incorporados á algun partido. Se necesita por constitucion la alternativa. Es muy justo que un cuerpo que ocupa tanto lugar en el comercio y navegacion, tenga semejante prerrogativa. Le conviene tener un individuo dentro de la universidad con autoridad á mirar y promover los intereses del todo. Si la comunidad de cosecheros de las Ciudades inmediatas á Cadiz, tienen aquella accion por sus frutos : los cinco gremios por sus fábricas y extensivo tráfico, miran auxiliados al propio goze con mas recomendable motivo, quanto lo son sus méritos y servicios. Tampoco sería extraño el que de los individuos que hubiesen sido Diputados y Consules, se establecie se. por constitucion el que uno fuese Ministro de la Real junta general de Comercio. Nadie duda la importancia al Estado, Real servicio y causa pública, en que algunos de los señores que forman este supremo Tribunal, fuesen Comerciantes de aquellos en quienes su conducta, conocimiento y especie, aseguran probablemente sus aciertos. Esto es lo que aconsejan los políticos, asi se practica en las demás Naciones, asi se executó por algun tiempo en España, habiendo quatro ú cinco individuos de di

cha

cha clase de las Ciudades de Cadiz, Puerto de Santa María, y otras, y se ha continuado hasta de presente nombrándoles señores Ministros, á mas de por otros, sus méritos é instruccion política, por la inteligencia en el Comercio.

Mucho contribuiria á la expedicion de los expedientes sobre fábricas, si se le comisionase al referido Ministro en el cuidado de todas las del Reyno, sus progresos y adelantamientos, pues daria las prontas oportunas providencias gubernativas, participando á la Real Junta lo que ocurriese, quando fuese digno de su noticia. No se necesita para el conocimiento de esta importancia otra cosa, que reflexionar quan instruido se hallará en el Comercio Européo, Americano, fábricas y demas ramos del giro, un Diputado de una comunidad que los abraza todos. El Estado y la Nacion disfrutan indudables servicios de los cinco Gremios. Por lo mismo ambos respetos se interesan en su perpetuidad. Uno de los medios mas conducentes á asegurarla es construirlos cuerpo formal de la sociedad general del Reyno, lo que se conseguirá con la ereccion de Consulado, establecimiento de la alternativa para el de Cadiz y nombramiento de Ministro de la Real Junta. Estos vínculos de honor excitarán mas y mas la actividad de este cuerpo, la conservacion y goce de aquellas gracias y ventajas, y contribuiria á su perpetua duracion. Quantas significaciones de la Real gratitud han debido los cinco Gremios mayores á la Real dignacion, constarán en su Archivo; pero lo mas del público las ignora, no faltando algunos que procuren negarlas y obscurecerlas. Es convenientísimo el que las naciones, á la vista de semejantes demostraciones y establecimienTom. XXVII.

C

tos,

« AnteriorContinuar »