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miendo dineros, tiempo y reputacion, claramente se puede ver cuantos inconvinientes trae esto consigo, lo cual digo cierto que me tiene en gran confusion; y aunque ayer despaché otro correo avisando del estado en que quedaban las cosas, y dando muy gran priesa á que viniese el dicho Marco Antonio; viendo agora la dilacion que se me representa que ha de haber en su venida, me ha parescido volver á despachar este para decir que conviene que de nuevo se vuelva á hacer grande instancia á su Santidad, á los Cardenales de la Congregacion y al dicho Marco Antonio para que venga con muy gran brevedad, y entre tanto se platique ahí si paresce que convenga que llegadas las galeras de Nápoles yo me parta la vuelta de Corfú, para lo cual se me ofrescen los proos y contras que aquí diré, sobre los cuales se ha de considerar para mejor poder resolverme y darme parecer de lo que convenga,

El irme yo adelante sin aguardar el dicho Marco Antonio, trae consigo utilidad y provecho de ganar tiempo en recoger y ordenar la armada en Corfú y solicitará los venecianos que estan en órden, para los efectos que se habrán de hacer.

Tambien se vendrá á embarcar la infantería que he de tomar en la costa del reino de Nápoles con mas comodidad, y se ganarán los dias que aquí se han de perder aguardando.

Conviene así mismo no estar aquí porque los enemigos vean que hay fuerzas y vigor para salir temprano á ofenderlos, y para que á los amigos se dé ánimo y se mantengan en fee. Item conviene, porque entretanto que el dicho Marco Antonio llega, se podria ganar tiempo á emprender lo de Santa Maura, la Velona, ó otra plaza

de aquellas marinas que se pudiese llevar facilmente.

Que la gente de guerra que por cuenta del Rey mi Señor se ha de embarcar en su armada, no se irá deshaciendo dilatándose la embarcacion, ni hará el notable daño que hace en los lugares donde está al presente alojada, mayormente en este reino y en las provincias de Calabria donde por causa de la seda que al presente se cria, es grande el interese que los vasallos de S. M. padescen por esta causa.

Item que los dichos soldados van consumiendo entretanto que no se embarcan, mucha cuantidad de dineros por su sueldo, de los cuales hay aquí tan mal recaudo como por otras he escrito; y cuando los querré embarcar no tendré forma para ello, que á la verdad este es punto principal y de mas sustancia, y que me da mayor pena, y el que me hace dar mas priesa á Marco Antonio.

Contra estos cabos hay que considerar que habiéndose de hacer las resoluciones de las empresas con voto y parecer mio, de Marco Antonio Colona, y del General de venecianos; faltando el dicho Marco Antonio paresce que es negocio de alguna consideracion, tanto mas si en lo que se habrá de hacer nos hallamos el dicho General y yo de diferentes paresceres, pues nos faltará tercero, por el voto del cual se hayan de tomar las resoluciones.

Item que partiria de aquí con doce galeras menos no aguardando las del Papa, aunque en esto no me paresce que hay tanto que considerar, siendo tan superiores en número de bajeles al enemigo como somos.

Que quedando el dicho Marco Antonio atrás, correría peligro de que alguna banda de bajeles de enemigos le hiciesen daño, aunque tampoco esto me paresce de mucha consideracion, pues con razon no se puede pensar que

hayan de pasar adelante galeras de turcos dejando en Corfú una armada, y sabiendo que hay otra en este puerto.

Que en caso que estando en Corfú en el armada y no parezca que se haga algun efecto hasta que llegue Marco Antonio Colona, la gente podria enfermar padesciendo incomodidades en la mar, y venir á se deshacer.

Estas son las conveniencias y desconveniencias que se me ofrescen en el negocio. Vm. lo comunique con el Cardenal Pacheco, y me avise con este mismo correo de su parecer; que en la misma conformidad escribo al Cardenal Granvela para que él me envíe el suyo, á tal que vistos los unos y los otros yo pueda resolver en lo que juzgarë que mas convenga al servicio de S. M. Y porque en otra carta escribo lo demas que se me ofresce, no diré en esta mas sino que nuestro Señor guarde etc. De Mesina 5 de mayo de 1572.-A servicio de Vm.-Don Juan.

Carta de D. García de Toledo á D. Juan de Austria.

Puzol 26 de mayo de 1572.

Parecer de D. García sobre la salida de S. A. sin esperar á Marco Antonio Colona, y sobre el temor de que la armada del Turco hiciese diversion en caso que la de la liga pasase á levante.

Serenísimo Señor-He visto las cartas de V. A. de 28 de abril y 5 del presente, juntamente con lo que se ha escripto á España y á Roma, lo cual consiste todo en dos cabos, en los cuales manda V. A. que diga mi parecer: al primero que toca á la partida de V. A. de ahí sin esperar á Marco Antonio, no hay qué decir, pues él será el Hevador desta, sino que estaba muy prudentemente considerado el pro y el contra, y todo lo que V. A. escribia sobre ello: el segundo es de la diversion.que teme V. A.

hará la armada del Turco si la nuestra va en levante; y aunque habiendo de salir el remedio de manos de V. A. como quien lo tiene tan á cargo, es muy bien considerado todo lo que V. A. apunta en este particular, no habrá á mi poco juicio para que temerse dello, porque enviar una armada nueva de chusmas y falta de marineros, por la pérdida que hizo el año pasado, á ofender la cristiandad, habiendo en ella dos armadas tan poderosas, mas es de desear que de temer; y si á cada cosa de las que se pueden pensar hubiésemos de levantar gente para proveella, no nos bastaria mas dinero del que hay; pero para cautela de lo que pudiese suceder, seria yo de parecer que en cada tierra de importancia se enviasen capitanes con dos ó tres personas de autoridad, que con la gente de la misma tierra y casales á la redonda pudiesen defendella; pues es así como V. A. apunta, que ninguna cosa osarán emprender en caso que viniese do fuese menester poner gente y artillería en tierra. En este reino son todas las tierras de marina fuertes, y á mi juicio no hay que temer dellas. Parecermehá bien que por sí ó por nó viniese toda la caballería á las marinas: en el de Sicilia no hay que temer, pues Zaragoza, Palermo, Medina y Trapana no han de osar emprendellas. En Melazo podria entrar en una necesidad parte de la gente de las forias (*) de Mesina, que son cinco ó seis mil hombres bien armados y buenos para pelear detrás de una muralla, y lo mismo en Zaragoza y Trapana de la gente de la milicia que se junta en dos dias, y tambien poner la caballería que hubiese en las marinas y partes acostumbradas; pero cuando esto, lo que no creo, sucediese, porque no querrán los enemigos como apunto

(*) Afueras ó arrabales.

arriba, enviar una armada coja á poder ser ofendida de dos tan reforzadas de chusma, pues seria ponerse la codorniz en las uñas del gavilan, digo, Señor, que me parece que el verdadero remedio seria que V. A. mandase tener guarda de fragatas y bergantines por todas las partes y lugares do converná para saber nueva della, y que lo mismo hagan venecianos, y se envíen personas en Constantinopla para el mismo efecto; y en tal caso soy de parecer que despues de pasada la armada á estas partes, si cada una de las dos es poderosa contra ella, que se hagan dos bandas y la vengan á buscar, pues no se podrá dejar de encontrar; que aunque digan que la mar es un bosque, esto se entiende para pocas galeras y no para una armada que va haciendo aguadas y dejando á cada paso rastro para tomar lengua della; y sino se hicieren las dos bandas de galeras que digo, podríase hacer una de las mas reforzadas para el mismo efecto, porque si de nuevo se desbaratasen las fuerzas que al Turco le quedan en mar, tendríala por la mas importante empresa que este año se pudiese hacer. Y á lo que se apunta que venecianos no querrán venir en desmembrar la armada teniendo V. A. el voto de Marco Antonio y con él la mayor parte de los tres, paréceme que por las capitulaciones quedan obligados venecianos á concurrir en lo que á V. A. pareciere y mandare. Pero quien no está presente á las cosas que ocurren ni sabe los designios que se tienen, no puede dar bien su parecer, y á la fin se ha de remitir todo al juicio de quien lo manda, á cuya causa no me alargaré en esta materia mas de decir, que si bien es de poca sustancia lo que digo, todavía me ha parescido mostrar esta carta al Cardenal de Granvela como lo he hecho. Por otras mias he dado cuenta á V. A. de la determinacion que tenia hecho de

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