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mente porque por las letras del embajador de Francia descifradas se ha entendido como toda la rebellion se hacia en favor de Cortenay autor della, y que Isabel hacia gente de guerra de su parte y que algunos del Consejo estaban de su parte, que se repugnaban los unos á los otros, que era causa, diciendo que habia sido procedido con rigor muy Señora (1) en las cosas de la prision de Boyton y de otros heréticos; los otros diciendo que el Conde de Arondel y Paiget habian dado ocasion para dar consejo (2) en el casamiento de la dicha Señora Reina con su Alteza; los otros que la rebellion venia del movimiento y invencion de los del Consejo por tomar la question de Cortenay y de la dicha Isabel; y sobre estos repugnamientos por parcialidades y movimientos se disputó largamente como y por qué via se aseguraria la persona de la dicha Reina ó donde la recogerian; diciendo otros que esto seria por lo mejor llevarla á la torre de Londres en todos avenimientos, ó que se metiese entre el pueblo católico y se fortificase en campaña esperando socorro de los que tenian (3): los de la parte de Cortenay ponian delante que seria bueno que la dicha Señora se retirase á Cales donde ella podria estar asistida de V. M., y una espía nombrado Estores, herético perfecto, vino al señor de la Laing para le advertir desto, y vino despues á mí de su parte para hacer lo mismo, la cual yo rehusé, de suerte que se ha entendido que yo sabia el misterio, y creo que al presente está en la torre porque yo dí aviso á la dicha señora Reina: en fin el Consejo se resolvíó que se enviase el caballerizo mayor á Cornualla

(1) Quizá mi Señora, es decir, la Reina de Inglaterra.
(2) Mejor por dar consejo ó por haber dado consejo.
(3) De los que sostenian su causa.

al dicho Vietez con instruccion y cargo de decirle que la masa de la gente de guerra que tenia hecha contra la Reina era crímen lesa majestatis dando perturbacion de su reino contra la tranquilidad y libertad dél ; que la publicacion que él habia hecho para comover el pueblo estaba falsa é inventada; que si él ú otros tenian ocasion (1) de representar alguna cosa á la dicha Señora, que le debian de hacer por requerimiento y no tomar las armas en mano contra su Princesa y Reina; que si él tomaba fnndamento sobre el casamiento que ella habia contractado con su Alteza, y hallase por él que la dicha Señora hobiese hecho divorcio del primer casamiento y el juramento que tiene á la corona de Inglaterra, ella era contenta de le escuchar por ella (2) ó por sus diputados y por comunicacion á la cual ella no estaba obligada (3) entendiendo su pretension; y consiguientemente si él tenia otro fundamento, que ella le oiria de buena gana y le haria dar razon é toda satisfaccion. Y se ejecutó á esta deliberacion (4) que tiraba á entretener el dicho Vietez hasta que las fuerzas de la dicha señora fueron (5) ayuntadas, y por esto atraerle á que dejase las armas y señaladamente para descubrir los fundamentos de su empresa para que segun su respuesta se tomase aviso de lo que paresciese que mas convenia; y antes que enviase el dicho caballerizo mayor á Cornualla, la dicha Señora me mandó que viniese á ella porque el Consejo me habia de decir algunas cosas de sus negocios, lo cual yo hice en continente, y fueron diputados Paiget y Pietre para me (1) Motivo.

(2) Por sí misma.

(3) A pesar de no estar obligada á ello. (4) Y se adoptó este plan.

(5) Quizá : fueran.

advertir desta conclusion, preguntándome mi parescer como embajador de V. M. y consejero fiel de la dicha Señora, declarándome que ella no esperaba ningun rompimiento de la alianza contratada, sino al fin sobredicho Ꭹ para servir y andar con el tiempo, rogándome que yo debiese persuadir la dicha Señora á creerme y acomodarse á la dicha resolucion, y que si Vietez rehusase la comunicacion se haria entender al pueblo que él preten– de y aspira á la corona y á la subversion y confusion de la religion, á derramamiento de sangre, á saquear esa ciudad y á la Reina y destruccion del reino, y para dar entrada en él á los franceses; á lo cual yo dije que no sabria yo hallar sus deliberaciones sino buenas como bien y maduramente ponderadas; y estaba firmada la dicha instruccion por la dicha Dama que ella me la leyó y declaró para que yo no tomase sospecha alguna de otra cosa de lo que ellos me habian dicho, porque cuando la letra del embajador de Francia se descifró por el Canciller, no se descifró el nombre de Cortenay, antes quedó en blanco como yo lo he escrito á V. M., y hizo tanto que la dicha Señora me puso en mano el original de la cifra que yo descifré y hallé que de industria habian dejado el nombre del dicho Cortenay que estaba entero sin entremeter letras ningunas y nulas como yo lo mostré á los dichos señores embajadores; y habiéndola descifrado yo dije á la dicha Señora que ella debiese bien ponderar las dichas letras y fundamento dellas y acordarse que el Canciller y otros de su Consejo habian siempre favorecido al dicho Cortenay para el casamiento, y que yo me recelaba que ellos fuesen consentidores de aquella empresa de Vietez, sobre lo cual la dicha Señora me repitió que ella se tenia por muger de S. A., y que mientras ella viviria no

ternia otro marido y que antes perderia su corona y su Estado y la vida.

La respuesta del dicho Vietez fué que él queria tener la torre de Londres á su mandado y á la dicha Señora para la proveer de mejor consejo que aquel que ella habia tomado, para lo cual queria tener en su poder tres ó cuatro del dicho Consejo para castigarlos y reponer la religion como estaba; y esta respuesta entendida por el Consejo fueron de parescer que ella debia ir á la casa de villa que llaman, para convocar el pueblo de Londres y les dar á entender la dicha respuesta que tocaba á tiranía; y el jueves pasado á dos horas despues de medio dia la dicha Señora fué llevada al dicho lugar por los del su Consejo y de su guarda y muchos caballeros y del dicho Cortenay, y ella misma remostró al pueblo que el fin que ella habia siempre tenido despues de su venida á la corona habia sido por administrar justicia y policía en sus pueblos y entretenerlos en union y en tranquillidad y libertad, y que el rebelde Vietez habia so color de que ella se hobiese casado con su Alteza, tomado las armas en mano; mas que por su respuesta se habia claramente entendido que él aspiraba á la corona y tiranía, y por inquietar y molestar el pueblo, declarando particularmente la respuesta que lo que ella habia hecho cuanto al dicho casamiento habia sido por el parescer de su Consejo, por el bien y seguridad del reino y no por complacer á su aficion particular, y que si habian entendido las causas y las ocasiones, ellas se podrian repetir en un Parlamento; que como Vietez se acercaba desta ciudad, ella deseaba saber dellos si ellos querian hacer el deber de buenos súbditos y la mantener y defender contra un tal rebelde, disponiéndose si ellos querian hacer, de vivir y

morir con ellos y emplear todas sus fuerzas por los conservar; que la cuestion era sobre sus bienes y fortunas y honras y conservacion de sus personas y de sus mugeres é hijos; que haciendo el oficio de buenos súbditos ella seria mas obligada á hacer lo semejante que en todos oficios de buena Señora y Princesa (1); y con persuasion conveniente les exhortó que tomasen las armas en mano. Y fué su hablar tan elocuente y de tanta aficion que todo el pueblo apellidó á alta voz que queria morir por su servicio llamando traidor al dicho Vietez y echando sus bonetes en el aire significando su voluntad. Y á fin que todo el pueblo fuese lleno de su propósito, se hizo publicacion en los lugares acostumbrados declarando por traidor al dicho Vietez. E incontinente toda la villa se puso en armas y pusieron cuatro piezas de artillería sobre la puerta de Lóndres. El maire recibió al Almirante por capitan de la villa, y se hizo todo aquello que era necesario por estorbar los desiños de los enemigos, de suerte que los emprendedores y adherentes del dicho Vietez que estaban en esta ciudad, y de los cuales él esperaba socorro, se retiraron de su empresa y no osaron parescer. La noche que se hizo la dicha plática se partieron mas de quinientos hombres del campo del dicho Vietez, que se veian en peligro de ser perseguidos de Milort Borgoin por estar sitiados de los de Londres; y el Conde de Pembroc envió ayer un gentil hombre de los rebeldes con un atambor para hablar por el dicho Conde de Pembroc de concierto, al cual no quisieron oir ni escuchar, y habian dado aviso á la dicha Señora de le ha

(1) Es decir: como en todos los demas oficios de buena Señora y Princesa.

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