cada una dellas sea superior al enemigo, y que S. M. por este verano tome cargo de las plazas importantes que están en la costa de Berbería desde Argel, entrando en ellas Trípol, porque con esto crecian las fuerzas al armada de la liga en dos maneras: la una que no tendria S. M. para que dejar en las costas Despaña la guardia de galeras que forzosamente ha de dejar no estando limpias aquellas marinas de vecinos tan fastidiosos: la otra que quitará al Turco los mejores bajeles y soldados que tiene sobre la mar, y marineros mas expertos y que mejor saben y tienen conocidas las costas de toda la cristiandad, y cuantas calas hay en ellas; que con haber perdido ahora tantos marineros como ha perdido, seria de gran momento quitarle tambien estotros siendo los principales que él siempre ha tenido. Venecianos, como yo no sepa particularmente las cosas de levante como tengo dicho, no me podria meter en decir las particularidades que convendria que hiciesen; pero no dubdo que debe haber particulares en que poderse emplear en útil suyo y que en adelante les sirviese de algun reparo de sus estados; y durante este tiempo mientras (1) se podia negociar con el Emperador y Rey de Francia lo que arriba tengo dicho: que hay (2) gran verisimilitud de que el Rey (3) no ha (4) de querer entrar. Importa tanto (5) ganarle, que se debe procurar como si se tuviese grande esperanza que se habia de salir con ello, y no desistir del negocio porque de una vez se arranque, que ya podria ser que Dios tocase su corazon ó el mundo con que él pro

1) Es decir, mientras tanto.

(2) El ms. dice, que haya. (3) El Rey de Francia.

(4) Haya tambien dice aquí el ms. (5) Quizá: Pero importa tanto etc.

pusiese algunas cosas para entrar que pudiesen concedérsele; que á trueque de su entrada, por muchas cosas se debe pasar: y durante este verano se verá el efecto que haurán hecho las persuasiones con estos dos Príncipes á la comprehension de la liga y los efectos que las dos armadas en la una y otra parte haurán hecho, y se verá así mismo si el recobrarse el enemigo va á priesa ó lentamente; y visto lo uno y lo otro se podrá resolver lo que convendrá para el otro verano, y segun eso tomar el consejo para lo que se ha de hacer con él, el cual ha de salir como aquí tengo dicho, de lo que de nuestra parte se hubiere hecho tanto en la negociacion de los Príncipes como en el efecto de nuestras armadas y de lo que se entendiere de la del enemigo.

No pensé alargarme tanto; y si fuera para otros que no supiera que habian de echar tierra á mis impertinencias, no lo hiciera. Si venida la resolucion de S. M. fuere conforme á esta mi opinion, y pareciese á Vm. y á Monseñor Ilustrísimo que podria ser de algun momento con su Santidad mi opinion, podrán usar della como les pareciere, teniendo siempre la mano en que no salga á plaza, porque no fio tanto de mis escritos que quiera que anden por el mundo, y tanto mas por lo que toca del Rey de Francia.

Yo veo que ha de haber grandes debates sobre la resolucion para este verano, y su Santidad ha de querer que se gane Constantinopla y la Casa Santa, y que tendrá muchos que le querrán adular con facilitárselo, y que no faltarán entre estos algunos que hacen profesion de soldados y que como su Beatitud no pueden entender estas cosas. Temo mucho que el celo grande que tiene, le ha de hacer estar en esto con gran dureza. Veo que vene

cianos han de hacer instancia por las cosas que á ellos les tocan; y como estas que á ellos les tocan, sean mas cerca de Constantinopla que las que tocan á S. M., he miedo que su Santidad sin mirar mas de lo que tengo dicho que aquellas cosas estan mas cerca de Constantinopla, ha de inclinarse á ellas, y por esto me parece se debe ir con grandísimo tiento de parte de S. M. en el tratar esta materia llevándola por sus grados para que de suyo su Santidad no pueda dejar de parecerle lo mas conveniente el acudir á S. M. á limpiar sus costas enemigas; y seria de opinion (1) que por parte de S. M. lo primero que se propusiese fuese la empresa general para acabar de destruir al enemigo, y que en esto se estuviese con toda la fuerza del mundo alegando de cuan poco fruto serian fuera desto todas las otras empresas que se pudiesen hacer, ayudándolo con las razones que yo aquí tengo dichas si valen algo, y con las que Vm. y Monseñor Illmo. y los que han de tratar esta materia sabrán tanto mejor alegar; y sobre el tener los pies firmes en este punto de la destruicion general, echar fuera estas empresas que digo, de tal manera que queden por de poco valor y efecto, porque tendrá mucha mas fuerza esto porfiándolo respecto de la empresa general, que cuando despues se haya de poner á parangon de la particular que S. M. debe pretender hacer en las costas de Berbería, porque acabada de ir fuera la general empresa se ha de venir á disputar las particulares y parangonarse: y si para entonces pueden estar ya estotras dadas, por de poco valor sin disputa, le queda á S. M. este negocio llano. Y en la general se ha de insistir como tengo dicho hasta venir á los in

(1) El ms. dice: y seria opinion.

dividuos y particularidades, y que su Santidad quiera pareceres de soldados de que con qué fuerzas se debé emprender y por dónde se han de emplear dichas fuerzas; porque no haurá ninguno que no eche, el que mas corto, tan largo, que sin entrar las partes que tengo dicho, en la liga, se puedan juntar. Y su Santidad comenzará un poco á desengañarse, y el negocio de suyo se caerá habiendo su Santidad hecho solo la instancia que tengo dicha.

Caminando por este camino S. M. ganará crédito de su Santidad que le debe estar esperando á como ha de proponer lo que particularmente le conviene, y tanto mas propicio le tendrá para que caido su Santidad desta opinion convenga en lo que S. M. debe pretender. Yendo fuera la general conquista, queda el debate entre S. M. y Venecianos para ver á provecho de quien se debe emplear el verano si el enemigo no tiene fuerzas para contrastar con ninguna de las dos partes dichas: quitada esta cuestion; que S. M. pueda acudir á la que le toca, y Venecianos á lo que les pareciere. La duda estaba si el enemigo fuese mas fuerte que cualquiera de las dos partes, en el cual caso se debe alegar por la parte de S. M. la importancia dicha que se han de limpiar aquellas marinas por las causas que tengo dichas, de las fuerzas que crecen á la liga de las que S. M. habia de dejar en España y las que se quitan al enemigo, y cuanto conviene á una conquista que vaya bien ordenada no dejar á las espaldas cosa que pueda hacer diversion, que es el A. B. C. de los que entran en esta profesión, y que tanto mayor la podian hacer á S. M. estando tan frescas las cosas del reino de Granada, y que no con acabarse los moros de aquel reino, deja de quedar gran número de ellos en Es

paña, en Valencia y Aragon; y que aun para hacerse la empresa general, conviene mucho primero tener hecho esto. Que si Venecianos pretendiesen la recuperacion de Chipre, seria una cosa muy dudosa porque se sabe bien que á Nicosia la perdieron por no tener gente en ella, y que si la tuvieran, que el poder del Turco no bastaba para tomársela. Y Famagusta se perdió por hambre; que teniendo vituallas tampoco se perdiera. El enemigo que sabe las causas porque se perdieron, remediarlashá con cargar la una y la otra de gente y vituallas, y no se las tomarán ; que lo mismo hubiera acaecido á Venecianos si lo hubieran hecho. Y cuando bien se pudiera tener alguna esperanza, que no se puede tener, para lo que se pretende de la generalidad y meter freno á este enemigo para amansar su soberbia y contener en algo su poder, de ningun efecto es á Venecianos: el que les hace, es lo que les rentaba.

Dicho he á Vm. lo que se me ofrece dejando muy muchas cosas por no hacer tan larga escritura, y porque los que lo han de tratar sé que lo entienden mucho mejor que yo; pero no quiero dejar de tornar á decir á Vm. que en todo caso me parece la propuesta de S. M. debe ser lo que digo de la general, y gastar en ella tantas réplicas y porfías, escluyendo todas otras empresas; que las otras partes con la imposibilidad procuran sacarle della. Nuestro Señor etc.