con la suya que va en la galera capitana de Juan Andrea. Lleva D. Pedro Velazquez en la galera Patrona de Sicilia á D. Gutierre Velazquez, Francisco de Corral, al alferez Diego de Valenzuela, Hernando Dávalos, D. Luis de la Cerda y D. Anibal de Cardona, y otras diez y nueve personas entre oficiales y criados, y todos ellos bien armados y en órden. . Van con el contador Pradilla en la galera Bastardela de Juan Ambrosio de Negron, veinte personas entre oficiales y criados, bien armados y en órden. Lleva Francisco de Ibarra consigo en la galera Patrona de Juan Andrea, á D. Cesar Gatinara, á D. Diego de Ibarra su hijo, al capitan Diego Ortiz de Uricar, á D. Juan de Cudro, al Comendador Diego Maldonado, al capitan Vaso Caval, Diego de Arana, y los alféreces Martin Ruiz de Galarza y Juan Ruiz de Ezquidi con otras veinte y seis personas, todas ellas bien armadas y en órden. Van embarcados en diversas galeras ciento ochenta y ocho caballeros y personas particulares que vienen por aventureros, con ciento y noventa criados que todos son trescientos y setenta y ocho . Que son los de la casa de su Alteza y todos los aventureros y personas particulares arriba nombrados, que van embarcados en las dichas gale 17 26 20 35 378 1,876 Que todos hacen número de veinte mil doscientos treinta y un soldados los que se han embarcado en las galeras y naves desta armada, con los que se han dado á venecianos como arriba va declarado. Hánse quedado en Mesina mil alemanes de las dichas dos coronelías, enfermos. Ha mandado el Señor D. Juan proveer todas las galeras de la pólvora, armas y municiones necesarias para combatir, y que en cada una dellas demas de la gente de cabo que tiene de ordinario, vaya el número de ciento y cincuenta hombres entre soldados, caballeros y particulares, y que en ninguna dellas vaya ningun género de criados ni gente inútil. Hállanse juntas en esta armada doscientas y ocho galeras, seis galeazas y veinte y dos naves; las ochenta y una galeras con treinta fragatas y veinte naves de S. M., y las demas de su Santidad y venecianos, las cuales dicen que demas de los mil seiscientos catorce españoles y dos mil cuatrocientos ochenta y nueve italianos que S. A. les ha dado, llevan número suficiente de gente para poder combatir, y que ademas de las que agora tienen se juntarán con ellos otras treinta galeras y tres galeotas que estan en el golfo de Venecia con buen número de infantería que tienen hecha y aprestada para ello. Relacion de la batalla de Lepanto. Octubre 1571 (*). En este medio la armada del Turco caminaba con viento próspero viniendo ganando el sol en la misma órden de batalla. El Sr. D. Juan iba con harta pena porque no acababa de llegar el Marqués de Santa Cruz, general de las galeras de Nápoles, que quedaba de retaguardia, y D. Juan de Cardona que habia venido en la vanguardia, por haberse apartado yendo á descubrir un puerto con ocho galeras que llevaba, á las cuales el Señor D. Juan envió á solicitar con fragatas que se diesen priesa á caminar. S. A. hizo enarbolar sus crucifijos y estandartes, y se puso de rodillas é hizo oracion suplicando á Dios diese victoria á los suyos, y lo mesmo hicieron los demas de la galera Real y de las otras de la armada; y hecha absolucion por los padres de la compañía de Jesus y capuchinos enviados por su Șantidad con el jubileo, en este punto fué el mar quietado con tanta bonanza cuanta se pudo desear, y fué forzado á amainar las velas la armada enemiga y venir á remo veniendo mas despacio, de manera que hubo lugar de ponerse bien en órden el cuerno izquierdo, y S. A. con la batalla, y Juan Andrea Doria que llevaba el cuerno derecho, fué saliendo al mar para dar lugar á estas dos escuadras y á la suya. Era medio dia cuando las armadas se juntaron á tiro de cañon; y cuatro galeazas de las seis estaban ya en el lugar que se les habia ordenado, y habia ya llegado el Marqués de Santa Cruz con las galeras del socorro, y el (1) Esta relacion al parecer no tiene principio ni fin, y se le asigna la fecha de arriba porque la batalla se dió en 7 de octubre de 1571. Nota de D. Juan Sans y Barutell. Sr. D. Juan habia mandado á todas las fragatas y bergantines que se alargasen al mar lejos de la armada, porque á ninguno le viniese esperanza de salvarse en ellas sino combatiendo, morir ó alcanzar la victoria. Como las armadas se pusieron á tiro de cañon, el Señor D. Juan mandó tocar las trompetas á batalla, y habló á la gente de su galera animándola á ella, y comenzaron las galeras á cañonearse. Las galeazas sirvieron de tirar sin venir á combatir con ningun bajel por no haberlas embestido los del enemigo. Dícese que la del Bragadino se señaló entre las otras, que lo hizo valerosamente y fué de gran efecto, la cual estaba al cuerno siniestro porque hizo abrir á cañonazos la escuadra del enemigo, diestra, que cargó á aquella parte, cuyo general era Siroco. Segun se dijo las galeras se venian llegando unas á otras con gran ímpetu y ánimo, y en pudiéndose conocer la galera del Basá Halí, que era la Real del Turco, por las banderas que traia, mandó el Señor D. Juan al cómitre Real que guiase su galera derecha á la Real del Turco, como se hizo. La del Basá no soltó pieza hasta estar como medio cuerpo de galera de la del Señor D. Juan, y soltó tres cañonazos; uno llevó las arrumbadas é hirió y mató algunos remeros, otro pasó el esquife en claro, el tercero pasó por encima del fogon. La Real de S. M. disparó tambien é hizo grandísimo daño en la del enemigo, y se imbistió la una con la otra haciendo pedazos los espolones: con grandísimo estrépito y con ímpetu increible se aferraron: travóse la batalla mas reñida que jamas se ha visto. Venian con la Real del Turco siete galeras y galeotas de las principales, las cuales acudieron sobre la Real de S. M. que habia salido á imbestir con la del Turco en medio de las dos galeras capita nas de su Santidad y venecianos, teniendo por popa la Patrona de España y la capitana del Comendador mayor de Castilla. En la capitana de su Santidad venia su general Marco Antonio Colonna y el caballero Romagaz, y Michel sobrino del Papa, y otros muchos caballeros. La de venecianos traia dos galeras en su conserva que la ayudaron gallardamente contra la del enemigo, y las dos capitanas se señalaron maravillosamente con tanto valor de ambos generales y los que con ellos venian, que rindieron las dos galeras que les cupo. La Grifona del Papa imbistió con Caracosa, y aunque tenia una galeota de socorro fué entrada y muerto Caracosa. La capitana de Saboya, con gran esfuerzo hizo lo mesmo de la que le cupo, y desta batalla salió herido Mosior de Legni, general de las galeras de Saboya; las demas galeras que se seguian por la órden que les tocaba, imbistieron; estas venian á la diestra de la Real: á la siniestra venia la del general de venecianos que como dicho es peleó maravillosamente hasta que entró la del adversario que era de un Basá; pero las dos galeras de socorro le ayudaron valerosamente (1) en que venia el Príncipe de Parma y la (2) en que venia el de (3) que traia á Paulo Urbino, y la Jordan con muchos caballeros que traian en su compañía, imbistieron con las contrarias haciendo cosas muy señaladas y particulares como se esperaba de tanto valor. Habia una hora que se peleaba en la Real sin conocerse victoria, aunque dos veces se habia ganado á la (1) Hay un blanco. |