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medio del uno y del otro cuanta bastare á poder escurrir y girar sin embarazo de ninguno de los tres, y esta fué la órden que tuvo Barbaroja en la Prevesa, y habiéndonos parecido muy buena y muy provechosa yo la he tenido reservada siempre en la memoria para valerme della en caso de necesidad. Esta órden de pelear no se ha á mi juicio de mudar, porque por experiencia como tengo escrito, he visto ser provechosa, sino fuese solo en un caso que agora diré, y es que yo tengo por cierto, si no me engaño, que venecianos pedirán á V. A. la vanguardia que es todo lo que me parece que se debe desear para el buen fin del negocio; y aunque yo creo que todos seguirán á V. A. y harán su débito, será gran bien que de los que se puede dudar mas que de las propias galeras de V. A. sean los primeros á embestir, porque el resto que queda de galeras propias está claro que todas las veces que se les mandare lo harán ellas tambien ; y si venecianos la démandaren como creo que harán, paréceme que se les debe de conceder de buena gana, diciéndoles V. A. que así por la voluntad que tiene de contentallos como por ser ellos la primera causa desta liga y ser suyo el mayor número de galeras, aunque sabe V. A. el descontentamiento que será para todo el resto de su armada, les quiere hacer este favor, y en tal caso haria de toda lá armada vanguardia y retaguardia con la misma órden en cada una de estas dos partes que está dicho arriba, teniéndose la retaguardia un poco á la mar ó á la tierra, como mejor pareciere, por no embestir por la popa de nuestra vanguardia ; y esto se ha á mi juicio de tener secreto porque si saben que se les ha de conceder la vanguardia pediéndola, quizá no lo harán. Si hay otro particular en que V. A. quiera servirse de mí, mándemelo escribir, que propuesto el caso

diré mejor mi parecer cuan cumplidamente supiere, y será fundado en tanto amor y voluntad cuanto merecen las mercedes que V. A. cada dia me hace, las cuales tengo yo en lo que es razon, y vea yo mi vida y mi alma al contrario de lo que querria si no deseo ver salir á V. A. desta jornada con la honra y acrecentamiento que pudiera desear para mí mismo, porque demas de ir en ello lo que toca al servicio de Dios y de S. M. y bien de toda la cristiandad, me basta para desear lo que digo ver á V. A. en este trabajo que aun para los muy pláticos y muy inteligentes y que toda su vida se han criado en lo que se trata, seria peso y carga bien trabajosa. Plegue á nuestro Señor que vea yo salir de ella á V. A. con el bien que deseo y de guardar la Serenísima persona de V. A. con el mayor acrecentamiento de estado que sus servidores descamos. Del Pogio á 12 de agosto de 1574-Don García de Toledo Al Serenísimo Señor Infante Don Juan de Austria.

Carta de D. Juan de Austria á D. García de Toledo.

Mesina 25 de agosto de 1571.

Participa D. Juan de Austria á D. García de Toledo su llegada á Mesina con veinte y cuatro galeras, y las que halló allí del Papa y de venecianos, y juntamente las que esperaba de S. M. Da tambien noticia del número de tropas, pertrechos de guerra y vituallas que iban á reunirse para la armada de la liga.

Muy Ilustre Señor-A los 21 del presente escribí á Vm. desde Nápoles lo que se me ofrecia, y mi partida para esta ciudad con veinte y cuatro galeras, á donde llegué ayer tarde con salud, á Dios gracias. Hallé aquí á Marco Antonio Colona con las doce de su Santidad,

que

estan á su cargo bien en órden: así mismo hallé á Sebastian Venier, General del armada de venecianos, con cuarenta y ocho galeras, seis galeazas y dos naves; estas no estan tan en órden cuanto yo quisiera y fuera necesario al servicio de Dios y beneficio comun de la cristiandad segun el estado de las cosas presentes. Háme certificado el dicho General que muy en breve se esperan otras sesenta galeras que tienen en Chipre, las cuales estan mejor en órden; que tambien tienen en el golfo de Venecia otras diez y ocho galeras y cuatro galeazas con buen número de soldados, artillería, armas y municiones, aunque de estas no saben si se podrán valer, estando el armada del Turco en el golfo. Háse tratado de los efectos que con esta de la liga se podrian intentar, y ha parecido que hasta que se junte toda no se puede tomar resolucion que sea con fundamento. Las fuerzas que por parte del Rey nuestro Señor se juntarán dentro de siete ó ocho dias en este puerto para la dicha armada son ochenta y una galeras de las mejores que jamas se han visto, veinte naves muy bien artilladas y en órden, veinte mil infantes, es á saber, siete mil españoles, siete mil alemanes, seis mil italianos, harto buena gente, mas de dos mil aventu– reros y personas particulares, artillería, municiones, vituallas, y otras cosas á proporcion de la dicha armada, de manera que por parte de S. M. se ha cumplido muy bastantemente el presente año á lo que era obligado por la capitulacion de la liga: así plegue à Dios que cumplan los demas coligados para que se pueda hacer algun buen efecto, aunque temo la flojedad de algunos de ellos, y estar el tiempo tan adelante como está. Los últimos avisos que aquí he hallado del armada del Turco son los que van con esta de que ha dias que ahí se habrá tenido tras

lado, porque yo le tuve en Nápoles antes que de allí partiese. De lo que adelante sucediese se enviará de contino relacion á Vm. para que esté informado de lo que pasa como es razon. Quedo con salud á Dios gracias, que guarde la muy ilustre persona de Vm. como desea. Mesina á 25 de agosto 1571.

De puño propio.

Vm. no se canse de escribirme, pues yo no lo estaré jamas de abrazarme con tan prudentes recuerdos y paresceres como los que me envía. A servicio de VmDon Juan.

Carta de D. Juan de Austria á D. García de Toledo.

Mesina 30 de agosto de 1571.

Avisa D. Juan de Austria á D. García de Toledo haber llegado á Zaragoza (Siracusa) las sesenta galeras que se hallaban en Candía, ademas de las que encontró en Mesina: la mala disposicion en que todas venian, y que solo aguardaba en aquel puerto al Marques de Santa Cruz y á Juan Andrea Doria para ir con toda el armada la vuelta de

Taranto.

A los 25 del presente escribí á Vm. lo que me ocurria en mi llegada á este puerto: en esta diré que esta mañana se ha tenido aviso que las sesenta galeras de venecianos que estaban en Candía habian llegado á Zaragoza por carta del proveedor dellas, y que serán aquí mañana si el tiempo les daba lugar á ello. Aguardo de hora en hora al Marques de Santa Cruz con las de su cargo, y á Juan Andrea de Oria con las suyas: en llegando pienso encaminarme con la armada la vuelta de Taranto. Antes de partir escribiré á Vm. las causas que á ello me mueven, y la traza que ∞ Hova.

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Las galeras de venecianos comencé á visitar ayer, y estuve en su capitana: no podria creer Vm. cuan mal en órden estan de gente de pelea y marineros. Armas y artillería tienen; pero como no pelean sin hombres, póneme cierto congoja ver que el mundo me obliga á hacer alguna cosa de momento, contando las galeras por número y no por cualidad: con todo esto procuraré de no perder ocasion en que pueda mostrar que por mi parte he cumplido con mi obligacion, para lo cual me aprovecharé de los advertimientos que Vm. me ha enviado, cuya muy ilustre persona nuestro Señor guarde como desea. De Mesina á 30 de agosto 1571.

De puño propio.

A servicio de Vm-Don Juan. Quiero añadir al mal recado en que vienen venecianos, otro peor, que es no traer ningun género de órden, antes cada galera tira por dó le parece. Vea Vm. qué gentil cosa para su solicitud en que combatamos.

Carta de D. Juan de Austria á D. García de Toledo.

Mesina 31 de agosto de 1571.

Dice D. Juan de Austria haber recibido los advertimientos que D. García de Toledo le habia enviado tocantes á las operaciones navales,

y le pregunta si al empezar el combate convendrá que su armada dispare la primera la artillería, ó si será mejor aguardar que la dispare el enemigo.

Muy Ilustre Señor-No solamente me contento de que Vm. me haya advertido en cosas tan importantes como me ha escrito estos dias atrás, en lo tocante al proceder que debe hacer esta armada; pero en todas las que mas me ocurrieren he de pedir su parescer y órden: así

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