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entretener por ocupar allí la armada del Turco algun tiempo, y que no hiciese daño en otras partes.

Representadas todas estas dificultades, manda remitir S. M. al Señor Don Juan que él tome la resolucion que mas convenga; pero que se saque la infanteria española que allí está, poniendo italianos en su lugar, y que los españoles se metan en las plazas que se habrán de guardar de los reinos de Nápoles y Sicilia.

Esto es en sustancia lo que contiene el despacho de S. M. que trata sobre la dicha fortaleza de Tunez.

Parecer de D. Juan de Austria sobre desmantelar
la fortaleza de Tunez.

Lo que parece al Señor D. Juan y á D. Antonio Doria acerca de desmantelar la fortaleza de Tunez. En Génova á último de abril 1574.

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Cuanto al primer cabo de la relacion que va con esta, que es estar la dicha fortaleza sujeta al Alcazava y á la montaña que llaman del Moravito; el Señor D. Juan y Antonio Doria dicen que se acuerdan que cuando se trazó la dicha fortaleza, se consideró muy particularmente el daño que de la una parte y de la otra podria rescebir; y no solamente ellos, pero Gabrio Cervellon, el Conde de Landriano, y otros soldados prácticos que allí estaban, resolvieron que ningun daño de momento podia hacer el enemigo de aquellos dos lugares, y desta misma opinion se confirman tanto mas, cuanto que el dicho Gabrio no ha hecho en tanto tiempo como há que allí está esta dificultad, y que ninguno de los que aconsejan á S. M. en la córte lo puede hacer sino por relacion, y el Señor Don Juan y el dicho Antonio Doria se resuelven en esta opi

nion con tanto mayor fundamento, cuanto que la toman por haber visto el lugar y paseádole particularmente, y no por relacion de otras personas.

Cuanto al capítulo segundo, de la comodidad que el enemigo tendrá para hacer trincheas, este es defecto que hay pocas fortalezas que no le padezcan; pero ayuda mucho al remedio dél que por una parte tiene la dicha fortaleza el estaño, y á estas horas, segun lo que Gabrio Cervellon ha escrito, habrá ya puesto el agua del dicho estaño dentro de los fosos.

Cuanto al tercer capítulo que dice que habrá falta de agua en la dicha fortaleza, al Señor Don Juan en ninguna manera le puede venir en consideracion que siendo Gabrio Cervellon soldado de tantos años, hombre de tanto ingenio para defender y ofender fortalezas, y habiendo labrado él aquella dende el principio, y siendo de muchos dias la nueva de la venida del armada del Turco, y que la ha de defender; que se haya resuelto de escribir como ha escrito por cartas de los 25 de marzo, que para el último estaria de manera que se podria defender de todo el poder del Turco: y no es posible que Gabrio diga esto no estando muy seguro del agua, pues sin ella mal se puede defender una fortaleza.

Cuanto al último cabo, que dice que S. M. entendia que no se labraba en la dicha fortaleza con la diligencia y presteza que convenia; aunque es verdad que por la falta del dinero se habia dejado un poco en la labor, á los 5 deste mes partieron de Palermo seis galeras para la Goleta con veinte mil ducados para el dicho fuerte, y municiones y victuallas, que á estas horas habrán ya llegado; y vuelto ya Don Juan de Cardona, dejó el Señor Don Juan ordenado que hiciese dos ó tres viajes, ó los que mas

fuesen menester con otras quince galeras á la Goleta, y llevase el resto de las victuallas y municiones que Gabrio Cervellon habia pedido, y otros cuarenta mil ducados. Y esto es cuanto á los dichos cabos.

Cuanto á los que se representan en contrario, parece de tanta importancia conservar la autoridad y reputacion de S. M., que en ninguna manera se debia tratar de desmantelar la dicha fortaleza; pues no hay duda sino que está de manera que se puede defender de la armada del Turco, la cual cuando se pusiese sobre ella al principio de junio, no puede estar mas que por todo el mes de agosto, ni con razon se puede pensar que haya de quedar la dicha armada á invernar en Berbería para tomar el fuerte de Tunez, tan lejos de Constantinopla, falta de victuallas, pues no las hay en aquella parte para tanta gente, y con la mayor parte de los moros de aquella provincia enemigos de los turcos y maltratados dellos.

En los otros cabos que contiene el despacho de S M., de las causas por qué no se debe desmantelar la dicha fortaleza, se confirma lo mismo que en esto se dice.

Pero pasando á lo que mas importa, ¿qué duda hay que si se desmantelase la dicha fortaleza y los turcos abriesen los ojos que Dios les ha cerrado, y se resolviesen de poner pie de veras en aquellas partes, que dende allí con gran facilidad podrian echar un gran número de caballería en el reino de Sicilia, y correrla toda con gran seguridad? Pues pasó el Señor Don Juan cuando tomó á Tunez en menos de un dia desde el puerto de Marsala á la Goleta, y lo que se dice de Sicilia se entiende de Cerdeña y del reino de Nápoles, donde se podia recibir mas notable daño y de otra consideracion que la pérdida del fuerte de Tunez, el cual por la gracia de Dios no está en el peligro que suponen los que no le han visto.

Todo lo aquí contenido, y otras diversas particularidades de consideracion, se vieron cuando se tomó resolucion de hacer la dicha fortaleza con consejo y parecer de los ministros de S. M. y hombres de esperiencia que allí habia.

A todo esto se añade, que como se verá por el traslado de la carta del Duque de Terranova que aquí se envia (*), han venido á Palermo dos moros á ofrecer á S. M. de darle la mayor parte de Berbería con mucha facilidad, y si viesen deshacer la fortaleza de Tunez, perderian el ánimo para lo presente y venidero.

Carta de D. Juan de Austria á D. García de Toledo.

Génova 1.o de mayo de 1574.

Avisa á D. García su llegada á Génova y la navegacion que hizo desde el golfo de la Especia, con las noticias que habia recibido de la derrota del Conde Ludovico Nasau por Sancho Dávila.

Muy Ilustre Señor-Desde el golfo de la Especia á los 25 del pasado avisé á Vm. mi llegada allí, y lo demas que hasta aquel dia habia que escribir: lo que despues acá se ofrece, diré en esta. El tiempo me entretuvo allí hasta los 28: llegué el mismo dia á Puerto Fin á donde me detuve por esperar al embajador D. Sancho de Padilla, y á los 29 entré en esta ciudad con salud, á Dios gracias: hallé un despacho del Comendador mayor de Castilla con la relacion de la rota del Conde Ludovico, que en sustancia es, haberle muerto Sancho de Avila en una batalla que le dió, cinco mil infantes y mil quinientos caballos, y entre ellos al Conde Christóforo', hijo del Palatino, de cuya nueva rescibí tan gran contentamiento

(*) No ha parecido el traslado de la carta que aquí se cita.

como la razon me obliga por muchas causas. Espero en Dios, cuya es esta, que la ha de ayudar y volver por ella, de manera que á este suceso sigan otros muy prósperos: á su divina Magestad plega que así sea. Yo pienso partir de aquí dentro de cinco dias la vuelta de Vegeben de lo que adelante se ofreciere, se irá dando aviso á Vm., cuya muy Ilustre persona guarde nuestro Señor como desea. De Génova á 1.o de mayo de 1574A servicio de Vm.-D. Juan.

Carta de D. Juan de Austria á D. García de Toledo.

Sarrabala 7 de mayo de 1574.

Participa á D. García su llegada á Sarrabala, y la resolucion que habia tomado de enviar á España al secretario Juan de Soto, mandando que se embarcase en Génova. Añade que en este mismo dia partia en seguimiento de su viaje á Begeven.

Muy Ilustre Señor-Yo llegué aquí á noche tarde, y me he entretenido hasta estas horas aguardando al secretario Soto, que quedó en Génova para comunicar con el Marques de Ayamonte los despachos que tenia de S. M.: el dicho secretario ha llegado, y despues de haber platicado con el dicho Marques de lo que ha parecido convenir, se vuelve á la dicha Génova con órden mia de embarcarse luego y hacer su viaje á España : héle mandado que lleve esta carta para encaminarla con el ordinario de Roma que parte mañana: lo que en ella tengo que decir es, que voy con salud á Dios nuestro Señor gracias, y con muy gran cuidado de saber de la de Vm., á quien pido con todo encarescimiento me avise della con todas las ocasiones que se ofrecerán, pues yo lo haré mas particularmente de las cosas de acá como llegue á Begeven

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