Estudios de literatura y arte

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Suarez, 1876 - 316 páginas
 

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Página 187 - ha tenido siempre un libro en blanco donde el primer advenedizo ha podido escribir sus delirios, y una masa en todas las esferas sociales dispuesta a elevarlos a doctrina y, lo que es mucho peor, a encarnarlos en instituciones
Página 210 - El artista, al atender exclusivamente al verdadero fin estético, obra por implícita necesidad éticamente, pues toda acción libre cae bajo el dominio de la moral; pero lo frágil y perecedero de aquellas de sus concepciones que estén en oposición con la ley del bien debe advertirle tan sólo que no ha ahondado bastante como artista en el asunto, expresando en concepto de esencial lo que no es sino desdichado accidente. La más alta...
Página 150 - ... la edificación de su obra, la hacen sin duda; pero conquistando dolorosamente sus menores progresos, y arrancándose con penosa fatiga de la volubilidad con que las arrastra fuera de sí la rápida corriente de los hechos. Su vida es un geroglífico, á veces casi indescifrable, que se presta á las más opuestas interpretaciones.
Página 144 - De esta suerte, no es otra cosa la literatura que el primero y más firme camino para entender la historia realizada; mentor universal, nos reproduce lo pasado, nos explica lo presente, y nos ilustra y alecciona para las oscuras elaboraciones de lo por venir. En ninguna otra esfera puede estudiarse con rnás seguridad el carácter de los pueblos...
Página 3 - La vida toda nos aparece como una obra artística, desde que la concebimos y realizamos, no en el informe y confuso laberinto de contrarios accidentes entre los cuales, desorientado el hombre, pierde su centro y el dominio de sí propio y se deja arrastrar por el flujo y reflujo de las corrientes más opuestas, sino como el régimen libre, discreto, bien medido, firme y flexible a la vez de nuestra conducta en todas las relaciones. Conforme a cuyo sentido es llano que cada fin de razón puede y debe...
Página 240 - ¡Carlos! Habrá Pasión, jamás Calvario, Para la dulce y santa poesía; Siempre el hombre será su tributario; Cisne de amor, el cielo nos la envía. Cuando ni un corazón lata en el suelo, Al patrio nido remontando el vuelo, Gemirá su postrera melodía.
Página 17 - Pues la humanidad, como el compuesto más pleno y perfecto de los dos órdenes fundamentales de la creación, el psíquico y el físico, está llamada a realizar esta divina armonía, no sólo en sí propia, sino en todas las esferas del universo, entre las cuales ha sido puesta por Dios como providencial mediadora para su estrecha alianza.
Página 246 - ... vienen, si de la garganta de un pájaro, ó de la corriente de un manantial, ó del movimiento de los árboles al volar un vientecillo. Lo que hay en ellos que hace estremecer, no son sus ecos agudos, sino sus rumores vagos. Cuando un poeta de alma enérgica como éste exhala su dolor en altos gritos, no nos maravilla porque, conociendo el temple de su musa, aguardábamos la explosion de sus ardientes quejas.
Página 51 - Humanamente hablando, la religión, la filosofía, el arte bello como la industria, la moral, el derecho, la familia, las razas y naciones, todas las instituciones y fines que nos rodean parece que se desploman y que, llamadas a solemne juicio, esperan de él nueva vida o el fallo inapelable de su muerte. Y es que, si en toda crisis el espíritu lucha y vacila entre un pasado que ya no le basta y un porvenir que misteriosamente lo empuja, pero cuyo secreto desconoce todavía...
Página 57 - ¿A qué, pues, acudir a lo exterior buscando en vano norte y luz para sus inspiraciones si él posee un tesoro inagotable de armonías? Tal es la pregunta que en épocas como la nuestra se dirige el espíritu; ya esa pregunta, que levanta un eco inefable en lo más íntimo de su ser, responde la poesía lírica.

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