Rimas de don Juan de Jáuregui, Volumen 6

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Imprenta real, 1786 - 272 páginas
 

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Página 86 - Cúlpote en una cosa Y es que adornarte quieres y pulirte Creyendo ser hermosa; Y tan difícil hallo el persuadirte Para que no lo creas Como el hacer en algo que lo seas.
Página 15 - Mas vence su rigor las fuerzas mias, ni admite el grave daño recompensa faltando á España su mayor tesoro: y yo aunque ciega de perpetuo lloro quiera sentir su rigurosa ofensa, veré primero en las cenizas frías por quien suspiro fenecer mis días, que de llorarlas quede satisfecho mi estilo y pluma, ni mi lengua y pecho.
Página 215 - El apartóse con respeto á un lado , Aun sin alzar los ojos á mirarla ; Aquel placer negándose á sí mismo , Por no darle cuidado de negarlo. Yo que escondido lo miraba todo , Y lo escuchaba , quando vi tal cosa Mil voces quise dar , al fin me abstuve.
Página 183 - Y tantas el ivierno ha despojado Los verdes bosques de sus frescas hojas, Y todos los caminos he tentado Por aplacarla, fuera de la muerte. Morir me falta en fin por aplacarla, Y moriré en buen hora, como entienda Que he de causarle sentimiento o gozo : Ni sé cual quk-ra mas destas dos cosas.
Página 181 - Quitársele el dolor ; ó fué la fuerza, Y virtud de las mágicas palabras, O, como yo presumo, La virtud de la boca, Que sana lo que toca. Pues yo que hasta entonces Otra ninguna cosa deseaba Que la agradable lumbre de sus ojos, Y sus palabras dulces...
Página 58 - Sirve de exemplo ya , no de soldado. Viendo á su hijo' el mísero no pudo Batir sus pechos , ni bañar en llanto Sus tristes canas ; mas helado y mudo Quedó un espacio de dolor y espanto: De la terrible angustia el golpe agudo Turbó la vista de sus ojos tanto, Que al fin desconoció la pura frente, Y el rostro amado del doncel presente.
Página 29 - Yarbas y su vano exceso, a muerte me ofrecí (la acción confieso), salvando mi propuesta fe, y la entereza de mi fama honesta.
Página 16 - La planta con ilustre señorío Ofrece de su tronco y de sus flores, Y de su hojoso toldo y fruto opimo Olor y dulce arrimo, Sustento y sombra a ovejas y pastores...
Página 181 - Que con palabras que yo sé de encanto Te quitaré el dolor : este secreto Supe de Aresia maga, y le di en trueco Mi cuerno de marfil y engaste de oro.
Página 110 - Señor, del impío y bárbaro Idumeo, Cuando cayó rendido Tu pueblo, y el osado Contrario obtuvo su marcial trofeo : Que en odio del hebreo Instigaba sus huestes, y decía : Asolad, asolad desde el cimiento Sus homenages : ¡o rencor sangriento!

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