Imágenes de página
PDF
ePub

fué fundacion de persas, además de no haber cosa en contrario, ni el que fuera otro que Oco el fundador, por su séquito y por la impostura del nombre, y por haber tenido corona mitral por armas esta ciudad, de quien sucedió la de Burgos en ella y en todo; la cual corona roja usaban los reyes persas, como lo dice Pineda en sus libros citados, cuyas armas hoy las vemos conservar en la casa de Oca con la inmutabilidad del apellido, de que daremos mas larga noticia cuando se tratare de otros héroes de esta casa que hubieren sobresalido y dádose á conocer, sin ayudarnos de etimologías ni parentesco del ape llido, sino siguiéndolo incorrupto en todos los siglos. A este príncipe Oco, fundador ó ampliador (como quieren algunos) de la ciudad de Oca, sucedió Olca ó Oca, que favoreció á los romanos hasta verlos vencedores en muchas batallas, como tengo dicho: algunos papeles hacen nieto de Oco á este, por haber sido hijo de Darío Oca; soy de este parecer por haber algun tiempo en medio, en que pudo morir el hijo y suceder su nieto Olca, al cual sucedió Olonico Oca, su hijo, que dejando á los romanos, cuya parte siguió su padre Olca, y favoreciendo y capitaneando los españoles, murió reconociendo el ejército contrario 1......

De Urtichea de Oca, núm. XI de los apuntes genealógicos, se lee que con fuego y vinagre abrió la peña que de su nombre se llamó Arbina de Oca, es decir, angostura de Oca.

Ocio Oca, núm. XII, fué uno de los mas esforzados capitanes ó caudillos de Leovigildo, rey de los godos.

Engisto de Oca, hijo de esta tan antigua é ilustre casa, conquistó el trono de Inglaterra, como lo espresa Gándara en estos términos:

Gándara, Armas y Triunfos de Galicia, lib. 1, cap. 2, págs. 8 y 9 de la edicion en folio.Algunos apuntes genealógicos:

1. Darío Oco, último rey de Persia, fundador de la ciudad de Oca en España; padre de] II. El príncipe Oco, señor de la ciudad de Oca, padre de

III. Darío Oca, padre de

IV. Olca Oca, señor de Oca y de veinte y ocho pueblos en España, padre de

V. Olonico Oca, padre de

VI. Oquino de Oca, señor de Oca, de Villafranca y de otros muchos pueblos, tuvo valerosos hijos, que fueron: Gocal Saoch de Oca, Dain Nicongo, Oquino y Aldayo. Sucedióle

VII. Gocal Saoch de Oca, poblador del valle de Oca, en Vizcaya, murió á la edad de 150 años, colmado de triunfos y gloriosas victorias. Tuvo por hijo y sucesor á

VIII. Galerando de Oca casó con una princesa de Escocia, hija de la reina Diogenis, las cuales, arrojadas de su reino por los romanos, aportaron en Mundacua, puerto de Vizcaya, á tres leguas de Oca (a); tuvo por descendiente y sucesor á

(a) Dieron los romanos al espresado puerto el nombre de Aqua-mında ó Mìnda-aqua, que significa agua limpia, por una fuente de aguas tersas, claras y limpidas que allí habia; y de Munda-aqua se ha formado con la sucesion de los siglos el nombre Mundaca.

Bien de gran lustre y esplendor de esta casa es haber estado en hijos de ella el reino de Inglaterra, pues por los años del Señor de cuatrocientos y ochenta bajó Engisto de Oca con diez mil sajones ó alemanes á Inglaterra, y despues de algunas batallas y reencuentros, desposeido Vortigeno, rey, se coronó Engisto en Londres, á quien mató en batalla Ambrosio, que se coronó rey, haciendo lo mismo Engisto de Oca segundo, amparado de sus sajones y seguido. Llegando los dos á hacer paces, si bien à Ambrosio, ayudado de Congalo, rey de Escocia, y Lotho, rey de los pictos, le quitó la corona su her

IX. Scipion Saoch de Oca, padre de

X. Munios ó Muñoz de Oca casó con Doña Monina de Albis, y tuvo por descendiente y sucesor á

XI. Urtichea, de Oca, señor de la casa y estados de Oca, tuvo por descendiente y su

cesor á

XII. Ocio Oca floreció en la segunda mitad del siglo VI; tuvo por descendiente y sucesor á XIII. Sancho Perez de Oca tuvo por descendiente y sucesor á

XIV. Iñigo Sanchez de Oca, que floreció en la primera mitad del siglo VII; y unos cien años despues encontramos en posesion de la casa y estados de Oca á su descendiente

XV. Iñigo Sanchez de Oca, segundo del nombre, casó con la infanta Doña Lentruda ó Gertrudis, hija de Dagoberto, rey de Francia. Estos fueron los orígenes de las ilustres familias que desde tan remotos tiempos se han distinguido con el apellido Oca ó Montes de Oca, algunas de las cuales han llegado hasta nuestros dias, perpetuando la memoria de sus egregios y preclaros ascendientes. Una de ellas se estendió en Galicia, y ostentó las armas que van en este nú→ mero pintadas, por lo cual continuaremos por ella estos apuntes genealógicos.

XVI. Don Pedro de Oca Garay, señor de estas casas en Vizcaya y Navarra, tuvo por hijo á XVII. Don Fernan Perez de Oca casó con Doña María Araoz; y tuvieron por hijo á XVIII. Don Alvaro de Oca, que pasó á Galicia en el reinado de Don Juan II, y fué tronco de esta ilustre rama. Casó con Doña Constanza de Ribadeneira; y tuvieron por hijo á

XIX. Suero de Oca casó con Doña Eugenia de Deza, y tuvieron por hijo primogénito á XX. Don Alvaro de Oca, segundo del nombre, casó con Dona María Sarmiento de Ribadeneira; y tuvieron por hijo primogénito à

XXI. Suero de Oca, segundo del nombre, casó con Doña Teresa de Sotomayor; y tuvieron por hija única á Doña María de Oca y Sotomayor, que casó con Payo Sorred de Montenegro. Y por esclusion de la línea femenina sucedió en la casa de Oca

XXI. Diego de Oca, hermano del anterior, casó con Doña Leonor de Zúñiga; y tuvieron por hijo único á

XXII. Don Alvaro de Oca, tercero del nombre, casó con Doña Mariana de Lemos; y tuvieron por hijo primogénito á

XXIII. Don Diego de Oca, segundo del nombre, casó con Doña Brianda Ordoñez; y tuvieron por hijo primogénito á

XXIV. Don Alvaro de Oca, cuarto del nombre, casó en Murcia con Doña N. Bernal; y tuvo por sucesor á

XXV. Don Gaspar de Oca, caballero de la órden de Santiago, que floreció á mediados del siglo XVII (a).

(a) Estos apuntes no son de rigurosa filiacion; no designan veinte y cinco generaciones sucedidas sin interrupcion, síno con intervalos, pero puostas por órden cronológico.

:

mano Uterpendragon. Habiendo este hecho paces con Oca, volvieron nuevas guerras, sustentando este su partido con la ayuda del rey de los pictos. Fué muerto en batalla, y despues de la muerte de este segundo Oca, heredó la corona Scipion de Oca, que trajo guerra con Astur, hermano bastardo de Uter, que entró en su lugar, y despues de muchas batallas fué muerto en una, ó muy mal herido, como dice Pineda, por haberle sitiado con muchos escuadrones Astur, despues de haber muerto en ella á Ilderico y Colgermo, capitanes de la vanguardia del ejército de Oca, con que acabó dejando gloria inmortal á la casa de su apellido, que tres varones sucesivamente por las armas se llegaron á conocer, sucediendo esto por los años del Señor de cuatrocientos y ochenta hasta el de quinientos y treinta.....» (Gándara, Armas y Triunfos de Galicia, lib. 1, cap. 25, págs. 93 y 94.)

Iñigo Sanchez de Oca, núm. XV, se distinguió entre los invictos capitanes de Don Pelayo: reconquistó de los moros la villa de Cangas, y fué el primero que ostentó las armas que pintamos en este número.

Don Alvaro Diaz de Oca se distinguió en la batalla de las Navas, año 1212; y Don Rodrigo Alvarez de Oca en la conquista de Sevilla por el santo rey Don Fernando. Sirvieron al rey Don Pedro con acrisolada lealtad en su próspera y adversa fortuna, Don Pedro Fernandez de Oca y su hermano Don Juan; este fué caballero de la Banda y embajador del espresado rey cerca del rey Don Pedro de Aragon.

Suero de Oca, núm. XIX, enviudó muy jóven, por lo cual abrazó la carrera eclesiástica; y por sus méritos le dieron los Reyes Católicos dos importantes abadías, que fueron la de Osera, de la órden del Císter, y la de San Esteban de Ribas de Sil, de la órden de San Benito, presentándole además á la Santa Sede para arzobispo de Tarso.

Don Alvaro de Oca se distinguió al servicio del rey Don Felipe II; y su hijo Don Diego de Oca, núm. XXIII, fué insigne capitan, como lo refiere Gándara en estos términos:

«Don Diego de Oca, señor desta casa, fué gobernador y capitan á guerra de las ciudades de Chinchilla, Albacete y Villena: fué á la jornada que hizo el conde de Monterey á Roma á dar la obediencia á la Santidad de Grego-. rio XV, por S. M. Don Felipe IV; despues pasó con el mismo conde á embajada particular y al vireinato de Nápoles, y en aquel reino fué su virey y capitan general del principado de Calabria. Volvió á Galicia, á donde en el año de 1640, cuando se alteró el reino de Portugal con la sublevacion presente, el primer caballero que en Galicia se armó contra el rebelde duque de Berganza, fué Don Diego de Oca y con él se armaron mas de doscientos nobles caballeros hijos-dalgo de el obispado de Orense, y con ellos, todos ar

mados de corazas, se presentó ante el marques de Tarazona, conde de Ayala, capitan general en la parte del Miño, en la plaza de Monterey, á donde de su mano aceptó la conducta de capitan de caballos corazas. Raro ejemplo de valor y fidelidad en un caballero que supo gobernar escuadrones y ejércitos grandes, elegir en esta ocasion una compañía de caballos por el bien de su patria y por el servicio de su rey. No fueron estas las mayores acciones de su vida. Contaré una, que es corona de todas las que obró en ella. Hallándose en la enfermedad de que murió, en edad de 64 años, le animaba su confesor, diciéndole, que esperaba de Dios le habia de dar salud y muchos años de vida; y respondió: Cuatro ó seis años de vida importan poco; lo див deseo es morir bien, y ahora me hallo con buena disposicion para ello, y no es consuelo para mi lo que V. me dice. Tan ajustada tenia su conciencia, que parece quiso imitar á San Hilarion, desafiando á la misma muerte.

Don Alvaro de Oca, hermano de Don Diego, comenzó lo mejor de sus estudios en el colegio de San Pelayo de Salamanca (que llaman de los Verdes), de donde salió á perfeccionarlós para el mayor de San Bartolomné. Fué catedrático de vísperas en su universidad y dean de Zaragoza. Fué uno de los mas lucidos y elegantes sugetos que conoció aquella escuela. Salió della con plaza de oidor de Granada. De aquí fué electo para la de Valladolid, y antes de su ejercicio le hicieron auditor de Rota. No salió de España, porque le hicieron regente del consejo real de Navarra, á donde le hizo S. M. merced de el hábito de Santiago. Fué superintendente de toda la gente de guerra de Castilla la Vieja, y de los caballeros de las órdenes militares en las guerras de España y Francia. Y tuvo la dignidad de virey y capitan general del reino de Valencia, y capitan general de la provincia de Lipuscua .» (Part. 2.a, lib. 4, capítulo 6, págs. 514 y 515.)

1

Don Francisco de Montes de Oca y Meneses, natural de la villa de Utrera, habiendo servido á S. M. en los estados de Flandes de gobernador de la plaza de Mastrique y en otros puestos militares, pasó á mandar la ciudad de Orbitelo, en Italia: recibió várias cartas del rey Don Felipe y de Don Juan de Austria, en que le tratan con particular distincion, y obtuvo varias mercedes y privilegios, segun aparece de los libros y documentos que obran en el archivo de esta casa en la ciudad de Medina-Sidonia.

Hernando de Montes de Oca casó con Doña Pomelina de Médicis, hija de Julio de Médicis y de Doña Isabel Nuñez de Villavicencio, segun consta en los archivos de Sanlúcar de Barrameda. La Doña Pomelina era de la ilustre

Así se lee en el testo, pero indudablemente ha de ser Guipúzcoa.

familia de Florencia, á que tambien han pertenecido los pontifices Leon X y Clemente VII. Hernando de Montes de Oca tuvo dos hijos, Francisco y Fernando. El primero casó en Medina-Sidonia con Doña Leonor de Leon 1.

Las armas de esta tan preclara y antigua casa son: Escudo de oro y un árbol copado, acompañado de cuatro estrellas de plata; encima del árbol un sol de gules, y en su copa ó follage una oca blanca; al pié del tronco un oso empinante, atado por medio del cuerpo con cuerda ó soga de gules.

1464. Llanderal. Ostenta la armas pintadas en este número la casa de Llanderal, enlazada con las de Anton del Olmet, Ruiz de Huidobro, Rodrigo y Precedo2, las cuales están compuestas en esta forma: Escudo cuartetelado; el 1.o de oro y un árbol de su color; orla de plata y ocho veros de sable, que es de Llanderal 3; el 2.o de oro y un olmo de su color con dos gilgueros encontrados al pié del tronco, que es de Anton del Olmet; el 3.o de oro y un árbol de su color; bordura del mismo metal y ocho aspas de sable, que es de Ruiz de Huidobro; el 4.° de oro y un leon de gules; cortado de azur y tres palos ó bastones de oro atravesados de una espada, que es de Rodrigo; sobre el todo, escuson partido; el 1.o de azur y tres fajas de oro; el 2.o de este metal y un árbol de su color sobre ondas de azur, que es de Precedo.

Hemos visto ya en el tomo 2.o que el antiguo y principal solar de este ilustre linage radicó en el valle de Liendo, en las montañas de Santander, donde sus nobles hijos fueron señores de casa fuerte. En el archivo del coro alto de la iglesia de Santa María de Liendo existen los padrones mas antiguos que ha habido en dicho valle de hijos-dalgo de sangre, que se formaron el año 1620, hallándose empadronado Andrés Llanderal, y sus sucesores lo están en todos los que se formaron posteriormente. Sus descendientes han desempeñado diferentes cargos de honor en las carreras de la iglesia, ejército y armada, entroncándose de muy antiguo con calificadas casas de Cantabria, como son las de Viesca, Espina, Diego, Ibañez, Gutierrez y otras.

Los de Llanderal han sido de la cofradía de caballeros nobles hijos-dalgos de Liendo, con el título del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de Gracia, de que han sido mayordomos.

El poseedor actual de los mayorazgos correspondientes á esta casa en dicha ciudad de Medina-Sidonia, es el Sr. D. Alonso Montes de Oca, hermano del Excmo. Sr. D. Manuel Montes de Oca, ministro de Marina en 1840, cuyas gloriosas cenizas descansan en la sacramental de San Isidro, estramuros de esta corte.

A la cual pertenece Don Antonio Llanderal, mayordomo de semana de S. M., maestrante de la real maestranza de caballería de Zaragoza.

Los veros se han pintado por errata de azur, como sucedió igualmente en el tom. 2, página 142, núm. 895.

« AnteriorContinuar »