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»estas, una de las mas escelentes, mas gloriosas y mas autorizadas es la de »LARA, que aquí se escribe, donde á esfuerzos eficaces de sus hijos hallaremos >>que aun mas que por elevado orígen, se han conservado muchos siglos por >>sus virtuosas aplicaciones los mas altos honores de la tierra; y que con el >>trascurso del tiempo, logró esta familia en España y Francia tales prerogativas »y tantos grados de autoridad, que sino la constituyeron la primera, á lo menos »la pusieron en parage de ser pocas las que la pueden competir, y que »ninguna la lograse esceder. Nada puede hacer tan cabal testimonio de ser la >> virtud trasmisible y hereditaria en esta familia, como el verla entre otras » muy grandes, muy antiguas y muy esclarecidas, tan privilegiada, que parece >>que todas ellas se unieron á formarla solio preferente y encumbrado para >>crédito de sus esplendores y honor de sus triunfcs.>>

Así empieza el eminente y erudito genealogista Don Luis de Salazar y Castro la historia de la gran casa de Lara, una de las cinco principales

Luis de Salazar y Castro, caballero y procurador general de la órden de Calatrava, comendador de Zurita, bibliotecario del rey Don Carlos II, cronista general de España é Indias; escribió mas de treinta obras heráldico-genealógicas, descollando entre todas la Historia de la casa de Lara, compuesta de cuatro tomos en folio mayor, la cual seria por sí sola suficiente para justificar el título de Príncipe de los genealogistas que han dado á Salazar algunos de sus entusiastas admiradores. En efecto, al recorrer la Historia de la casa de Lara y algunas otras de sus obras, como la de la Casa de Silva, parece increible que un hombre, aun dotado de la mas robusta y sana complexion, con una laboriosidad á toda prueba y con la mas feliz y prodigiosa memoria, pueda atesorar tanta riqueza de datos y noticias genealógicas. A la mas vasta y profunda erudicion reunia Salazar grande elevacion de ideas, recto juicio y sano criterio para distinguir las noticias sólidas y fidedignas de las inverosímiles ó infundadas. No se nos oculta que Pellicer de Tovar, que floreció algun tiempo antes, escribió tambien mas de cien tratados genealógicos, en cuyo concepto podria tal vez merecer con mas justicia tan honorífico título; pero sus obras fueron generalmente menos estensas y menos eruditas, no siendo ya poca gloria para Pellicer brillar en el lugar inmediato á Salazar. Hasta en el estilo sobresalió este, pues si bien deja bastante que desear en cuanto á concision, fluidez y claridad, es sin embargo menos difuso, menos oscuro, menos duro é incorrecto que todos sus antecesores. Entre las numerosas autoridades que en apoyo y confirmacion de lo dicho podríamos citar, aduciremos solamente dos, cuyo fallo nos parece del todo irrecusable. Pero confesamos gustosamente, dice el cardenal Alvarez Cienfuegos, deber esta luz al que lo es hoy de la historia y de la erudicion de España, singularmente en puntos de genealogía, á Don Luis de Salazar y Castro, etc., cuya pluma ennoblece todo lo que escribe; y retrocediendo con vuelo feliz hasta la antigüedad, rompe su densa niebla con mucho sol, mereciéndole sus incomparables fatigas en las noticias genealógicas el blason de Príncipe en esta siempre difícil parte de historia, en que supo quitar ya la osadía á la envidia (a).. Y el primer duque de San Carlos, varon no menos eminente por su ilustre cuna que por sus elevadas prendas personales, se espresa en estos elegantes términos: Por último, hable el sabio Don Luis de Salazar y Castro, que

(a) Vida de San Francisco de Borja, lib. 1, cap. 10, pár. 2.

de Castilla por su calidad, poderío y antigüedad; la cual tuvo por tronco y principal ascendiente á Pedro, duque de Cantabria y príncipe de la milicia goda, descendiente de los reyes godos Leovigildo y Recaredo, y padre del rey Don Alonso el Católico y de Don Fruela, duque de Cantabria; de modo que no se puede ambicionar ni mas ilustre y encumbrado orígen ni mayor antigüedad. En cuanto á poderío, basta consignar que los hijos de la casa de Lara, esceptuando la silla de San Pedro, han obtenido, como luego se manifestará, los mas honoríficos títulos hereditarios y personales, los mas eminentes cargos y elevadas dignidades políticas y civiles, eclesiásticas y militares, sin escluir la de soberanos. Esta ilustrísima casa se unió con la de los condes soberanos de Castilla por el casamiento del conde Don Gonzalo Fernandez con Doña Nuña Fernandez, señora de Lara, ambos descendientes por distintas líneas del espresado duque de Cantabria, y progenitores de los Laras, de los Manriques y de otros muchos linages de los mas calificados de España 1.

falleció en esta corte el 10 de febrero de 1734 á los 75 y medio años de su edad. Este hombre incomparable escribió mas que todos y mejor que ninguno. A pesar de su estraordinario talento é infatigable aplicacion y absoluta franqueza que tuvo para registrar los archivos rea⚫les y de todas las casas, sepulcros de reyes, entierros de particulares, bibliotecas públicas y de las religiones; á pesar, digo, de tales medios y demás facultades tan amplias, que dificilmente pueden reunirse en una misma persona, incurrió en muchos defectos, porque no le fué posible verlo todo. Mas donde supo acreditar la grandeza de su alma, fué en corregirse y › enmendarse á sí propio, llenando las márgenes de sus obras impresas de notas críticas é históricas, deshaciendo las inculpables equivocaciones que habia padecido con los instrumentos que despues vió (a)..

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Ascendientes del conde Don Gonzalo y de su muger Doña Nuña, hasta el duque Pedro de

Cantabria.

De Don Gonzalo:

I. Pedro, que floreció por los años de 700, fué padre del rey Don Alonso el Católico, y de II. Don Fruela, duque de Cantabria, á quien se dió tambien alguna vez el título de rey, vivia en el año 769: casó con una hija del conde Gundesindo; y tuvieron entre otros hijos á

III. Don Rodrigo Frolaz, primer conde soberano de Castilla, que floreció por los años de 760 á 800, tuvo entre otros hijos á

IV. Don Diego Rodriguez, llamado tambien Don Diego Porcelos, conde de Castilla, floreció por los años de 800; casó con Doña Paterna (b); y tuvieron por hija y sucesora á

V. Doña Urraca Paterna, condesa de Castilla, casó con Don Ramiro I, rey de Galicia y Asturias; y tuvieron por hijos á Don Ordoño I, rey de Leon, y á

VI. Don Rodrigo, segundo del nombre, conde de Castilla, fué padre de

(a) Carta escrita por el primer duque de San Carlos á Don Antonio de Lara y Zúñiga, inquisidor apostólico en el tribunal del Santo Oficio en Sevilla, su fecha en Madrid, 17 de enero de 1792, cuyo original obra en esta redaccion.

(b) Algunos autores dicen con Doña Gustia Sulles y que procrearon á Doña Sulabella, pero ninguno dice que dejara sucesion varonil; de modo que todos están conformes en que la soberanía de Castilla recayó en hembra.

Y es precisamente desde este esclarecido consorcio que los datos y noticias de tan calificada casa adquieren cierto grado de certidumbre y consistencia, por lo cual muchos autores empiezan su historia por el conde soberano de Castilla Don Gonzalo Fernandez, considerándole como tronco y principal ascendiente, y diciendo que esta casa procedió de los condes soberanos de Castilla, siendo tal vez mas acertado decir que estos y aquella tuvieron un mismo regio orígen y procedencia, no formando por algun tiempo sino una sola y misma casa, pues el héroe Fernan Gonzalez fué á la vez conde de Lara y conde soberano de Castilla. Su hijo primogénito Don Gonzalo, por haber fallecido antes que su padre, como aparece en los apuntes genealógicos, no pudo trasmitir á sus hijos, segun la práctica de aquellos tiempos, tan importante sucesion, la cual recayó en su hermano tercero Don Garci Fernandez, quedando á los hijos de Don Gonzalo el señorío de Lara y algunos otros estados. De modo que quedó en posesion de la casa de Lara la línea primogénita del celebrado conde soberano de

VII. Don Diego Rodriguez, segundo del nombre, conde de Castilla, que floreció por los años de 880, casó con Doña Asura; y tuvieron por hijo á

VIII. Don Fernando Diaz, conde de Castilla, que floreció por los años de 900, tuvo por hijo á

IX. Don Gonzalez Fernandez, conde de Castilla, casó con Doña Nuña Fernandez, señora de Lara; cuyos ascendientes fueron:

I. Pedro, duque de Cantabria, como en los apuntes anteriores.

II. El duque Don Fruela, como en el núm. II de los apuntes anteriores.

III. Don Gonzalo, hijo del anterior, y por tanto hermano de Don Rodrigo Frolaz, espresado en el núm. III de los apuntes anteriores, floreció por los años 760 á 800, y fué poblador y primer señor de la villa de Lara, llamada antiguamente Ausina (Casa de Lara, tom. 1, lib. 1, capitulo 8, pág. 23). Tuvo por hija y sucesora á

IV. Aragonta, señora de Lara, casó con Teudio, descendiente del rey godo Witiza; y tuvieron por hijo y sucesor á

V. Don Gonzalo Tellez, señor de Lara, que floreció por los años de 860, casó con Doña Nuña, hija del conde Don Nuño Nuñez, llamado Rasura, conde de Castilla, y de su muger Argilona; y tuvieron entre otros hijos á

VI. Don Fernan Gonzalez, conde de Lara, llamado tambien en algunos documentos conde de Castilla, alcanzó hasta la primera mitad del siglo X; y tuvo por hija única y sucesora á

VII. Doña Nuña Fernandez, señora de Lara, que casó con Don Gonzalo Fernandez, conde de Castilla, como queda ya espresado. De modo que Don Gonzalo fué séptimo nieto, y su muger Doña Nuña quinta nieta de Pedro, duque de Cantabria, por su hijo Don Fraela, hermano del rey Don Alonso el Católico. Tuvieron por hijo y sucesor al egregio Fernan Gonzalez, conde soberano de Castilla por su padre Don Gonzalo, y conde de Lara por su madre Doña Nuña, de cuyos descendientes ponemos á continuacion algunos de los mas inmediatos:

I. Don Gonzalo y Doña Nuña, padres de

II. Don Fernan Gonzalez, á quien es muy fácil confundir con su abuelo materno Fernan Gonzalez, ya por haber este alcanzado algunos años de la vida de su nieto, ya por haber usado tambien alguna vez del título de conde de Castilla; floreció en el siglo X, por los años de 930

Castilla Fernan Gonzalez y de su muger la infanta Doña Sancha, acerca de los cuales todo elogio es por una parte insuficiente y por otra superfluo, pues brillan en todas las páginas de nuestra historia sus raras y elevadas dotes y sus altos merecimientos, limitándonos por tanto á repetir algunas palabras de los dos eminentes genealogistas que siguen.

Salazar en la Historia de la Casa de Lara, en el tom. 1, lib. 2, capítulo 2, pág. 46, hablando del conde Fernan Gonzalez, se espresa en estos términos: Si las acciones de este príncipe, que es la gloria y honor de los caste›llanos, hubiesen de escribirse con aquella puntualidad y reflexion que merecen, ellas solas podian formar una copiosa historia, en que la grandeza del héroe, el ardor de la nacion y los efectos de la piedad, no solo diesen ejemplos repetidos, pero ganasen continuadas admiraciones. >

Y Mendez Silva en el Catálogo Real y Genealógico, núm. 59, fol. 225, hace de la infanta esta breve y elocuente pintura: Doña Sancha, ejemplo de

á 970: casó con Doña Sancha, infanta de Navarra, hija del rey Don Sancho García II; y tuvieron por hijo primogénito á

III. Don Gonzalo Fernandez, conde de Lara, el cual no sucedió en el condado de Castilla por haber fallecido antes que su padre (a): casó con Doña Nuña, hija del infante Don Nuño de Leon, nieta del rey Don Ordoño I; y tuvieron por hijo primogénito á

IV. Don Nuño Gonzalez, señor de Lara, floreció en la primera mitad del siglo XI: casó con Doña Dordia Diaz, aunque Alvaro Ferreira la nombra Doña Elvira Lopez; y tuvieron por hijo primogénito y sucesor á

V. Don Gonzalo Nuñez Minaya ó Amenaya, conde y señor de Lara, floreció en la segunda mitad del siglo XI: casó con Doña Gontroda, aunque algunos la nombran Doña Teresa Gonzalez de Maya; y tuvieron por hijo primogénito á

VI. El conde Don Nuño Gonzalez de Lara, segundo del nombre, llamado por sobrenombre el Cuervo andaluz, por el rigor con que persiguió á los infieles: casó con Doña Munia ó Ermesenda Gonzalez de Maya; y tuvieron por hijo y sucesor á

VII. El conde Don Gonzalo Nuñez de Lara, tercero del nombre, que floreció á fines del siglo XI: casó con Doña Godo Gonzalez Salvadores; y tuvieron por hijo primogénito á

VIII. El conde Don Pedro Gonzalez de Lara floreció á principios del siglo XII: casó con Doña Eva Perez de Traba, y tuvieron cuatro hijos, que fueron: el conde Don Manrique de Lara, el conde Don Alvar Perez de Lara, el conde Don Nuño Perez de Lara y el conde Don Fernan Perez Hurtado.

IX. El conde Don Manrique de Lara, hijo primogénito de los anteriores, floreció á mediados del siglo XII: casó con Doña Ermesenda, vizcondesa de Narbona; y tuvieron tres hijos y cuatro

(a) El conde Fernan Gonzalez y su muger la infanta Doña Sancha tuvieron además de dos hijas tres hijos, que fueron Don Gonzalo, conde de Lara; Don Sancho, que falleció sin sucesion, y Don Garci Fernandez, conde soberano de Castilla. Don Gonzalo falleció antes que su padre, y aunque dejó hijos, sucedió en el condado de Castilla su hermano tercero Garci Fernandez, porque en aquella época los hijos eran preferidos á los nietos en la herencia y sucesion. «La razon porque Garci Fernandez, dicc Sandoval (en la Historia de los cinco Obispos, pág. 326) siendo »menor heredó el condado y casó tan altamente, no sabré darla mas de que los dos primeros murieron en vida de >>los padres.»

lealtad y amor á los casados, digna de mayores encomios que Micol, espu»sa de David; Isicratea, de Mitridates; Sulpicia, de Lentulo; y Cornelia, del gran Pompeyo, era infanta de Navarra, hija legítima del rey Don Sancho > Abarca.,

Los hijos y sucesores de tan esclarecidos y egregios príncipes han sostenido y realzado su gloria y grandeza, rivalizando en esfuerzo, virtudes, hidalguía y nobles hazañas, como resultará de la breve y sucinta relacion que aquí ponemos de los principales hechos con que se han distinguido algunos de los ilustres hijos de la casa de Lara. El conde Don Nuño Gonzalez de Lara, número IV, acompañó al rey Don García en el combate de Tafalla, año 1043. Su nieto y sucesor Don Nuño Gonzalez de Lara, núm. VI, sirvió con distincion y acrisolada lealtad al rey Don Alonso VI; fué gobernador de Lara, Mena y Asturias; y tuvo la gloria de ir á Sevilla por mandado del rey para trasladar á Leon el cuerpo del glorioso San Isidoro. Del conde Don Pedro Gon

hijas, y sus descendientes han hecho tanto aprecio de las altas y elevadas prendas de su progenitor, que para ensalzar y perpetuar la memoria de tan esclarecido ascendiente han conservado su nombre por apellido, llamándose Manrique de Lara.

X. El conde Don Pedro Manrique de Lara, hijo primogénito de los anteriores, señor de Molina, principe y vizconde de Narbona, floreció en la segunda mitad del siglo XII; casó dos veces: la primera con Doña Sancha, infanta de Navarra, de quien tuvo cinco hijos que fueron: Aimerico, quinto del nombre, vizconde de Narbona; Don Gonzalo Perez Manrique de Lara, señor de Molina y de Mesa; Don Rodrigo Perez Manrique de Lara, señor de Amusco; Don García Perez de Lara, y Don Nuño Perez de Lara: casó de segundo matrimonio con la condesa Margarita ó Margerina, de quien parece que no dejó sucesion.

XI. Don Rodrigo Perez Manrique de Lara, hijo tercero del conde Don Pedro y de su primera muger Doña Sancha, señor de Amusco, Pina, Amayuelas, etc., casó con Doña Teresa García de Braganza; y tuvieron por hijo primogénito y sucesor á

XII. Don Pedro Rodriguez Manrique, 2.o señor de Amusco, floreció á mediados del siglo XIII; casó con Doña Marina García de Villamayor; y tuvieron por hijo á

XIII. Don Garci Fernandez Manrique, 3.cr señor de Amusco, floreció á fines del siglo XIII y principios del XIV: casó con Doña Teresa de Zúñiga; y tuvieron por hijo primogénito á XIV. Don Pedro Manrique, 4.o señor de Amusco, floreció en la primera mitad del siglo XIV: casó con Doña Teresa de Sotomayor; y tuvieron dos hijos: Don Garci Fernandez Manrique, en quien se continúa la sucesion de esta casa, y Don Gomez Manrique, arzobispo de Toledo y de Santiago, primado de las Españas.

XV. Don Garci Fernandez Manrique, hijo primogénito de los anteriores, 5.o señor de Amusco, floreció á mediados del siglo XIV; casó dos veces: la primera con Doña Urraca de Leiva, de quien tuvo tres hijos; la segunda con Doña Teresa Vazquez de Toledo, de quien tuvo tres hijos y una hija.

XVI. Don Pedro Manrique, hijo primogénito del anterior y de su primera muger, 6.o señor de Amusco (a), falleció sin sucesion legítima, por lo cual sucedió en la casa su hermano segundo

(a) Léese que casó con Doña Teresa de Ayala ; algunos pretenden que fué con Doña Sancha de Leiva, pero Salazar dice que fué con Doña Teresa de Cisneros. (Casa de Lara, tom. 1, lib. 5, cap. 11, pág. 412.)

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