Flor de leyendas / Vida de Francisco Pizarro

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Grupo Planeta Spain, 29 jul 2013

El año 1932 recibe Alejandro Casona el premio Nacional de Literatura por Flor de Leyendas, conjunto de catorce narraciones en las que recoge mitos y leyendas de las más diversas tradiciones escritas (india, árabe, girega, germana, escandinava, etc.) con la intención de acercar lo más granado de la literatura legendaria universal a la siempre ávida curiosidad infantil y juvenil.
Con su elección, Casona ilustra el paralelismo que según él existe entre las fases intelectuales del niño y la historia espiritual de los pueblos: al ciclo primitivo (el mito, lo maravilloso, lo fantástico) pertenecerían relatos como El anillo de Sakúntala o La mil y una noches; al ciclo épico (o de acción), Los Nibelungos o Guillermo Tell, junto a la obra Vida de Francisco Pizarro, que recrea la epopeya del gran extremeño; al último ciclo (lo simbólico, la alegoría), Dioses y Gigantes.

Ma Teresa Cristina García Álvarez, de la Universidad de Oviedo, y Modesto González Cobas, musicólogo y folclorista, han preparado la introducción a esta edición con la que contribuyen al disfrute de esta pequeña joya literaria.

 

Índice

Sección 1
Sección 2
Sección 3
Sección 4
Sección 5
Sección 6
Sección 7
Sección 8
Sección 11
Sección 12
Sección 13
Sección 14
Sección 15
Sección 16
Sección 17
Sección 18

Sección 9
Sección 10

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Términos y frases comunes

Sobre el autor (2013)

Conocido en el mundo de las letras con el seudónimo de Alejandro Casona, fue un dramaturgo español, en cuyas obras combina los juegos entre realidad y sueño de base poética. Maestro de profesión, su firme vocación pedagógica y su defensa de los valores progresistas, quedaron de manifiesto en las Misiones Pedagógicas creadas durante la Segunda República Española, en excelentes adaptaciones teatrales y narrativas para niños y jóvenes, y en la gran mayoría de sus creaciones dramáticas originales. En 1934 recibió el premio de teatro Lope de Vega por su obra La sirena varada. De 1935 son las piezas Otra vez el diablo y Nuestra Natacha. En 1937 se exilia de España, se traslada a México, donde estrena en ese mismo año Prohibido suicidarse en primavera, y finalmente a Argentina, país en el que vivirá hasta 1963, año de su regreso a Madrid. Por su simbolismo y poesía, su teatro se ha emparentado con el de autores como Giraudoux y Priestley. De su producción literaria destacan Las tres perfectas casadas (1941), La dama del alba (1944), La barca sin pescador (1945), Los árboles mueren de pie (1949), Carta de una desconocida y El caballero de las espuelas de oro (1964), entre otras obras. Murió en 1965 en Madrid.

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