Floresta de rimas antiguas castellanas, Parte 2Perthes y Besser, 1823 |
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... fuerza , que segun fue su grandeza queriendo probar mi fuerza fue probada mi flaqueza . Socorro no me faltaba , solevantarme queria , mas aquel que me ayudaba al principio socorria , y en el medio me dejaba : no faltaba su largueza ...
... fuerza , que segun fue su grandeza queriendo probar mi fuerza fue probada mi flaqueza . Socorro no me faltaba , solevantarme queria , mas aquel que me ayudaba al principio socorria , y en el medio me dejaba : no faltaba su largueza ...
Página 43
... fuerza que me venció ha hecho indina de tu guarda divina mi vida pecadora , tu clemencia tanto mostrará mas su bien crecido , cuanto es mas la dolencia , y yo merezco menos ser valido . Vírgen , el dolor fiero añuda ya la lengua , y no ...
... fuerza que me venció ha hecho indina de tu guarda divina mi vida pecadora , tu clemencia tanto mostrará mas su bien crecido , cuanto es mas la dolencia , y yo merezco menos ser valido . Vírgen , el dolor fiero añuda ya la lengua , y no ...
Página 50
... fuerza del tridente , que al mar soltó sin límite la rienda : ó á no tener cerrados á la enmienda los ojos entregado á sus maldades , mas debiera temer el mundo ciego la lluvia de aquel fuego , que reduce á cenizas las ciudades ...
... fuerza del tridente , que al mar soltó sin límite la rienda : ó á no tener cerrados á la enmienda los ojos entregado á sus maldades , mas debiera temer el mundo ciego la lluvia de aquel fuego , que reduce á cenizas las ciudades ...
Página 51
... fuerza y el aliento os han crecido ? tal estais que apenas ya discierno cual es de entrambos el guerrero eterno . y La flaca amarillez que la abstinencia inprimió en vuestro rostro , vuelta miro en rosicler no visto en los humanos , y ...
... fuerza y el aliento os han crecido ? tal estais que apenas ya discierno cual es de entrambos el guerrero eterno . y La flaca amarillez que la abstinencia inprimió en vuestro rostro , vuelta miro en rosicler no visto en los humanos , y ...
Página 53
... fuerza la gran presa . Asi la gente que en sus lazos presa tuvo por suya , ve ofrecerse al templo : tanto puede , Francisco , vuestro ejemplo : Cancion , pues la humildad que aqui impedia escuchar á Francisco su alabanza , coronado en ...
... fuerza la gran presa . Asi la gente que en sus lazos presa tuvo por suya , ve ofrecerse al templo : tanto puede , Francisco , vuestro ejemplo : Cancion , pues la humildad que aqui impedia escuchar á Francisco su alabanza , coronado en ...
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Términos y frases comunes
abrasa ageno agora aire alegre alma amado amor Apolo aqueste ardiente auch austro avara aves ay cuan amarga bella Bernardino de Rebolledo Betis blando Boscan buen Burguillos cabello canto celestial ciego cielo consuelo contento corazon cuidado culpa daño deja deleite despues distila divino dolor dulce dura engaño enna enojos eres espanto esperanza estoy estrellas eterno fiera flabelo flores fuego fuerza gente gloria gloriosa gozo habia hallo hermosa hermosura hijo hircana huye jamas Jupiter lágrimas llama llanto llora loco madre mano Maria mira miserable mortal mudanza muero muerte mundo ninfa noche ofendido ojos padre Parnaso paso pastor pecado pecador pecho pena piélago plectro prado prenda pudo pura quiero rayo rezelo ribera rostro seiner siento sind sois sombra Sonette subir suelo suerte sulca suspiros tambien tierno tierra tormento triste vano vencer venir ventura Venus viendo viento Virgen vivo vuelo zelo
Pasajes populares
Página 139 - ¡Qué descansada vida la del que huye el mundanal ru'ido, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido!
Página 140 - El aire el huerto orea, y ofrece mil olores al sentido, los árboles menea con un manso ruido, que del oro y del cetro pone olvido.
Página 152 - El aire se serena y viste de hermosura y luz no usada, Salinas, cuando suena la música extremada por vuestra sabia mano gobernada. A cuyo son divino el alma, que en olvido está sumida, torna a cobrar el tino y memoria perdida de su origen primera esclarecida.
Página 162 - Cantemos al Señor, que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero; Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, Salud y gloria nuestra.
Página 248 - Cual suele el ruiseñor con triste canto Quejarse, entre las hojas escondido, Del duro labrador, que cautamente Le despojó su caro y dulce nido De los tiernos hijuelos entre tanto Que del amado ramo estaba ausente...
Página 247 - Después que nos dejaste, nunca pace en hartura el ganado ya, ni acude el campo al labrador con mano llena.
Página 150 - Cuando contemplo el cielo de innumerables luces adornado, y miro hacia el suelo de noche rodeado, en sueño y en olvido sepultado, el amor y la pena despiertan en mi pecho un ansia ardiente...
Página 239 - El dulce lamentar de dos pastores, Salicio juntamente y Nemoroso, he de cantar, sus quejas imitando; cuyas ovejas al cantar sabroso estaban muy atentas, los amores, de pacer olvidadas, escuchando.
Página 125 - Gracias al cielo doy que ya del cuello del todo el grave yugo he sacudido, y que del viento el mar embravecido veré desde la tierra sin temello. Veré colgada de un sutil cabello la vida del amante embebecido en su error, y en su engaño adormecido, sordo a las voces que le avisan dello.
Página 151 - ¿Es más que un breve punto el bajo y torpe suelo, comparado a aqueste gran trasunto do vive mejorado lo que es, lo que será, lo que ha pasado?