Floresta de rimas antiguas castellanas, Parte 2Perthes y Besser, 1823 |
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Página 36
... ! Cuando tu te vas buscando los honores con cuidado , y tu cuerpo regalando de oracion muy apartado : cuando no das al cuitado como te lo manda Dios , mira , que te mira Dios ! No No. 392 . es maravilla qué vea al celestial 36 A.
... ! Cuando tu te vas buscando los honores con cuidado , y tu cuerpo regalando de oracion muy apartado : cuando no das al cuitado como te lo manda Dios , mira , que te mira Dios ! No No. 392 . es maravilla qué vea al celestial 36 A.
Página 47
... buscando siempre á mi querido : mis voces lastimeras resuenen en su oido , para que jamas tenga de mí olvido . O esperanza mia ! o bien de mi vivir , gran Dios eterno ! dichoso fue aquel dia , que mi corazon tierno de golpe lo libraste ...
... buscando siempre á mi querido : mis voces lastimeras resuenen en su oido , para que jamas tenga de mí olvido . O esperanza mia ! o bien de mi vivir , gran Dios eterno ! dichoso fue aquel dia , que mi corazon tierno de golpe lo libraste ...
Página 55
... buscando , mas fueras donde el hielo ó sol ardiente niegan habitacion á toda gente . la O tu siempre dichosa pecadora ! que fuiste por tal con grande espanto del vulgo con el dedo señalada ! tus lágrimas con Cristo pueden tanto , que la ...
... buscando , mas fueras donde el hielo ó sol ardiente niegan habitacion á toda gente . la O tu siempre dichosa pecadora ! que fuiste por tal con grande espanto del vulgo con el dedo señalada ! tus lágrimas con Cristo pueden tanto , que la ...
Página 61
... buscando que en yerba y flores el aurora deja : cuando con triste queja que enterneciera un mármol un solitario estaba , y de suerte lloraba par de una clara fuente al pie de un árbol , que amansando al corriente un rato cesa el ...
... buscando que en yerba y flores el aurora deja : cuando con triste queja que enterneciera un mármol un solitario estaba , y de suerte lloraba par de una clara fuente al pie de un árbol , que amansando al corriente un rato cesa el ...
Página 74
... buscando va el oro , que en el centro de la tierra naturaleza por dañoso encierra . Que virtud se conoce que contigo no huelgue de hacer alojamiento ? tú haces de virtud al hombre amigo y das luz á su oscuro entendimiento : tu párasle ...
... buscando va el oro , que en el centro de la tierra naturaleza por dañoso encierra . Que virtud se conoce que contigo no huelgue de hacer alojamiento ? tú haces de virtud al hombre amigo y das luz á su oscuro entendimiento : tu párasle ...
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Términos y frases comunes
abrasa ageno agora aire alegre alma amado amor Apolo aqueste ardiente auch austro avara aves ay cuan amarga bella Bernardino de Rebolledo Betis blando Boscan buen Burguillos cabello canto celestial ciego cielo consuelo contento corazon cuidado culpa daño deja deleite despues distila divino dolor dulce dura engaño enna enojos eres espanto esperanza estoy estrellas eterno fiera flabelo flores fuego fuerza gente gloria gloriosa gozo habia hallo hermosa hermosura hijo hircana huye jamas Jupiter lágrimas llama llanto llora loco madre mano Maria mira miserable mortal mudanza muero muerte mundo ninfa noche ofendido ojos padre Parnaso paso pastor pecado pecador pecho pena piélago plectro prado prenda pudo pura quiero rayo rezelo ribera rostro seiner siento sind sois sombra Sonette subir suelo suerte sulca suspiros tambien tierno tierra tormento triste vano vencer venir ventura Venus viendo viento Virgen vivo vuelo zelo
Pasajes populares
Página 139 - ¡Qué descansada vida la del que huye el mundanal ru'ido, y sigue la escondida senda, por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido!
Página 140 - El aire el huerto orea, y ofrece mil olores al sentido, los árboles menea con un manso ruido, que del oro y del cetro pone olvido.
Página 152 - El aire se serena y viste de hermosura y luz no usada, Salinas, cuando suena la música extremada por vuestra sabia mano gobernada. A cuyo son divino el alma, que en olvido está sumida, torna a cobrar el tino y memoria perdida de su origen primera esclarecida.
Página 162 - Cantemos al Señor, que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero; Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, Salud y gloria nuestra.
Página 248 - Cual suele el ruiseñor con triste canto Quejarse, entre las hojas escondido, Del duro labrador, que cautamente Le despojó su caro y dulce nido De los tiernos hijuelos entre tanto Que del amado ramo estaba ausente...
Página 247 - Después que nos dejaste, nunca pace en hartura el ganado ya, ni acude el campo al labrador con mano llena.
Página 150 - Cuando contemplo el cielo de innumerables luces adornado, y miro hacia el suelo de noche rodeado, en sueño y en olvido sepultado, el amor y la pena despiertan en mi pecho un ansia ardiente...
Página 239 - El dulce lamentar de dos pastores, Salicio juntamente y Nemoroso, he de cantar, sus quejas imitando; cuyas ovejas al cantar sabroso estaban muy atentas, los amores, de pacer olvidadas, escuchando.
Página 125 - Gracias al cielo doy que ya del cuello del todo el grave yugo he sacudido, y que del viento el mar embravecido veré desde la tierra sin temello. Veré colgada de un sutil cabello la vida del amante embebecido en su error, y en su engaño adormecido, sordo a las voces que le avisan dello.
Página 151 - ¿Es más que un breve punto el bajo y torpe suelo, comparado a aqueste gran trasunto do vive mejorado lo que es, lo que será, lo que ha pasado?