El Museo de ambas Américas, Volumen 3

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Juan García del Río
Rivadeneyra., 1842
 

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Página 277 - Do temblando mora, la mano de hierro Tiende sobre el pueblo mostrando el puñal. Vergüenza, despecho y envidia le oprimen ; Los hombres de Mayo son hombres de crimen Para este ministro del genio del mal. Sin él, patria, leyes, libertad gritaron, Sin él, valerosos la espada empuñaron, Rompieron cadenas y yugo sin él. Por eso persigue con hórrida saña A los vencedores de su amada España, Y en el grande día la venga cruel.
Página 276 - Por los horizontes del río de Plata el pueblo en silencio la vista dilata buscando en las aguas naciente fulgor; Y el aire de vivas poblaráse luego cuando en el baluarte con lenguas de fuego anuncie el momento cañón tronador: Cándida y celeste la patria bandera . sobre las almenas será la primera que el brillo reciba del gran luminar: . Y ved en las bellas cándida y celeste como la bandera, la nítida veste en gracioso talle graciosa ondear.
Página 277 - Donde la victoria nos fué tan ingrata, ¿Le vieron acaso con gloria caer? A fuer de cobarde y aleve asesino, Espiaba el momento que al pueblo argentino Postrado dejara discordia civil; Y al verle vencido por su propia fuerza, Le asalta, le oprime, le burla, y se esfuerza En que arrastre esclavo cadena servil. ¡Oh Dios!
Página 276 - Ya raya la aurora del día de Mayo: salgamos, salgamos a esperar el rayo que lance primero su fúlgido sol. Mirad: todavía no asoma la frente, pero ya le anuncia cercano al oriente de púrpura y oro brillante arrebol. Mirad esas filas; el rayo, el acero, los patrios pendones, la voz del guerrero al salir el astro saludo le harán; de párvulos tiernos inocente coro alzará a los cielos el canto sonoro, y todas las madres de amor llorarán.
Página 278 - ¡Hijos de mi patria, levantad la frente y con fuerte brazo la fiera inclemente que lanzó el desierto, de un golpe aterrad! Lavad vuestra mancha, valientes porteños, y mostrad al mundo que no tiene dueños el pueblo que en Mayo gritó Libertad.
Página 278 - Los heroicos hechos que tu historia cuenta, Tus días felices, tu antiguo esplendor, Deslumhran su vista, confunden su nada, Y el bárbaro intenta dejar apagada La luz que a los libres en Mayo alumbró. Tú, que alzando el grito despertaste un mundo Postrado tres siglos en sueño profundo Y diste a los reyes tremenda lección, ¿De un déspota imbécil esclava suspiras? ¡Eh! contra tu fuerza ¿qué valen sus iras?
Página 277 - Feroz y medroso, desde el hondo encierro Do temblando mora, la mano de hierro Tiende sobre el pueblo mostrando el puñal. Vergüenza, despecho y envidia le oprimen ; Los hombres de Mayo son hombres de crimen Para este ministro del genio del mal. Sin él, patria, leyes, libertad gritaron, Sin él, valerosos la espada empuñaron, Rompieron cadenas y yugo sin él.
Página 276 - ¡Como en negra noche mudas y desiertas Las calles y plazas y templos están! Sólo por escarnio de un pueblo de bravos Bandas africanas 'de viles esclavos Por calles y plazas discurriendo van. Su...
Página 85 - Colombia, y porque no puede haber república donde el pueblo no está seguro del ejercicio de sus propias facultades. Un hombre como yo, es un ciudadano peligroso en un gobierno popular; es una amenaza inmediata a la soberanía nacional. Yo quiero ser ciudadano, para ser libre y para que todos lo sean. Prefiero el título de ciudadano al de Libertador, porque éste emana de la guerra, aquél emana de las leyes.
Página 157 - ¡ven, dulce sueño, ven! Cuántas veces sereno y complaciente embriagó mis sentidos tu fragancia en las tranquilas horas de mi infancia ¡que ya volaron para no tornar! Cuando mi vida pura y transparente era cual la corriente de ese río, que al gemir de las brisas del estío precipita sus aguas a la mar. Entonces con tus labios de azucena mis párpados cerrar no desdeñabas, y sólo de tu seno me alejabas para entregarme en brazos del placer.

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