Poesías selectas castellanas, desde el tiempo de Juan de Mena hasta nuestros dias, Volumen 3

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G. Fuentenebro y compania, 1807
 

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Página 228 - Salíme al campo, vi que el sol bebía los arroyos del hielo desatados; y del monte quejosos los ganados que con sombras hurtó su luz al día. Entré en mi casa: vi que amancillada de anciana habitación era despojos; mi báculo más corvo y menos fuerte. Vencida de la edad sentí mi espada y no hallé cosa en...
Página 244 - Por importar en los tratos y dar tan buenos consejos en las casas de los viejos gatos le guardan de gatos; y, pues él rompe recatos y ablanda al juez más severo, poderoso caballero es don Dinero.
Página 229 - No he de callar, por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo. ¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice, nunca se ha de decir lo que se siente?
Página 229 - En otros siglos pudo ser pecado severo estudio, y la verdad desnuda, y romper el silencio el bien hablado. Pues sepa, quien lo niega y quien lo duda, que es lengua, la verdad, de Dios severo, y la lengua de Dios nunca fué muda.
Página 130 - Adonis bello ; ya anudada a su cuello podrás verla dormida, ya él casi trasladado a nueva vida. Desnuda el brazo, el pecho descubierta, entre templada nieve evaporar contempla un fuego helado, y al esposo, en figura casi muerta, que el silencio le bebe del sueño con sudor solicitado. Dormid, que el dios alado, de vuestras almas dueño, 45 con el dedo en la boca os guarda el sueño.
Página 244 - Que con haberle hecho cuartos No pierde su autoridad; Pero pues da calidad Al noble y al pordiosero. Poderoso caballero Es don Dinero.
Página 243 - Poderoso caballero es don Dinero Madre, yo al oro me humillo; él es mi amante y mi amado, pues, de puro enamorado, de contino anda amarillo; que pues, doblón o sencillo, hace todo cuanto quiero, poderoso caballero es don Dinero.
Página 233 - ... hereje y alevoso. Pudo acusar los celos desiguales a la Italia ; pero hoy de muchos modos somos copias, si son originales. Las descendencias gastan muchos godos ; todos blasonan, nadie los imita, y no son sucesores, sino apodos. Vino el betún precioso que vomita la ballena, o la espuma de las olas que el vicio, no el olor, nos acredita. Y quedaron las huestes españolas bien perfumadas, pero mal regidas, y alhajas las que fueron pieles solas.
Página 182 - Ande yo caliente, y ríase la gente. Traten otros del gobierno del mundo y sus monarquías, mientras gobiernan mis días mantequillas y pan tierno, y las mañanas de invierno naranjada y aguardiente; Y ríase la gente.
Página 233 - Estaban las hazañas mal vestidas, y aún no se hartaba de buriel y lana la vanidad de fembras presumidas. A la seda pomposa siciliana, que manchó ardiente múrice, el romano y el oro hicieron áspera y tirana. Nunca al duro español supo el gusano persuadir que vistiese su mortaja, intercediendo el Can por el verano.

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