Imágenes de página
PDF
ePub

como tengo dentro de mí. Espero con ánsia las cartas del correo que tengo allá, y conforme á ellas me dispondré para ir á La Haya ó á Spá si así lo permitiere el servicio del amo. El partido de esperar en Bruselas jamás vendré en él, aunque hubiese de ser ciudadano de Munster toda mi vida, porque ni mi condicion es para aquel gobierno, ni aquellos Condes y yo podemos tejer una trenza, y si algunas conjeturas no me engañan, me parece que no tienen ellos ménos susto que yo despues que vieron en el despacho del Rey que Su Majestad me mandaba esperar en Bruselas. Excusarémosles el trabajo con ayuda de Dios. Si conviniere que vayamos á La Haya, y nos dieren medios, haremos el viaje y seguiremos la vuelta de España, que al cabo de cuatro años no sería gran gollería en quien tiene más de cincuenta, ningun hijo y muchos achaques. No puedo apartar de la imaginacion si se me muriera D. Luis, á qué buen cobro quedara.

Nuestro Embajador extraordinario del Emperador entiende tambien la música, que en la primera carta desde Praga me intimó su partenza la vuelta de Viena, para tomar desde allí su viaje á España por Italia. Paréceme que no quiere morder de los negocios. No me maravillo que lo rehuse, porque el compañero no debe de estar bien hallado con el huésped, y cuando no hubiese de atravesarles las negociaciones que intentase, sin escrúpulo ninguno me atreveria yo á afirmar que no le ayudará; y en suma, si sus instrucciones le consienten el poderse volver, yo creo que esto le convendrá á él, y Su Majestad perderá poco ó nada, porque mientras el duque de Terranova estuviere en la Córte imperial, yo creo será harto dificultoso el negociar por otra mano. Sobre esto no ha escrito nada el mancebo, porque, como digo á V. E., luego me dijo que trataba de irse. Ahora ha vuelto á Praga; creo que debe ser el motivo la jornada en que se habia pensado de traer á la Reina por el Imperio, aunque no me lo ha dicho, por no tener cifra, si no la pide prestada, que ha sido otra buena historia que me ha impedido el escribirle como quisiera, temiendo no me abra las cartas, y se entretenga con ellas el compañero.

TOMO LXXXIV.

16

De todo el bien del duque de Medina de las Torres me huelgo y me alegro; pero hallándome de doce ó trece años á esta parte en contínuo desvalimiento suyo, no puedo dejar de suplicar á V. E. confidentemente que esté con advertencia á lo que me toca, porque si bien la seguridad de mi conciencia y la certitud entera que tengo en no haber dado jamás ocasion al Duque con que desmerecer de su buena gracia, y la misma bondad del Duque me pueden asegurar y confiar de que no intentará hacerme sinrazon, todavía la fragilidad de la carne y la larga distancia en Munster me obliga á algun recelo viéndole en el Consejo de Estado, donde van á parar todos mis despachos, y donde se han de censurar y graduar mis méritos y servicios. Sirva esto para noticia de V. E., que usará de ello como juzgare que conviene.

Brun ha enviado ya doce inscripciones que hizo bien apriesa para el Panteon: Monsieur Friquet ha hecho la inclusa, que si no saliese larga respecto de la capacidad de la piedra en que se ha de esculpir, por mi juicio la antepondria á todas las que he visto. Espero otras de Guesvarcio y del Presidente Weims.

SISTE VIATOR.

IN HOC HYPOGEO NON TUMULUS est sed deLUBRUM

IN QUO CATH. HISP. REGUM NON TAM CONDITA MAJESTAS QUAM CONSECRATA PIETAS
CUI UT ET RELIQUIS VIRTUTIBUS QUE SOLA VIVOS FACIUNT VERUM HOC PANTHEON DEDICATUM
PHILIPPO II AUSPICANTE,

QUI SUB AUGUSTISSIMO TOTIUS ORBIS TEMPLO HOC MONUMEN GLORIOSSISIMIS MAJORIBUS
SIBIQUE ET POSTERIS DESIGNAVIT

PHILIPPO III PROMOVENTE

QUI INVICTISSIMI CESARUM CAR. V MAXIMI REGUM PHI. II IMMORTALI MEMORES
INCOMPARABILE MAUSOLEUM IN PANTHEI ROMANI TERMAM EREXIT ET SUPERBO MARMORUM
APPARATU, SOLIDO METALLORUM FULGORE DESTINATIONE ÆTERNINATIS FIRMAVIT.
PHILIPPO IV CONSUMMANTE

QUI PAREM TANTÆ MAJESTATI FABRICAM SUPRA NATURÆ OPES PRETIUMQUE MATERIE IN QUA AURUM.
ACCESSIO EST, ARTIS SPLENDORE, STRUCTURAQUE MAGNIFICENTIA ITA ADORNATUS

UT IN OCTAVO ORBIS MIRACULO MAIUS ALIQUOD MIRACULUM MERITO QUÆRAT

NIHIL ILLUSTRIUS SUB SOLE QUAM HIC SUB SOLO SPECTATURUS
INGREDERE VIATOR, et stupendi OPERIS ADSPECTU FRUERE
SED HAC LEGE

UT MARMORUM REGUM PIETATEM MAIESTATEMQUE VENERATUS

CELESTIBUS TOT HEROUM ANIMIS, NON TAM VITA QUAM MORTALITATE EXUTIS

BENE ADPREVERIS.

AL REY

CON UN MEMORIAL DE LA CIUDAD DE MUNSTER, Y DISCURRE SOBRE TOMAR ESTA PLAZA LA PROTECCION DE SU MAJESTAD

Y DE LOS ESTADOS. MUNSTER 11 DE JUNIO DE 1648.

(Biblioteca Nacional.-Sala de Manuscritos.-E. 193.)

SEÑOR.

Esta ciudad de Munster teme, con mucha razon, que sueceses y franceses piensen sobre ella y áun sobre todo el Círculo de Westfalia. Háme dado la ciudad el Memorial incluso, cuya copia remito á Vuestra Majestad, y tengo entendido que desean ponerse debajo de la proteccion de Vuestra Majestad y de los Estados, y áun los Estados deben de desearlo, segun se colige de lo que oimos á estos Ministros. Esta materia tiene bien en qué reparar, porque para admitirla con gusto son muchas las consideraciones que se ofrecen, pero tampoco faltan reparos que obligan á recato. El empezar Vuestra Majestad unido con los Estados á entrar en negocio desta calidad, abre camino para llegar á mayores progresos y coligaciones más importantes. Esta ciudad está en paraje de grandísima consecuencia, tanto para los intereses de Vuestra Majestad como de los Estados, y si (lo que Dios no permita) cayese en manos de sueceses, serian unos peligrosísimos vecinos, pues en dos marchas ó poco más se hallarian al Rhin, y aunque encontraran primero con holandeses en las plazas que tienen sobre el Reno; pero desde ellas al Güeldres y á todo lo que Vuestra Majestad posee ultra Mosa, hay harto poca distancia. Por lo que toca á holandeses, áun es mucho mayor el perjuicio, pues sin llegar al Reno podrian desde aquí metérseles en Frisa y en Holanda, de manera que el asegurar esta ciudad y mantenerla en amistad y oficio, yo lo estimo por cosa de grandísimo interés; á que añado, que alguna vez me han dado intencion de parte deste cabildo eclesiástico, de hacer coadjutor del Señor Elector de

Colonia, que hoy es Perlado, al Señor Archiduque, y esto sin duda fuera convenientísimo mientras Su Alteza se halla en el empleo que hoy tiene. Por otra parte se debe reparar lo primero en no disgustar al Señor Emperador y al Imperio con entrar Vuestra Majestad en designios nuevos que les puedan ser sospechosos. El mismo recato y mayor se debe tener el dia de hoy con el Elector de Colonia, Príncipe y Perlado desta ciudad; lo segundo se debe reparar en que la principal guerra deste Círculo es con la Lansgrave de Hassia, con la cual Vuestra Majestad no tiene guerra. Háme parecido dar cuenta á Vuestra Majestad para que con noticia de todo resuelva lo que fuere de su mayor servicio.

AL REY

SOBRE NEGOCIACION CON FRANCESES Y CONVENIENCIA

DE DESHACER ESTE CONGRESO, Á CUYO PROPÓSITO REMITE COPIA DE CAPÍTULO DE TERRANOVA, DE 18 DE ABRIL. MUNSTER 11 DE JUNIO DE 1648.

(Biblioteca Nacional.-Sala de Manuscritos.-E. 193.)

SEÑOR.

Por dos diferentes despachos de Vuestra Majestad de 6 de Mayo se sirve Vuestra Majestad de mandarme advertir el intento con que se halla de que en caso de continuarse esta tratacion entre Vuestra Majestad y el Rey Cristianísimo, sea por Tratado nuevo, no pudiéndose comportar que hoy se concedan á franceses tan exorbitantes condiciones como las que hasta ahora se les ofrecieron, supuesto que la reduccion del reino del Nápoles y la pacificacion entre Vuestra Majestad y los Estados de las Provincias Unidas, han mudado tanto y tan en favor de Vuestra Majestad, y ensanchado los apretados términos en que todo se hallaba por Enero, si bien en otra carta de la misma fecha Vuestra Majestad se sirve de mandarme decir que aunque su Real intencion es que habiéndose de continuar la plática de

la dicha paz sea por Tratado nuevo y por la calidad de mejorar las condiciones exorbitantes que ántes estaban concedidas á franceses; esto debe entenderse en caso que el estado de las cosas no varíen, que haciéndolo deja Vuestra Majestad á mi eleccion el obrar lo que juzgare que conviene, ordenando Vuestra Majestad que sobre todo diga mi sentir. Mi sentir, Señor, es que tampoco tendriamos la paz hoy con todas las condiciones de 30 de Enero, y la experiencia lo está mostrando, pues se vé que áun despues de hecha la paz de Holanda y reducido Nápoles, é instando holandeses como interpositores para traer las Coronas á alguna conclusion, no sólo no ha facilitado la materia el Servien, pero introducido en la tratacion otros cien embarazos nuevos, como se puede ver en los papeles que ha dado, de que remito copia, con otro despacho desta fecha. Vuestra Majestad se sirva de tener por indubitable que por vía de negociacion, mientras el Cardenal Mazarini asistiese en el Gobierno comun, no sólo no se mejorarán un punto las condiciones acordadas por Vuestra Majestad á franceses, pero ni con ellas tendremos la paz; de suerte que por Tratados no hay que esperar mejoría, y si las armas (que es la única apelacion) fueren superiores y en consecuencia ocasionaren en Francia algun tumulto, entónces todo se vendrá á la mano, y Vuestra Majestad podrá elegir los medios que le pareciere, segun fuere la calidad de los accidentes. Las victorias solas tampoco han de dar la paz, pues cuando pierdan cuatro plazas ó seis cada año tienen hartos años que perder, y de esto se le dará al Cardenal mucho menos que de aventurar la conservacion de su Estado, como sin duda cree y creen todos que la aventuraria si hiciese la paz. Mi único deseo es de que este Congreso se rompa, y se separen estos Estados, y estos franceses y sueceses viendo y tocando con las manos que mientras están juntos es imposible que haya paz ni que cesen las contínuas confederaciones y maquinaciones de los enemigos á daño de toda la Augustísima Casa, he deseado y deseo que el Señor Emperador, á quien tocaba más derechamente, rompiese la tela, y á lo que colijo de las cartas de Terranova, de que remito algun capítulo, en

« AnteriorContinuar »