Cancionero general de Hernando del Castillo: según la edición de 1511, con un apéndice de lo añadido en las de 1527, 1540 y 1557, Parte 1

Portada
Sociedad de Bibliofilos Españoles, 1882
 

Páginas seleccionadas

Otras ediciones - Ver todo

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 348 - Si tú quisieses, señora, yo sería tu servidor» «Vete de ahí, enemigo, malo, falso, engañador, que ni poso en ramo verde, ni en prado que tenga flor ; que si el agua hallo clara, turbia la bebía yo ; que no quiero haber marido, porque hijos no haya, no ; no quiero placer con ellos, ni menos consolación.
Página 337 - VEN, muerte, tan escondida que no te sienta conmigo porque el gozo de contigo no me torne a dar la vida Ven como rayo que hiere, que hasta que ha herido no se siente su ruido. por mejor herir do quiere: así sea tu venida, si no, desde aquí me obligo que el gozo que habré contigo me dará de nuevo vida...
Página 219 - La fuerza del fuego que alumbra, que ciega mi cuerpo, mi alma, mi muerte, mi vida, do entra, do hiere, do toca, do llega, mata y no muere su llama encendida: ¿pues qué haré, triste, que todo me ofende?
Página 71 - É los defuntos passados, Por mucho santos que fuessen, En la gloria son penados, Descontentos, no pagados, Por morir sin que vos viessen; Y...
Página 63 - MUY más clara que la luna, sola una en el mundo vos nacistes tan gentil que no ovistes ni tovistes competidora ninguna. Desde niñez en la cuna cobrastes fama, beldad, con tanta graciosidad que vos dotó la Fortuna, que assí vos organizó y formó la composición humana, que vos sois la más lozana soberana que la natura crió. ¿Quién sin...
Página 205 - Siempre huyes De te dar poco, ni nada, Desta mi vida rauiosa Que destruyes. Ni te puede dar pesar Este amor, ni su poder Sabe dar medio Para te hazer mirar Ou'es razón ya de querer mi remedio ; Y mi dolor, mi enemigo, Con c'á muerte y disfauores Me condenas.
Página 196 - Yo hago las rugas viejas Dexar el rostro estirado, Y sé cómo el cuero atado Se tiene tras las orejas...
Página 239 - Aullad, pobres sentidos ; pues os hacen tal agrauio, dad más fuertes alaridos. Cabo. No cessando de rauiar, no digo si por amores, no valen saludadores, ni las ondas de la mar. Ham, ham, huyd, que rauio ; pues no cumple declarar la causa de tal agrauio, el remedio es el callar.
Página 15 - Mucho poca. Quando tú de quien te troca Te desuías, Su vida por muchas vías Se apoca. Por lo qual, muy soberano, Yo bien siento Encima de mi'sturmento Qu' es humano, Tu bendita y santa mano De piedad, Por mis yerros, mezquindad Y desmano.
Página 205 - D'esté tu catino triste, Que so yo. No me juzgues tu enemigo, Que mi fe lo contradize Y lo deshaze...