3.

Estracto general de valores y gastos que han tenido las rentas y repartimientos impuestos para la obra del desagüe real de Huchuetoca, en los diez y siete decenios y dias corridos desde veinte y ocho de Noviembre de mil seiscientos siete, en que se principió la citada obra, gobernando la Nueva España el Exmo. Sr. marques de Salinas, hasta treinta y uno de Diciembre de mil setecientos setenta y siete, demostrándose por el cotejo de sumas el actul ventajoso estado de dichas rentas, sin embargo de los suplementos continuos que les ha hecho la caja de real hacienda de México.

Los valores que han producido las rentas y repartimientos impuestos para la obra del real desagüe de las lagunas del contorno de esta ciudad de México, por el sitio nombrado Nochitongo y pueblo de Huehuetoca, desde veinte y ocho de Noviembre de mil seiscientos siete, que tuvo principio, siendo virey el Exmo. Sr. D. Luis de Velasco, el segundo marques de Salinas, hasta treinta y uno de Diciembre del año de mil setecientos setenta y siete, en que se cuentan ciento setenta años, un mes y tres dias, ascienden á cinco millones setecientos veintinueve mil, ochenta y nueve pesos, seis tomines, dos granos, que comparados con cinco millones, trescientos noventa y nueve mil, ochocientos sesenta y nueve pesos, tres tomines, dos granos, importe de los gastos consumidos en ella, quedan de caudal sobrante trescientos veinte y nueve mil doscientos veinte pesos, dos reales, diez granos, de cuya cantidad que pára en las arcas reales, pagándose al consulado de mercaderes de este reino, doscientos setenta y cinco mil pesos, que se le restan para el completo de ochocientos mil pesos, porque se obligó á dar concluida la obra de tajo abierto en el término de cinco años, que cumplió á veintinueve de Enero de mil setecientos setenta y tres, aun resultan cincuenta y cuatro mil'doscientos veinte pesos, dos tomines, diez granos, de fondo libre y bueno, á las apuntadas rentas, las cuales se individualizarán en la relacion adjunta. con otras noticias conducentes. Fecho de oficio y en horas estraordinarias de audiencia del real tribunal de cuentas de México, á diez y nueve de Junio de mil setecientos setenta y nueve.-Juan Ordoñez.

TOMO V.-45

5.

ADVERTENCIA.

Las novedades que ha tenido este ramo en el año pasado de mil setecientos setenta y ocho y el presente, se adicionan al fin de la relacion. Tribunal y real audiencia de cuentas de México, diez y nueve de Diciembre de mil setecientos setenta y nueve.--Ordoñez.

6.

Relacion sucinta de las inundaciones generales que han venido sobre la ciudad de México, desde su fundacion, situaciones que han costado los reparos y preservativos hechos de sus resultas, ereccion del desagüc de Huehuetoca, sus rentas y repartimientos; progresos de estas, y del estado en que se hallaban á fin del año de mil setecientos setenta y siete: todo para ilustrar el estracto adjunto de los valores y gastos que han tenido las imposiciones del apuntado desagüe, desde veintiocho de Noviembre de mil seiscientos siete, que se puso por obra, hasta treinta y uno de Diciembre del referido setecientos setenta y siete.

7.

Temixcitan, hoy México, ciudad principal y cabeza del imperio mexicano, fué fundada el año de mil trescientos veinte y siete, sobre chinanpas 6 camellones de tierra portátil, en una laguna espaciosa, cuyo suelo se mejoró despues hasta hacer calles de tres formas: de agua, de agua y tierra, y de tierra sola; de que se infiere cuán débil es su planicie y cuán dispuesta á la trasminacion del agua, por la flojedad y poca union de la tierra.

8.

Hállase al presente con suntuosos edificios, á cuya conservacion contribuye la humedad de siete acequias que la rodean y traspasan, siendo tambien receptáculo de inmundicias, y de las aguas lluvias que caen en la ciudad, cuyas corrientes van á salir á la laguna de San Lázaro, por otras tantas compuertas que tiene su albarrada, traginando

por aquellas gran número de canoas, con bastimentos de los lugares inmediatos en que se mantiene mucha gente, con utilidad de todo el vecindario.

9.

Como esta ciudad es la parte mas baja' de setenta leguas en contorno, han ocurrido á su laguna todas las aguas de los rios, montes y serranías que la ciñen, causa porque fué siempre propensa á inundaciones.

10.

Estas provienen, segun ha enseñado la esperiencia, de lluvias continuadas, siendo el enemigo mas poderoso las aguas del Norte, que descienden de los llanos de Pachuca y rio de Cuautitlan, á la laguna de Zumpango, y de ésta á la de S. Cristóbal Ecatepec, entrando todas en la de S. Lázaro 6 Texcuco, cuyo vaso, por no ser capaz de encerrar tal conjunto de aguas, derrama el sobrante en esta ciudad, inundándola con grande pérdida de vidas y caudales.

11.

Ocho inundaciones generales ha padecido esta ciudad desde su fundacion, y en todas se ha visto anegada, de manera, que no podia andarse sino en canoas ó barquillas.

12.

Las tres primeras acaecieron en la gentilidad, por el tiempo de Moctezuma, quinto rey, y primero de este nombre; de Ahuitzol, rey octavo, y del último Moctezuma, emperador; las cuales fueron tan grandes, fuertes y violentas, que se destruyeron muchos edificios, por lo que se intentó mudar la ciudad; pero con el auxilio de los indios comarcanos, se reparó el daño é hicieron varias obras de que la principal en lo preservativo, fué el Albarradon, que pasa por delante de los baños del Peñol, con que se dividió la laguna de México ó S. Lázaro, fabricado de madera y piedra, el cual se halla hoy arruinado.

13.

Despues que por el año de mil quinientos veintiuno, se unieron á la corona de Castilla estas provincias, con el nombre de reino de

Nueva España, por medio de su conquistador D. Fernando Cortes, el Sr. D. Antonio de Mendoza, primer virey, noticioso de dichas inundaciones, mandó declarasen los indios viejos de aquel tiempo, que parecieron mas á propósito, el modo con que los gentiles se habian manejado en semejantes casos, y de esta informacion consta que nunca hallaron camino de desagüe, y que el emperador Moctezuma y sus antecesores, durante la temporada de lluvias, se retiraban hácia Texcuco, para libertarse de tales peligros.

14.

La cuarta inundacion fué por el año de mil quinientos cincuenta y tres, gobernando el Sr. D. Luis de Velasco, segundo virey y primero de este nombre, en cuyo tiempo se hizo la grande obra de la albarrada de S. Lázaro. Continuaron las lluvias tanto, que no dieron lugar en algunos años al principio de una iglesia Catedral metropolitana, que por real cédula, dada en Monzon de Aragon, á veintiocho de Agosto de mil quinientos cincuenta y dos, se mandó fabricar con siete naves, las que despues se pusieron en práctica reducidas á cinco con atencion á los repetidos terremotos que se esperimentaban y á la conocida debilidad del terreno.

15.

En mil quinientos ochenta, siendo virey el Sr. D. Martin Enriquez, sobrevino la quinta inundacion, y de sus resultas se hicieron varias obras, reducidas á fortificar albarradas, levantar calzadas y desarenar rios. Tratóge de desagüe general por Nochistongo y Huehuetoca, á salir al rio de Tula, que parece ser el que se eligió despues.

16.

Sucedió la sesta inundacion por el año de mil seiscientos cuatro, mandando este reino el Sr. marques de Montes Claros, y por la cual se repararon albarradas, se hicieron las calzadas de S. Cristóbal Mejicalcingo y Guadalupe, se levantaron y empedraron las calles, se encarcelaron las aguas de los rios Santorum y Morales, se pusieron compuertas en partes convenientes y se practicaron diligencias de desagüe general por el pueblo de Tequisquiac, que no tuvo efecto.