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cho fué deliberado, que el Condestable fuese adelante á resistir á los Reyes la entrada. E mandó el Rey al Almirante, é al Duque Don Fadrique, é al Adelantado Pero Manrique, é á Don Pero de Velasco, Camarero mayor del Rey, que despues fué Conde de Aro, que se juntasen con el Condestable, é 5 fuesen con él. Los quales como quiera que fuesen tan grandes omes, ellos fueron en aquel fecho á la gobernacion é mando del Condestable, assi por la mayoria de la dignidad de la Condestablia, como porque los poderes del Rey al Condestable se endereszaban ; é aún porque en todo bien representaba la 10 persona del Rey. E antes que partiese el Condestable é estos caballeros fué acordado, que ficiesen todos juramento é pleyto omenage en las manos del Rey, de resistir la venida de los Reyes á todo su poder, é si algunas fablas ó partidos les fuesen movidos, de las facer saber al Rey. El Rey 15 fizo otro semejante á ellos de non facer concordia, nin assentar firmeza con los Reyes sin su consejo. Todos los grandes é Perlados que estaban en la corte, é personas notables ficieron esse mismo juramento: é como algunos llegaban de los que non eran ende, luego lo facian. Esto se ordenó por algu- 20 nas dubdas é sospechas que se avia en la tardanza del Infante Don Enrique, que non venia; é en el Duque Don Fadrique, é Iñigo Lopez de Mendoza, é otros algunos que descian, que procuraban de secreto la venida de los Reyes, é se carteaban con ellos. Vino ende Garci Fernandez Manrique 25 á escusar la tardanza del Infante, por que non avia rescebido todo el sueldo que el Rey le avia mandado dar para la veni. da, aunque avia avido la mayor parte, é porque adereszaba otras cosas para la venida. El qual traía poder del Infante: é fizo él mismo juramento assi por el Infante, como por sí, 30 el qual despues non mantovieron, segund la historia contará: assi que fué rescebido aquel juramento assi de los sospechosos, como de los sin sospecha, por non escandalizar á ningunos. Partido el Condestable de Palencia con la gente de su casa, é con la que iba recogiendo; é como quiera que se 35 avian de ayuntar con él fasta en número de dos mil lanzas, aún non era llegada mucha de esta gente, endereszó su camino para la cibdad de Burgos, por recoger ende á Don Pe.

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ro de Velasco con su gente, el qual vino é se juntó ende con el Condestable. El Adelantado Pero Manrique yá venia con él desde Palencia. Partió el Condestable de Burgos, é tomó camino de Almazan, é en el camino le alcanzó el Almirante 5 Don Fadrique. E levó aquel camino el Condestable, pensando que á aquella parte se acostarian los Reyes de Aragon é Navarra, de los quales ovo nueva que estaban con gran pieza de gente de armas en el campo assentado para su real cerca de Huerta. Por esto andovo el Condestable quanto mas con 10 su hueste podia andar, por los embargar la entrada, fasta llegar á Almazan, donde acordó de estar fasta esperar sus corredores, que al real de los Reyes, é á otras partes enviára por saber lo que facian, é lo que á él convenia facer. Otro dia que llegó ende el Condestable, sopo como los Reyes de Aragon é 15 Navarra, con su gente de armas ordenada en batalla, eran entrados en el Regno, la qual entrada fué víspera de Sant Juan de Junio. Esta nueva sabida, luego sacó el Condestable toda la gente de armas que levaba, é se puso con ella en el campo, lo qual fizo dentro de dos horas despues de sabida la nueva. 20 E assentó á media legua de Almazan, por donde entendió que los Reyes avian de passar, segund el camino que avian tomado. Mas los Reyes non ficieron aquel camino, ó porque se quisieron desviar de donde sopieron que el Condestable estaba, ó porque tenian otro concierto por la otra parte. Ca de 25 público se afirmaba que Iñigo Lopez de Mendoza, que con ellos se avia carteado, los esperaba con su gente en la su villa de Ita, el qual se les avia enviado á ofrecer, assi por sí, como por algunos otros. Por esto fueron los Reyes el camino de Ita, en tal manera, que quando el Condestable lo sopo, 30 yá los Reyes estaban algund tanto mas adelante que él en el Regno, ca venian muy apercebidos, é estaban yá á la entrada del Regno, antes que de la parte de acá se pudiessen apercebir, nin recoger la gente. El Condestable Don Alvaro de Luna antes que fuesse cierto del camino que levaban los Re35 yes, todavia se ponia en el medio del camino por donde avian de passar para donde estaba el Rey, porque fallassen á él ade lante, é non pudiessen passar sin topar con él. E aquesto guardaba el Condestable sobre todo, mas que atajarles la entrada

en el Regno por otro camino; ca parescióle que era mejor dexarlos entrar mas adelante en el Regno, porque assi los podria cometer é vencer mas á su salvo; lo uno porque los Reyes serian mas alexados de sus Regnos, é ternian las tierras

del Rey por todas partes é les farian mal é daño; lo otro por- 5 que al Condestable fallescia grand número de la gente de armas que le avia de venir, é esperabala de cada dia. Despues que el Condestable fué certificado del camino que los Reyes levaban, levólos ante sí yendoles á las espaldas quanto dos leguas arredrado. Levantados los Reyes del real que assentaron 10 cerca de Jadraque, fueronle á poner legua é media de Cogolludo é á la sazon el Condestable assentó con su gente donde los Reyes avian levantado su real cerca de Jadraque. E podria ser la gente de armas que alli era con el Condestable por estonce fasta mill é setecientos omes de armas, é fas- 15 ta quatrocientos omes de á pie, ballesteros é lanceros. La gente que los Reyes traían seria tres mill omes de armas muy bien armados, é bien encabalgados, é los caballos, muchos dellos armados é encobertados. Tanto que en algunas cartas que fueron tomadas de los Reyes, que enviaban á algunas partes, descian, 20 levamos tres mill omes de armas, tanto á punto, que mas parescen divinos, que humanos, é fasta mill omes á pie bien armados á la manera de Aragon. Estando los Reyes en aquel real de Cogolludo, el Infante Don Enrique vino de Ocaña á ellos, con fasta cien omes de armas, é ciento é veinte gi 25 netes, é ayuntose con ellos. E afirmose que el Rey de Aragon le dixera quando viera que non traía mas gente:,, ¿Es tos son, hermano, los mill é cinco cientos rocines que me aviades de tener prestos para quando entrase?" E que le dixera estonce el Infante:,, Señor, hanme fallescido, que se- 30 gund lo que prometido me avian, bien los pensé tener aques,, sos, é mas." Antes que el Infante viniese de Ocaña á se ayuntar con estos Reyes, despues que sopo como avian de venir, é de rescebido sueldo del Rey, que le avia llamado, fué á la cibdad de Toledo so color de adereszarse para ir al Rey, 35 á fin de se apoderar della, é tentó de meter cargas de armas é gentes secretamente, para se alzar con la cibdad. Lo qual sentido por algunos caballeros de los que en ella moraban,

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tovieron maña como saliesse fuera, antes que él su proposito pudiesse complir; como quiera que antes de aquello toviesse fecho juramento al Rey de resistir é estorvar la venida del Rey de Navarra en sus Regnos. E despues Garci Fernandez Man5 rique avia fecho al Rey en nombre del Infante, con poder que dél traía, otro juramento de resistir la entrada de los Reyes, é ayuntarse con el Rey en aquel fecho, segund la historia ha contado, que todos los otros caballeros, é Garci Fernandez Manrique, en nombre del Infante ficieron.

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TITULO XX.

COMO LAS BATALLAS DE LOS REYES,
é del Condestable, se acercaron unas á otras, é como el Con-
destable ordenó su gente para pelear, é del razonamiento
que les fizo, é como peleáran, salvo por el Cardenal
de Fox, que entrevino alli.

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Ontado ha la historia como el Condestable Don Alvaro de Luna assentára con su gente cerca de Jadraque, quando los Reyes pusieron su real cerca de Cogolludo. Dende partió el Condestable, é fué á sentar con su gente de la otra parte de Cogolludo, á legua é media de donde estaban los Reyes, 15 é el Infante Don Enrique que estaba yá con ellos. E desque los Reyes sopieron que el Condestable Don Alvaro de Luna era yá tanto cerca, é sabian que con grand parte non tenia tanta gente como ellos, acordaron de le venir á dar batalla. E partieron del real donde estaban jueves mucho de mañana, 20 primero dia de Julio, é vinieron contra el real del Condestable ordenadas sus batallas: é á hora de nona, é mas tarde, llegaron cerca del campo del Condestable. Visto por el Condestable como yá los Reyes, é el Infante venian ordenados á le dar batalla, non tardó mucho el Condestable de ordenar 25 á los que con él eran, porque estoviessen prestos para los rescebir, mostrandose muy ardid é animoso, é muy esforzado capitan; porque, segund es dicho, él tenia mucho menos gente que los otros traían. Ca yá de los Reyes, é del Infante Don Enrique serian con los ginetes tres mill é trescientos de

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caballo, aventajadamente armados é encabalgados, é mill omes á pie bien armados : é el Condestable non tenia mas que los mill é setecientos omes de armas, é quatrocientos omes de á pie que avemos dicho. Por ende acordó el Condestable con el Almirante Don Fadrique, é Pero de Velasco, é con el Adelantado Pero Manrique, é con los otros caballeros que con él eran, de se poner pie á tierra en aquel real, que estaba grand parte dél en un recuesto. Ordenó el Condestable sus batallas á pie muy bien, dando á cada batalla aquel gobernador que entendia que mejor los animaria é esforzaria á 10 bien facer, é que mas diestramente los pornia donde oviessen de ferir. E la intencion del Condestable era, por la ventaja que los Reyes le levaban en gente, esperar ser cometido antes que cometer. E mandó pregonar que ninguno non cabalgasse, nin echasse silla á caballo, so pena que le matassen por 15 ello al que lo ficiesse: é assi mandó facer otras cosas, por las quales á su gente conveniese pelear. E porque la tienda del Condestable ante de la venida de los Reyes estaba en lo alto del recuesto, despues que los Reyes alli fueron venidos, mandó el Condestable descender la su tienda á lo llano, donde 20 estovo su persona con su gente, para los rescebir é facerlo bien, é non volver las espaldas. E despues que el Condestable ovo en esta guissa ordenado su gente, el espada desnuda en la mano, andando animando á los unos é á los otros, veyendo si tenian aquella ordenanza que avia mandado, é esforzando 25 á todos: é despues que los ovo ordenado, pusose ante todos, é con muy esforzada cara, é valentia de corazon, dixoles estas palabras:,, Señores, é buenos amigos: pues la justicia es aquella virtud que dá á los caballeros en las batallas segura confianza de victoria, pensad bien quanta justicia tiene en esta 30 ,, parte el Rey nuestro señor, por quien hoy peleamos, é luesentireis ", go quan esforzados vos fallareis, para pelear é ven,, cer. E si de la otra parte la generosa sangre de vosotros ha aquel deseo de honra é de gloria que siempre ovieron aquellos de donde vosotros venis, ved lo que la vuestra buena 35 fortuna el dia de hoy vos pone adelante, é como al bien fa,, cer de vuestras manos tan grandes cosas promete. Es á saber, victoria de Reyes tan poderosos, é muy cierto galar

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