Imágenes de página
PDF
ePub

como si fuera Cavallero muy veterano, cobrò mayor animo, exforzando tanto à los suyos, que no solo quedaron los moros del todo derrotados con inevitable perdida, sino tambien dexaron por mucho tiempo libre de sus incursiones la Frontera de Andalucia. Por esta memora ble victoria concediò el Rey Enrico IV. à D. Rodrigo 30дooo. maravedis de juro, ponderando, como haviendose desmontado del caballo, retirò à los moros con honda, y piedras, por haversele quebrado la corrca, donde pendia su adarga, hasta que volviò à montar en su caballo. El Doctor Mendoza con todos los historiadores Españoles, pondera grandemente esta accion de D. Rodrigo, prefiriendole al Grande Alexandro, Pompeyo Magno, Scipion Africano, y Julio Cesar, de ninguno de los quales se cuenta, que de tan pocos años, supiese vencer, batallas.

Quando en el año de 1469. succediò nuestro D. Rodrigo en sus Estados por muerte de su padre, heredò tambien las antiguas pasiones contra la Casa de Niebla, en que tambien havia succedido poco antes D. Enrique de Guzman, V. Conde de Niebla, y II. Duque de Medina Sidonia. Ambos. por el mes de Julio siguiente de. 1470. pusieron à Sevilla en peligro de perderse; porque pelearon por las calles quatro dias continuos con tanto corage, que no cesaron hasta el dia de Santiago, con muchas muertes, heridas, robos, incendios, ruynas de edificios, y otros grandes estragos. Militaban à favor del Duque D. Pedro Enriquez, Adelantado mayor de la Frontera, D. Pedro de Zuñiga, primogenito del Duque de Placencia, y la mayor parte de los Cavalleros Sevillanos. Por esta causa el Marquès, viendose inferior en su partido, se retirò à los Templos de Santa Catalina, y San Roman, donde se mantubo fortificado con sus gentes. Por interposicion de algunas personas graves, se reconciliaron ambos, jurando amistad, comulgando juntos, y paseandose por la Ciudad, con grandes demonstraciones de alegria; mas durò tan poco esta amistad, que el Miercoles 27. de Julio, durmiendo la siesta el Marquès muy seguro, y descuidado, como quien pensaba tenia verdadero amigo en el Duque, entrò este por el barrio del Marquès llevandolo todo à sangre, y fuego, Otros dicen, que los del Marquès comenzaron la question. Pero la batalla fuè tan sangrienta, , que despues de haverse combatido tres dias, con muchas muertes, y estragos, saliò el Marquès de Sevilla con doscientos caballos por la Puerta de Osario, y se entrò en Alcalà de Guadayra, que tenia su cuñado Fernando Arias de Saavedra, Señor de Castellar. Las gentes del Duque [sin contradiccion de èste] saquearon mas de 1500, casas de los amigos, y parientes del Marquès, Convocò èste sus gentes

[ocr errors]

des

desde Alcalà, concurriendo en su favor los Alcaydes de Osuna, y de Moròn, y Luis de Godoy, Comendador de Almodoyar, Alcayde de los Alcazares de Carmona. El Marquès juntas yà 1500. lanzas, y 2000. Infantes, hizo ademan el dia 3. de Agosto de acometer à Sevilla; pero rebolviendo su marcha en dia siguiente, amaneciò sobre Xerez de la Frontera, que sorprendiò por el postigo del Alcazar, prendiò todos los aliados del Duque, remitiendolos à la Ciudad de Arcos, y à Marchena, y fortificando la Ciudad con fosos, y baluartes, se previno para las contingencias del belicoso Marte. Dexò despues en guarda de Xerez à Gonzalo de Saavedra, Comendador mayor de Montalvan, y con 14500. caballos, y 3ooo. Infantes, siguiò la buelta de Alcalà de Guadayra. El Duque saliò con 1300. caballos, y mas de roдooo. Infantes. Venia con el Duque aquel inmortal heroe D. Alonso de Cardenas, Comendador mayor de Leon, que despues fuè Maestre de Santiago, con 300 lanzas, y muchos amigos, y aliados de la Orden, por tener una hija casada con D. Pedro de Guzman, hermano del Duque. El Marquès con grande animo les presentò la batalla; mas D. Alonso de Cardenas con mucho sentimiento de los Sevillanos, que la deseaban, persuadiò al Duque, que no lo admitiese, ni la diese. Retirose primero el Marquès del campo à la Fortaleza de Alcalà, y el Duque se volviò à Sevilla. El Marquès se marchò à Xerez, donde fuè acometido por el Duque con 24700. caballos, y 8yooo. Infantes, aunque sin efecto de consideracion, se viò obligado à bolverse à Sevilla. Antes de esto le havia derrotado el Marquès una armada, que quiso el Duque despachar contra Cadiz. Ahora se concertaron treguas por quatro meses desde el ultimo de Marzo de 1471.

a

Entre tanto el Marquès no solo conquistò las Villas, y Castillos de Garciago, y Cardela, que eran de moros, en que ganò mucho credito, con emulacion de su contrario, sino tambien, concluidas yà las treguas, le conquistò la Villa de Alanis, que era de Sevilla, y seguia el partido del Duque, aunque despues la vino à recobrar con 20yooo. Infantes, y 18700. caballos. Con esta ocasion las gentes del Duque acometieron en el Jueves Santo del año de 73. à las gentes de Fernando Arias de Saavedra, que con 100, lanzas desde Alcalà de Guadayra infestaba los campos de Sevilla. Murieron en la batalla dos hermanos del Duque, D. Pedro, y D. Alonso, y quedaron prisioneros D. Juan, hermano del Duque, y otros muchos Cavalleros Sevillanos, que fueron conducidos à Marchena. Fueron gran parte para esta victoria los Alcaydes de Carmona, y de Marchena Luis de Godoy, y Pedro Mosquera, que llegaron de refresco, derrotando enteramente las gentes del

Du

Duque, en que se viò tambien en mucho peligro D. Pedro de Zuñiga, primogenito del Conde de Placencia. El Marquès sintiò mucho esta desgracia, remitiò los dos cadaveres al Duque en dos ricos ataudes, con grande acompañamiento, y se puso luto por todos los muertos, como

si fuesen sus hermanos.

Por otra acometida del Duque contra la Villa de Utrera, perdiò el Marquès la Fortaleza de Cardela, conquistada poco antes de los Moros, y ahora restaurada' por ellos con grande perdida de cautivos. Sintiò extremadamente el Marquès esta perdida, por causa del Duque, que propuso firmemente vengar, sorprendiendo valerosamente al Duque la Ciudad de Medina Sidonia, que no pudo èl recuperar por armas. Al fin se comprometieron los dos en el Conde de Tendilla D. Iñigo Lopez de Mendoza, y en D. Alonso de Velasco, nombrados por el Duque, que havian venido de parte del Rey, para concertar estas diferencias y por parte del Marquès en D. Pedro de Solis, Obispo de Cadiz, y en D. Fadrique Portocarrero. Determinaron, que el Marquès restituyese à Medina, con todos los daños restituibles de parte à parte, y que al Marquès quedase libre la pesca de los atunes en su Almadraba cerca de Cadiz, con lo qual quedaron los dos, si nò reconciliados, por lo menos no tan enconados en sus antiguas enemistades.

na,

El Duque estaba apoderado de la Ciudad de Sevilla, de su Alcazar, y de sus Atarazanas. En vista de tantos males la Reyna Catolica Doña Isabel vino à Sevilla, para establecer las cosas de su servicio, que permanecian alli perturbadas. Preocupò el Duque el animo de la Reyacusando al Marquès de muchos cargos substanciales. Mas èste entrandose en una noche con un solo criado, llamado Pedro de Avellaneda, deposito de toda su confianza, y con su cuñado el Mariscal Juan Rodriguez de Guzman, Señor de Teba, y Hardales, en el aposento de su Magestad le demonstrò su justicia, poniendo en su manos no solamente todas sus Villas, y Castillos, sino tambien su misma persona, de que quedò maravillado el Duque, que no esperaba tal cosa del Marquès. Entregò este luego à los Alcaydes de la Reyna las Fortalezas de Xerez, y de Guadayra, quedando S, M. muy satisfecha de su lealtad, y de la intencion, con que la deseaba servir.

Desempeñò poco despues el Marquès la esperanza de la Reyna, conquistando gloriosamente la Ciudad de Alhama, Frontera, y Puerta del Reyno de Granada, de donde dependiò en gran parte la restauracion de aquel belicoso Reyno. Intento esta accion Diego Melo, Asistente de Sevilla, con quien se juntò el Marquès, llevando el mayor

nu

à tó

numero de gente, que pudo congregar de sus parientes, amigos, y vasallos, y à grandes jornadas llegaron à media legua de la Ciudad en una noche, en que asaltaron los muros del Castillo, que tomaron con increible celeridad, y despues de muy sangrientos combates, en que murieron Sancho de Avila, Alcayde de Carmona, y Nicolas de Roxas, Alcayde de Arcos, quedò la Ciudad por los cristianos, siendo el Marquès el primero, que se exponia à los peligros mas evidentes. Por el temor de que el Rey de Granada viniese à recuperarla, escribió el Marquès no solamente à los Reyes, sino tambien al Corregidor, y dos los Señores de la Casa de Cordoba, y otras Ciudades, que le vinieron à socorrer. Pero el Marquès defendiò gloriosamente la Ciudad, aunque cada dia crecia maravillosamente el peligro: Porque Garci Fernandez Manrique, Corregidor de Cordoba, D. Alonso, Señor de la Casa de Aguilar, el Conde de Cabra, el Señor de Alcaudete, el Alcayde de los Donceles, el Señor de Luque, y otros Cavalleros de la Fronte ra, no havian podido penetrar hasta Alhama por el exercito interpuesto del Granadino, hasta que llegò el Duque de Medina Sidonia, voluntario [ depuestas todas las pasiones antiguas con sooo. caballos, y 40д000. Infantes, que havia juntado en ocho dias. Agradecido el Marquès le dixo, quando entrò en Alhama: Bien parece, Señor Duque, que mi honra fuera guardada en las diferencias pasadas, si la fortuna me traxera à vuestras manos, pues me haveis librado de las agenas. El Duque respondiò: Señor Marqués, amistad, y enemistad, no ha de ·ser bastante, para que yo dexe de servir à Dios, y hacer lo que debo à mì bonra. No fuè sola esta accion, en la que el Duque havia desempeñado su gentileza, y generosa magnanimidad; porque mientras el Marquès estaba ocupado en la defensa de Alhama, los moros de Ronda sitiaron en Arcos à la Marquesa, para divertirle. Apenas el Duque supo este cerco, se puso à vista de Arcos con 400. caballos, y obligò à los moros à que se retirasen, con lo qual la Marquesa, y la Ciudad, quedaron libres del peligro.

[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]
[ocr errors]

Apenas supieron los Reyes la toma de Alhama, quando el Rey Catolico vino à Cordoba con aceleradas marchas, desde donde convocò las gentes de las Ciudades, para el socorro de la Plaza: porque el Rey de Granada con mayor poder bolvia à su combate, y restau racion. En esta defensa ganaron mucha mayor gloria el Marquès, y otros Cavalleros, en el asalto general del dia 20. de Abril, en que yà el Rey Catolico estaba en Ecija, donde le llegò el Duque de Medina Sidonia con nuevas gentes de Sevilla. Señalaronse en esta accion principalmente el Marquès, su tio D. Alonso Ponce de Leon, Pedro de Pi

neda,

neda, su sobrino, y otros Cavalleros de su Casa. Levantò el Granadino el asedio: porque venia yà sobre èl con su exercito el Rey Catoli co. Dexò èste en Alhama por Alcayde à Luis Fernandez Portocarrero, Señor de Palma, Veintiquatro de Cordoba, y Sevilla, uno de los Car valleros mas valerosos, que produxo aquellos tiempos España, Despues hizo nueva invasion el Rey en la Vega de Granada, en cuya ocasion le asistió el Marquès con toda lealtad, generosidad, y valor, sirviendole con su persona, y gentes. Sucedieron todas estas cosas dentro del año de 1482. en que diò nuestro Marquès principio à la importanti, sima conquista de Granada.

[ocr errors]

En el año de 1483. mandò el Rey à las Ciudades de Andalucia, que asistiesen al Maestre de Santiago D. Alonso de Cardenas su Capitan General en toda la Frontera, con toda quanta gente pudiesen, para la empresa de su servicio, que premeditaba. Fuè ésta, la desgraciada de la Axerquia de Malaga, que se perdiò Miercoles 20. de Marzo. Murieron en èlla D. Lope, y D. Beltran Ponce de Leon, hermanos del Marquès, con otros muchos, que quasi completaron el numero de mil, entre los quales fuè de no menor sentimiento para Cordoba Gomez de Sotomayor, hermano del Señor del Carpio. Quedaron prisioneros 825. entre los quales los mas eran principales Cavalleros, cumpliendo su numero D. Juan de Silva, Conde de Cifuentes, nuevo Asistente de Ser villa, D. Manuel, y D. Diego, hermanos del Marquès, Alonso Perez de Saavedra, Alcalde mayor de Cordoba, Pedro Vasquez de Saavedra, su hermano, Gomez Suarez de Figueroa, Alcayde de Antequera, Pedro de Esquivel, Juan de Monsalve, D. Manuel de Guzman, Alonso de las Casas, Juan Gutierrez Tello, Diego de Fuentes, Pedro Ortiz de Zur ñiga, Diego Ortiz de Guzman, D. Juan de Guzman, hermano del Duque de Medina Sidonia, Alonso de Torres, Juan de Avellaneda, Pedro Ortiz, Fernando de las Casas, Pedro de las Roelas, Francisco de Añasco, y otros muchos Cavalleros Sevillanos, que se rindieron con su Asistente, cortados por lo aspero de las montañas. El Marquès con buenos adalides se escapò à caballo, retirandose con muy poca gente. Por otra parte salieron el Adelantado D. Pedro Enriquez con su hijo D. Francisco, que tambien corrieron gravisimo peligro, D. Alonso de Aguilar el Grande, Garci Fernandez Manrique con las gentes de Cor doba, y el Maestre de Santiago con las suyas, llegaron à Antequera con otros muchos Cavalleros, que se pudieron salvar. Esta fuè la unica vez, en que las armas del Marquès de Cadiz volvieron la espalda à los moros vencedores, que consiguieron tan esclarecido triunfo, no tanto por su valor, quanto por › quanto por las asperezas del terreno.

Tem

[ocr errors]
« AnteriorContinuar »