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punto en que se habia propuesto levantar la nueva pobla

cion.

Fundacion de la

Villa-Rica

de la Veracruz por los españoles.

El sitio elegido estaba á media legua de distancia, en un ámplio y delicioso llano, que se extendia entre la mar y la pintoresca y fuerte ciudad de Chiahuitztla, con un delicioso. bosque de corpulentos árboles que proporcionaba excelentes maderas para la construccion de los edificios. Inmediatamente determinó Cortés el circuito de las murallas, el sitio en que debia levantarse la fortaleza; el punto conveniente á la fabricacion de la iglesia, la casa de ayuntamiento, los cuarteles y los edificios mas importantes. Activo y emprendedor, él dió el ejemplo á todos para poner manos á la obra, siendo el primero en sacar tierra, cargar piedra y formar los cimientos. Los capitanes y soldados, no queriendo manifestarse menos celosos que su general, trabajaban sin descanso en la fundacion de la ciudad, acarreando agua, haciendo ladrillos y fabricando las casas. Los indios, anhelando complacer á los españoles, concurrieron en gran número á trabajar en la obra, y al cabo de muy pocas semanas, se vió terminada la nueva poblacion, que sino presentaba la belleza de una ciudad europea, correspondia perfectamente al objeto con que se habia levantado. No podia ser mas conveniente su situacion para las circunstancias en que se hallaba Cortés. Era á la vez que un seguro puerto para defender á la escuadrilla de los vientos nortes, escala para los barcos que pudiesen enviarle con gente, caballos, municiones y víveres de las Antillas ó de España: punto de apoyo en las operaciones que intentase hacia el interior ó por la costa: fortaleza pa

ra mantener en la fidelidad á sus aliados, á la vez que para defenderles de sus enemigos; sitio de refugio en cualquiera caso extremo, y lugar donde los enfermos y heridos del ejército pudieran curarse sin estar expuestos á un golpe de mano.

Asentada al fin en el territorio totonaco la Villa-Rica de la Veracruz, que hasta entonces habia andado, por decirlo así, ambulante con el mismo ejército, Cortés se ocupó de poner en buen estado las armas, de proveer de víveres los almacenes, y de que los caballos recuperasen la fuerza y el vigor algo menoscabados por las continuas marchas en un país cálido.

La nueva ciudad fué saludada con regocijo por los habitantes del país, mirando en ella la poderosa aliada que les habia libertado del funesto yugo del emperador Moc

tezuma.

Todo era regocijo y placer: todo entusiasmo y esperanza. (1)

La acertada política de Hernan Cortés habia alcanzado la cooperacion de una provincia importante que aumentaba su poder debilitando el del imperio mejicano.

(1) Tres han sido las ciudades que han llevado el nombre de Veracruz. La primera, la fundada en 1519 en el sitio arriba indicado, junto al puerto de Chiahuitztla, pues las insignificantes cabañas levantadas en los médanos fronteros á Ulua, donde desembarcó Cortés y se formó el ayuntamiento, no puede llamarse fundacion. Abandonada á los pocos años, sin que se tenga noticia del motivo que hubo para ello, se fundó la segunda, la antigua Veracruz, en 1524 La tercera, que es la actual Veracruz, ó nueva Veracruz, se fundó á fines del siglo XVI, por órden del virey de Méjico, conde de Monterey, enfrente á San Juan de Ulua, en el mismo sitio en que desembarcó Cortés y recibió los primeros regalos de Moctezuma.

El jefe español no habia entrado en el fértil territorio totonaco por la fuerza de las armas, sino llamado voluntariamente por el cacique de Cempoala.

La provincia, queriendo sacudir el yugo mejicano, buscó el auxilio de los hombres que en Tabasco se manifestaron generosos con los vencidos. El trato de Cortés acabó de cautivar á los caciques, que se declararon expontáneamente vasallos del rey de España. El rasgo de política del jefe expe licionario y el hábil manejo con que se condujo, le proporcionó en pocos dias lo que no hubiera alcanzado con un ejército ganar para su soberano, figurando como libertador de los oprimidos, todo el fértil territorio toto

naco.

Hernan Cortés contaba, apenas habia pisado las playas de Veracruz, con la nacion entera de Cempoala y la parte de la Sierra Madre, comarcana á la ciudad del mismo nombre. Contaba, como él mismo escribe al emperador Cárlos V, «con cincuenta mil hombres de guerra, y cincuenta villas y fortalezas, muy seguros y pacíficos, y por ciertos y leales vasallos de S. M.» (1)

(1) Segunda carta-relacion de Cortés á Cárlos V fechada en Segura de la Sierra, á 30 de Octubre de 1520.

CAPÍTULO XXI.

Moctezuma envia una embajada al rey de Michoacan solicitando su alianza contra los españoles.-Dispone un numeroso ejército contra Cortés.--Cambia de resolucion al saber que ha puesto libres á sus empleados y le envia un regalo.-Pide el cacique de Cempoala á Cortés su auxilio para combatir contra una tribu rival, y le da un solo soldado.—Objeto que se propuso Cortés con no darle mas que un soldado.-Marcha luego con toda su fuerza en auxilio del cacique.-Reconcilia á los dos pueblos.-Cortés manda ahorcar á un soldado español por haber robado á un indio dos gallinas.-El cacique de Cempoala regala á Cortés ocho hijas de nobles para que sus oficiales las tomen por mujeres.-Cortés rehusa.-Se derriban los ídolos del templo de Cempoala.-Abrazan los totonacos el cristianismo.-Deja Cortés á un soldado muy viejo cuidando la cruz colocada en el templo.

Mientras Hernan Cortés se ganaba la benevolencia de los caciques y señores totonacos, Moctezuma, indignado de la insistencia del jefe español en alcanzar una entrevista personal, tomó la determinacion de intimarle á que abandonase el país. La exaltacion llegó á su colmo cuando se le comunicó la noticia de haber sido reducidos á prision.

los exactores del tributo, y preparó grandes fuerzas para que fuesen á castigar severamente á sus vasallos rebeldes, y á los extranjeros, cuyo favor habian pedido.

Moctezuma que hasta entonces habia vivido en continua hostilidad con los michoacanos ó tarascos, envió una embajada al valiente Caltzontzi, rey de Michoacan, invitándole á formar una alianza firme contra los españoles.

Le venia al monarca michoacano el nombre de Caltzontzi, del estado de rivalidad en que siempre habian estado las dos naciones. Todos los soberanos de los diversos reinos de Anáhuac sometidos al poder mejicano, se descalzaban, en señal de vasallaje, al presentarse al emperador de Méjico. Solamente el monarca de Michoacan entraba calzado á su presencia, manifestándose con esto absolutamente su igual. Esta circunstancia notable en que cifraba su orgullo el monarca tarasco, hizo que se le designase con el nombre de Caltzontzi que significa «el que nunca se descalza ó está calzado con catle. (1)

La solicitud, por lo mismo, del monarca de Méjico, equivalia á reconocerle como su igual, cosa que debia lisonjear altamente la vanidad del soberano de Michoacan.

La embajada fué acompañada de presentes de bastante consideracion. Los embajadores mejicanos manifestaron en nombre de su señor, la necesidad de unirse ambas naciones, olvidando sus rencillas, para acudir unidas en defensa de su religion que era la misma, de sus costumbres

(1) Esta parece ser la verdadera etimología del nombre, aunque Herrera dice que significa alpargata vieja con que por ofenderle le llamaban los meji

canos.

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