Imágenes de página
PDF
ePub

conduce á nuestro puerto, viene de seguro á no encontrar rivales, cuando solo la sal empleada aquí y el trabajo del matador equivale á dicha suma, sin los otros obstáculos ya indicados.

Este inconveniente se presenta para las salazones de peces y no es el único. En la Isla no pueden pescar sino los matriculados de la marina, y esta matrícula segun recientes disposiciones, está restringida á pocos individuos, esto que tiene sus razones en la política y que debemos respetar, puede tener escepciones de que nos ocuparémos mas adelante para no perjudicar en lo mas mínimo á los matriculados.

Hemos hasta aquí demostrado la necesidad de que se introduzcan carnes del estrangero, y sin embargo de nuestros ganados y pesquerías pueden aumentarse hasta suplir gran parte de esa necesidad: hemos visto los obstáculos que se presentan al desarrollo de esas industrias, y vamos ahora á proponer los medios de removerlas.

SECCION CUARTA.

Medios que se proponen para la remocion de obstáculos.

Las franquicias concedidas á la agricultura y á la ganadería por nuestras Leyes, las luminosas doctrinas proclamadas por nuestros padres desde el sabio Navarrete hasta el postrero de nuestros economistas, han dado á Cuba esa importancia que envidian los estrangeros y debe lisonjear á los naturales del Reino. Este sistema benéfico está en el espíritu de los buenos gobiernos, y por lo tanto es un deber de los ciudadanos, principalmente de las amigos del pais que forman sus Sociedades económicas contribuir si no con sus luces con su buen propósito á la obra mas acepta á los Soberanos esclarecidos que consignó Alonso 10 á sus sucesores: E deben otrosí guardar mas la procomunal de su pueblo, que la suya misma porque el bien e la riqueza de ellos es como suya.'

99

Empero no es la obra del Gobierno y la administracion cosa tan fácil y desembarazada de obstáculos que consiste en ser francos con los pueblos el único medio de hacerlos felices: existen en todos ellos gastos que de estos depende la seguridad y bienestar de los asociados. Al considerar como gravosos á los criadores los gravámenes que hoy hacen sus ganados quiero proponer medios que no perjudiquen al erario ni á los intereses creados. Estos exigen ciertos plazos ya indicados por otros y que no son el objeto principal de esta memoria.

Respecto de abastos bastaría que se invitase al Escmo. Ayuntamiento á que se ocupase de mejorar el sistema actual, teniendo á la vista los consejos y doctrinas del Sr. D. Vicente Vazquez Queipo en su antecitado informe: en el particular de

salazones, paréceme que pudiera la Seccion ocurrir al Escmo. Sr. Presidente de la Real Sociedad Capitan general y Gobernador superior civil, para que S. E. exigiera bajo su proteccion el fomento de nuestros criadores por este medio. La Seccion no puede dudar de que estando á la cabeza de la administracion de Hacienda un gefe tan entendido y discreto como el Escmo. Sr. Conde de Villanueva, contribuirá á la mejora del estado de nuestros labradores ganaderos.

No tengo pues la osadía de creer que al emitir los medios que me ocurren de remover los obstáculos que se oponen al progreso de nnestros productos de la especie que tratamos, sean acogidos por esta Seccion y aquellos personages, pero son los que se ocurren al informante, y los someto al exámen y aprobacion de V. SS.

1 Como la libertad es el alma de la industria, pudiera declararse libre y sin trabas el derecho de matar y salar, y vender sus reses á los hacendados, sujetándolos á las penas que se estimen adecuadas siempre que abusen de esa franquicia.

Otros aconsejarían que se ofreciesen premios y primas á los que fomentasen ese ramo de nuestra industria: yo lo creo innecesario.

20 Reducir á la mitad los derechos que sufren las sales que se destinan á la preparacion de carnes y pescados con destino al consumo de nuestras fincas.

La proporcion es mucho menor que la que existe en la Peníusula, pues habiendo dispuesto el Gobierno en Real decreto de 3 de Agosto de 1834, se fijase el valor de la sal en 152 reales vellon la fanega de 112 libras castellanas, concedió una prima que las Córtes de 1835 elevaron de un 20 ó 40 por 100 de esportacion: pero en 1835 se volvieron á adoptar las sabias resoluciones del ramo promulgadas en 31 de Octubre de 1828,, y se dispuso dar á los empresarios y fomentadores de salazones la fanega de sal á diez reales vellon con várias determinaciones benéficas y prudentes. La diferencia de 152 rs. vn. á 10, ó lo que es lo mismo de 7 ps. 4 rs. á 4 rs. fuertes es mucho mayor y si no atendiera al estado de nuestras rentas, me atreveria á proponer lo mismo que aquí.

3o Declarar libre el derecho de pescar cuando se destine el pescado á salazones y están estas á distancia que impidan el fraude y la venta del pescado fresco de las poblaciones grandes.

Como en el dia es casi insignificante el consumo de sal en grandes salazones, el perjuicio que se hace es corto y el fomento del pais á que contribuye compensa en donde las mas de las contribuciones son indirectas. En cuanto al tercer medio ningun mal se sigue á los matriculados á quienes se les conserva el derecho de espender el pescado fresco del consumo tal como hoy lo disfrutan.

Tal vez algunos de los amigos presentes creerán menguados y mezquinos los medios que propongo: parece que esto es exacto si se atiende que se trata de renglones de primera necesidad; pero yo he querido conciliar todos los estremos posibles, y si no lo he conseguido, aun queda á otros ese campo hermoso en que vaya el alma entretenida en pos de la mejora de la Industria, y en donde el buen celo inspira pensamientos dignos del respetable título de amigos del pais con que nos honramos. Habana y Febrero 20 de 1846.-A. Bachiller.—Es copia.-El secretario, Lúcas Arcadio de Ugarte.

[blocks in formation]

La fabricacion de la sosa estraida de la sal comun, se puede considerar como la base de todos los progresos modernamente introducidos en las ártes de utilidad general; al mismo tiempo que pone triunfantemente en claro la dependencia en que están los varios ramos de la industria y del comercio unos de otros y sus relaciones con la química.

La sosa se usaba desde tiempo inmemorial en la fabricacion del jabon y del vidrio y cristal: dos productos químicos que emplean y ponen en circulacion un capital inmenso. La cantidad de jabon que una nacion consume, podria servir de no inexacta medida para apreciar su riqueza y civilizacion. De dos pueblos igualmente poblados el mas rico y mas culto será el que mas jabon gaste. Este consumo no es un auxiliar de los goces sensuales, ni está sujeto á la moda sino que indica aqueIla predileccion por la belleza, la comodidad y el bienestar que acompaña á la limpieza, y el hábito de esta que coincide con la riqueza y la civilizacion. Los ricos de la edad media ocultaban el desaseo tanto en sus personas como en sus vestidos bajo una profusion de aromas y esencias olorosas, al paso que eran mas espléndidos y gastaban mas lujo en comer y beber, en adornos y caballos. En nuestra sociedad actual la falta de aseo equivale á una pobreza y á una desventura insufribles.

El jabon es uno de aquellos productos fabriles cuyo valor pecuniario está constantemente desapareciendo de la circula

cion y requiere una interrumpida renovacion. Es una de las pocas sustancias que se consumen totalmente sin dejar residuo alguno del menor valor. El cristal y las botellas rotas no son del todo inútiles. Por trapos viejos podemos comprar ropa nueva; pero el agua de jabon no tiene el menor precio. Seria muy interesante conocer con exactitud á cuanto asciende todo el capital invertido en la fabricacion del jabon; por lo menos será tan considerable como el empleado en el tráfico del café.

Francia importaba ántes la sosa de España, porque la sosa española era de la mejor calidad y pagaba anualmente por ella de 20 á 30 millones de francos. Durante la guerra con Inglaterra el precio de la sosa y por consiguiente del jabon y el vidrio fueron progresivamente aumentándose, y en consecuencia principiaron á resentirse de esto todas las fábricas.

El método actual de estraer la sosa de la sal comun fué descubierto por Le-Blano á fines del siglo pasado: y en ello hi.zo un gran beneficio á Francia durante la guerra de Napoleon. En muy poco tiempo se fabricó una gran cantidad especialmente en las inmediaciones de las fábricas de jabon. Durante un cierto período poseyó Marsella el monopolio de la sosa y del jabon. El sistema de política adoptado por Napoleon privó á aquella ciudad de las ganancias que este estensivo comercio le proporcionaba y engendró contra él aquella hostilidad de la poblacion que fué despues tan favorable al restablecimiento de los Borbones. ¡Resultado curioso de un descubrimiento químico! Este no tardó mucho en introducirse en Inglaterra.

Para estraer la sosa del comercio (que es el carbonato) de la sal comun, se convierte esta primeramente en sal de Gauber, ó sea sulfate de sosa. A este efecto se requieren 80 libras en peso de vitriolo (ácido sulfúrico) para 100 libras de sal comun. Durante algun tiempo el impuesto sobre la sal impidió que se utilizase plenamente el descubrimiento; pero luego que el gobierno lo suprimió y el valor de la sal se redujo por consiguiente, á su mínimun, el costo de la fabricacion de la sosa de pendió ya del ácido sulfúrico.

Aumentóse estraordinariamente la demanda de este ácido y para suplir á ella se invirtieron cuantiosos capitales porque proporcionaban una crecida ganancia. Estudióse mas atentamente el origen y la formacion del ácido sulfúrico y cada año se descubrian métodos mas perfectos, mas sencillos y baratos de fabricarlo. Cada adelanto hacia bajar su precio y aumentar en igual proporcion su renta.

El ácido sulfúrico se fabrica en el dia en cuartos de plomo de tamaño tal, que podria encerrar toda una casa de dimensiones regulares. Tanto la manipulacion como el aparato que, al efecto se emplea, no pueden ya adquirir mayor perfeccion, porque ha llegado esta casi á lo sumo. Las planchas de plomo

« AnteriorContinuar »