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Queipo se indican con la exactitud que le es característica los obstáculos que impiden el desarrollo de la ganadería; podria yo agregar una sola palabra al informe especial que con el número 29 acompaña á aquel trabajo, pero con el fin de que se note la importancia de la materia, basta observar que segun su cálculo, mientras en esta Isla se puede suponer que gasta cada uno de los consumidores ciento cuarenta y ocho libras de carne, en Londres consumen ciento cuarenta y tres, en Paris ochenta y seis y en España veinte y dos. La diferencia del clima no esplica pues esa enorme disparidad, y como en estadística y administracion solo nos ocupan los hechos, de estos nos importa tratar.

Hubo un tiempo no muy distante en que la profesion de traficar con ganados era muy productiva: con el nombre de tratantes una porcion de nuestros labradores se enriquecian y prosperaban, sirviendo de vehículo entre el productor hacen dado criador, y el hacendado consumidor productivo ó el simple y general consumidor. Entónces sabia el potrerero que al transitar por su finca el ganado, al cebarse en sus barbechos, tenia renta segura. Dividíase así el ramo de la ganadería en varios ramos: la res de saca estraida de la hacienda venia á los potreros y allí se engordaba, para aprovechar las yuntas posibles, y destinar las otras reses á la matazon.

El hacendado criador ó el potrerero principalmente en la provincia occidental, puede contar con solo la venta de bueyes de labor por la mitad del antiguo precio, ó con el consumo de las matazones. En este ramo no halla tampoco alicientes para darse al fomento, porque una res en estado de venderse representa en los costos de su produccion un precio mas alzado que aquel que á su dueño se ofrece. En el enlace de los fenómenos económicos este hecho influye en otros mil interesados sin provecho del consumidor.

El valor del pasto de los animales ha sufrido tambien notable baja, pues en el año de 1820 se pagaba por cada cabeza de ganado mayor ocho reales mensuales, y si era mular diez reales, mientras que ahora sabemos que se han arrendado potreros á razon de cuatro reales fuertes cabeza, y nos consta que es precio casi general el de seis reales.

De cualquier manera que se considere deben tenerse presentes todas estas circunstancias para que se esplique el por qué de haber cada vez ménos potreros, y que la mayor parte de estos se dediquen á siembras de maiz, tabaco &c. Los dueños de haciendas por necesidad continúan en su perverso sistema de crianzas, y cada dia se van reduciendo á ménos por las roturaciones y reparticiones de la mayor parte: aun en estas en que se arrendaban los productos de las dotaciones á doce reales cabeza, se han reducido á mucho ménos. No hay pues

ningun estímulo de momento que haga esperar se fomente la ganadería hasta el punto de suplir á los tasajos de Buenos-Aires, y aun prescindiendo de esas circunstancias desfavorables todavía existen otros obstáculos para su desarrollo.

Para dar á V. SS. un completo conocimiento de este particular, voy á poner de manifiesto á V. SS. el sistema de consumos actual, pues la noticia que debo á mis amigos y propia esperiencia son exactas y dignas del mayor crédito.

La costumbre que generalmente observaron los hacendados en este pais, es sacar las reses de sus fincas vendidas á los precios de quince á diez y siete pesos, las que no vienen al consumo sino que los negociantes las venden á los dueños de potreros para cebarlas á los precios de veinte hasta veinte y dos pesos. Los costos que tienen desde que salen de la hacienda hasta realizar su venta están calculados en tres pesos cada una res á los mismos precios que han costado en las haciendas.

Los potrereros ó cebadores como se ha dicho que compran dichas reses, gradúan en su negociacion la utilidad de ocho á diez pesos en cada res al año, que es cuando se encuentran en estado de venderlas con la ganancia predicha, ó remitirlas al matadero para su estipendio.

Demostrarémos la cuenta del producido de cada res, y los costos que tienen, y se verá el liquido valor de cada una con corta diferencia.

Venta de la res en el matadero el maximun... $ 35

"

Costos.

A la Real Hacienda por los derechos... $ 4
Al Escmo. Ayuntamiento...

Al Escmo. S.. conde de O-Reilly, por ser
de su cuenta el beneficio de las reses y
conduccion de sus carnes al mercado
por res......

99

Comision al cinco por ciento..

Líquido...

99

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1 6

28 14

Tienen tambien otros pequeños costos como son pagar al Juez pedáneo dos reales por piara, que estas son de treinta á sesenta, por dar el pase para el consumo, dos reales por el reconocimiento de cada píara, y á los conductores sus soldadas, segun la distancia que hay del potrero al matadero, y está todo calculado en tres reales cada res, que deduciéndolos de los veinte y ocho pesos un real y medio espresados en la cuenta

de arriba quedan veinte y siete pesos seis y medio reales el liquido valor de una res cebada.

En los cerdos hay tres clases, el de monte ó como vulgarmente se llaman corraleros, criollos ó de potreros cebados y los mismos sin cebar. Los corraleros se dividen tambien en dos clases, cebados y sin cebar. Los hay en las haciendas de Vuelta arriba y Vuelta-abajo, de la primera los sacan los dueños ó los venden á cuatro y cinco pesos cada uno para ponerlos en chiqueros y cebarlos los que pertenecen sostenidos con palmiche y maiz ochenta ó noventa dias, haciendo de costo dos pesos cada uno, aunque en esto suele haber su diferencia segun la baratez ó carestía del maiz. Pero demostrarémos la cuenta siguiente;

Valor de un cerdo corralero cebado el máximun. $ 12

Costos.

Derechos cuatro rs. en arroba pesado vivo, $ 2 4
Al contratista del rastro por el edificio y

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3 4

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8 4

Los corraleres de la Vuelta-abajo sin cebar vienen directamente de dicho punto en buen estado al matadero, y estos producen el máximun..

8 "

Costos.

Derechos cuatro rs. arroba pesado vivo.. $ 1
Al contratista del rastro por cada cerdo..
Comision al cinco por ciento..

1 6

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99

3

99

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Tambien tienen otros pequeños costos tanto los unos como los otros, y son, lo que se paga á los conductores, y el gasto que hacen de manutencion los pocos dias que permanecen vivos, que están calculados en uno y medio real cada uno, por lo que deduciéndolo de las cuentas demostradas arriba, la una clase queda reducida á ocho pesos dos y medio reales, y la otra á cinco pesos dos reales y medio.

Los cerdos criollos ó de potrero, como queda esplicado, los hay cebados y sin cebar: hay épocas en el año que por la escasez de los llamados corraleros vienen á suplir su falta al consumo; pero regularmente se venden para cebarlos á distintos precios, los que permanecen en chiqueros noventa ó cien dias, haciendo de costo dos pesos cuatro reales: entónces vienen al mercado y está graduado el máximun en...

Costos.

Derechos cuatro rs. en arroba pesado vivo. $
Al contratista del rastro....

Comision al cinco por ciento..

Conduccion y manutencion del tiempo que permanecen vivos....

Líquido.....

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16

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5 4

3

10 4

Como he dicho al principio de este capítulo, las noticias que se refieren á las contribuciones y gastos del ganado que al consumo se destina, las debo á personas en cuya inteligencia confio y á los reglamentos vigentes: para mayor esclarecimiento presento dos cuentas de ventas de cerdos en los que sin duda pesan mas los gastos, en fecha en que valía mas que hoy ese ganado.

Cuenta de venta y líquido de veinte y dos cerdos de D. José Baluja recibidos en 14 de Setiembre de mil ochocientos cuarenta y dos.

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Cuenta de venta y líquido de treinta y cinco cerdos de D. José Baluja recibidos en 4 de Octubre de 1842, á saber:

Por 24 cerdos con 111 arrob. 14 lib. á 26 rs....

11

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Derechos 241 arrobas á cuatro reales.... 120 4
Rastro y beneficio...

23

3

187 1

Manutencion..

5 6

Comision

27 31

Liquido......

372 5

Si los cerdos se destinan de las cebas para espender la manteca en capas ó salada entónces con la merma que sufren en el peso, puede calcularse que se pagan ocho reales en arroba de solo la contribucion.

Con solo esta observacion seria ya imposible que nuestros cerdos puedan no ya vencer, pero ni sostener la concurrencia con los del Norte, ó sean los Estados-Unidos.

El importe total en 1844 del derecho de consumos cobrado por la Real Hacienda, ascendió á 331,373 ps. 11⁄2 rs.

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En un pais en que se consume tanta carne como el nuestro, es imposible que abaste la fresca; porque exigiera una cantidad enorme de ganados que consumirian pastos inmensos, y ofrecieran mil obstáculos en la diaria preparacion de las carnes: llega una época en que el animal destinado al consumo no progresa y su existencia posterior solo produce gastos á su dueño.

Hemos visto que entre los medios de conservacion de alimentos hasta aquí indicados, el mas barato y el que mános brazos ocupa, es la salazon, pero las contribuciones que paga la sal en este pais, hacen que sea imposible que las salazones produzcan hasta lograr el vencimiento de las industrias rivales estrangeras. Una vez que cuesta en Buenos-Aires de dos pesos á cuatro, que no demanda gastos anteriores, que se prepara y

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