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combinacion de silice, alumina, sosa, tres sustancias incolores, azufre y un rastro de hierro. Nada podia descubrirse en él que pudiese indicar la causa ú orígen de su color, y todas las investigaciones eran vanas. Podria por lo tanto haberse supuesto que el analista iba del todo errado y que ciertamente la composicion artificial de esta piedra era imposible. Pues esta composicion se ha conseguido y sin mas que combinar en las proporciones requeridas, indicadas por el análisis, la silice, la alumina, la sosa, el hierro y el azufre de que habia demostrado aquel componerse el lápiz lázuli. Millares de libras de peso se manufacturan ahora con estos ingredientes, y el ultramarino artificial es tan hermoso como el natural, y con el precio que dábamos ántes por una onza de éste podemos hoy comprar muchas libras de aquel.

Con la produccion artificial del lápiz lázuli, la formacion de los cuerpos minerales por síntesis cesó de ser un problema científico para el químico; no tiene ya suficiente motivo de interes para continuar este exámen. Ya está seguro de que el análisis le revelará la verdadera composicion de los minerales. Pero este es un vasto aunque no enteramente esplorado campo para el mineralogista y el geólogo; quienes pueden tadavía hacer en él indagaciones de la mayor importancia y sumamente interesantes.

Despues de haber descubierto los elementos constitutivos de todas las sustancias que están á nuestro alcance y las relaciones mútuas entre ellos existentes, el principal objeto de las investigaciones de los químicos y el que mas interesante les pareció, fué la trasformacion á que los vegetales y los animales están sujetos bajo la influencia de las fuerzas vitales. Presentóse á nuestro estudio una nueva ciencia, fundada sobre los sólidos cimientos de la química orgánica, y tan inagotable como la vida misma. Por manera que el progreso de la ciencia se asemeja al desarrollo de las producciones de la síntesis misma, y es como éste gradual y espansivo. A los pimpollos ó yemas suceden las ramas, á éstas las hojas, á éstas las flores y por último á éstas el fruto.

La química aplicada al exámen de la composicion de los animales y de las plantas, y asociándose á la fisiologia procura darnos alguna luz respecto á las operaciones misteriosas y al orígen de la vida orgánica.

CARTA SEGUNDA.

En mi carta anterior he dicho que tres de los supuestos elementos de los antiguos representan la forma ó estado en que existe toda la materia ponderable de nuestro globo. Ahora observare que no hay sustancia alguna que posea absolutamente una de estas condiciones y que la química moderna no reconoce cuerpo alguno inmutablemente sólido, líquido, ni aeriforme; porque se han encontrado medios para variar el estado de casi todos los conocidos. La platina, la alumina, el cristal de roca no se pueden reducir al estado líquido por medio del fuego mas intenso de nuestros hornos, pero se funden como cera cuando se someten á la accion de la llama del gas oxi-hidrógeno trasmitida por el soplete. Por otra parte; de los veinte y ocho cuerpos gaseosos que conocemos, veinte y cinco pueden reducirse al estado líquido y uno al sólido. Antes de mucho, iguales mudanzas de condicion se harán esperimentar á toda forma de la materia.

En este fenómeno de la condensacion de los gases hay várias cosas dignas de atencion. La mayor parte de los cuerpos aeriformes, cuando se someten á la presion, ocupan un espacio que disminuye exactamente en proporcion al aumento de la fuerza que los comprime. Muy generalmente bajo una presion doble ó triple de la atmósfera ordinaria, pasan á ocupar la mitad ó la tercera parte de su volúmen primitivo. Esta fué considerada, durante mucho tiempo, una ley invariable y conocida con el nombre de ley de Mariotte; pero un estudio mas exacto ha demostrado posteriormente que esta ley no es general. El volúmen de ciertos gases no se disminuye en razon del aumento de la fuerza empleada para comprimirlos, sino que en algunos la diminucion de su volúmen se verifica en un grado mucho mayor que el aumento de la presion.

Por otra parte, si el gas amoniaco se reduce por presion á una sesta parte de su volúmen y el ácido carbónico á una 36 milésima parte, una porcion de uno y otro pierde enteramente su forma gaseosa y se convierte en un líquido que vuel, ve sin embargo á recobrar instantáneamente su estado de gas, en el momento que cese la presion, que es otra desviacion de la ley de Mariotte.

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El método empleado para reducir los gases á líquidos, es de una sencillez admirable. Un tubo encorvado ó una reduccion de temperatura por medios artificiales, han sustituido

las poderosas máquinas de compresion empleadas en los prí meros esperimentos.

El cianureto de mercurio calentado en un tubo abierto de cristal, se descompone y reduce á gas cianógeno y mercurio me. tálico: pero si esta misma sustancia se calienta en un tubo her méticamente cerrado, la misma descomposicion se efectúa, pe ro el gas no pudiendo escaparse y hallándose comprimido en un espacio muchos centenares de veces mas pequeño que el que ocuparia como gas, bajo la presion atmosférica ordinaria, se convierte en fluido en aquella parte del tubo que se conserva

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Cuando se vierte ácido sulfúrico sobre piedra caliza en ună vasija abierta, el ácido carbónico se escapa con efervescencia en forma de gas; pero si la descomposicion se verifica en una vasija de hierro, á propósito fuerte y cerrada, se obtiene el áci do carbónico líquido: y de este modo se logran hasta muchas libras de él. El ácido carbónico se separa de otros cuerpos con quienes se halla combinado en estado de fluido á una presion de treinta y seis atmósferas.

Las singulares propiedades del ácido carbónico fluido son muy bien conocidas en la actualidad. Cuando se deja escapar á la atmósfera una pequeña cantidad de él, toma su estado gaseoso con una rapidez estraordinaria; privando al mismo tiempo con tal velocidad de su calórico al fluido que en la vasija queda, que al momento se congela, presentando la apariencia de una masa blanca cristalina, parecida á la nieve, la cual al principio se creyó que era efectivamente nieve, pero que está bien demostrado ser puro ácido carbónico congelado. A pesar de lo que debia presuponerse, este fluido solo ejerce una presion débil sobre el medio que le rodea. El ácido carbónico fluido encerrado en un tnbo de gas se trasforma instantáneamente en gas cuando se le deja salir produciendo una esplosion que hace pedazos el cristal, mientras que el ácido carbónico sólido puede pasar de mano en mano sin producir otro efecto que una sensacion de intenso frio. Las partículas del ácido carbónico se han aproximado tan cerca unas de otras, cuando está sólido que toda la fuerza de cohesion (que en el ácido fluido es mas débil) ejerce sobre él su influencia y se opone á la tendencia á pasar á la forma de gas; pero al absorber el calórico de los cuerpos inmediatos va pasando gradualmente y sin violencia á su estado aeriforme que es el natural. La transicion del ácido carbó. nico sólido á gas priva á todas las sustancias que le rodean tan rápidamente y en tan gran cantidad del calórico, que produce un grado escesivo de frio, el grado de frio mayor que se conoce. 10, 20 y aun mas libras de azogue puestas en contacto con una mezcla de ácido carbónico sólido y de éter se vuelven en pocos momentos sólidas y maleables: pero este esperimento va siempre

acompañado de un riesgo inminente. Un funesto acontecimiento ocurrido en Paris impedirá probablemente que se fabrique ácido carbónico sólido en gran cantidad y privará acaso á la generacion futura del placer de presenciar este curioso esperimento. Un poco antes de principiar la leccion en el laboratorio de la escuela politécnica el cilindro de hierro, de dos y medio pies de largo y de un pié de diámetro, dentro del cual se habia producido ácido carbónico para hacer las demostraciones en presencia de los discípulos, estalló repentinamente, y sus fragmentos fueron lanzados con una fuerza estraordinaria todo al rededor, cortando ámbas piernas al ayudante y matándole en el acto. Este tubo en forma de cañon y formado del mas fuerte hierro fundido se habia usado para demostrar los esperimentos en presencia de la clase, con mucha frecuencia: si hubiera estallado en una de estas ocasiones, habria sido horroroso el estrago producido en el numeroso auditorio.

Luego que nos aseguramos que los gases pueden li quidarse, bajo la influencia del frio ó de la presion, descubrimos tambien una curiosa propiedad del carbon, conocida ya hace mucho tiempo pero no esplicada, cual es la de absorber los gases en porciones de diez, veinte y aun ochenta y noventa veces el volúmen de ellos, como sucede en el caso del gas amoniaco, y del gas ácido muriático. Algunos gases son absorbidos y condensados dentro de los poros del carbon en un espacio muchos centenares de veces mas reducido que el que antes ocupaban, y ya nadie duda que allí se trasforman en líquidos y sólidos. En este caso, como en mil otros, la accion química triunfa de la fuerza mecánica. La adhesion ó atraccion heterogénea, como se la denomina, adquirió en virtud de este descubrimiento una significacion mas estensa. Nunca se les habia considerado como una causa de cambio de estado de la materia; pero en la actualidad es evidente que un gas se adhiere á la superficie de un cuerpo sólido por la misma fuerza, que condensándole, lo reduce á líquido.

La menor porcion de gas (por ejemplo el aire atmosférico) puede ser comprimida dentro de un espacio mil veces mas pequeño solo por medio de una presion mecánica, y entónces su volúmen debe de ser con respecto á la mas pequeña superficie de un cuerpo sólido capaz de poderse medir, como un grano de arena es á una montaña. Por solo el mero efecto de la accion de las masas (de la gravedad), las moléculas gaseosas son atraidas por los cuerpos sólidos y se adhieren á su superficie, y cuando á esta fuerza puramente física se asocia la afinidad química, por débil que sea, los gases capaces de pasar al estado de fluidos no pueden conservar su forma gaseosa. La cantidad de aire condensado por estas fuerzas en el espacio de una pulgada cuadrada, es ciertamente inconmensurable; pero cuando

un cuerpo sólido, que presenta varios centenares de pies cuadrados de superficie condensados en el espacio de una pulgada cúbica es reducido á un volúmen limitado de gas, entónces es cuando podemos comprender porque se disminuye ese volúmen, porque todos los gases, sin escepcion alguna, son absorbidos. Una pulgada cúbica de carbon comun tiene, lo ménos, una superficie de cien pies cuadrados. Esta facultad de absorber gases, varía en las diferentes especies de carbon: poséenla en mayor grado los carbones que están dotados de mayor número de poros, es decir cuyos poros son mas pequeños; y en menor grado las especies mas esponjosas, en las que son los poros mas anchos.

Todos los cuerpos porosos pues (las rocas, las piedras, los terrones de los campos) absorben, de la manera que acabamos de decir, el aire atmosférico y por consiguiente el oxígeno. Por manera que la molécula sólida mas diminuta está rodeada de una atmósfera peculiar de oxígeno condensado, y si existen á sus inmediaciones otros cuerpos que tengan afinidad con el oxígeno, se efectúa una combinacion. Cuando por ejemplo el carbono y el hidrógeno se hallan así en estas circunstancias, uno cerca de otro, se convierten en alimento de las plantas, á sabei: en agua y ácido carbónico. El desenvolvimiento de calor, cuando el aire es embebido de este modo, y la produccion de vapor cuando la tierra es humedecida por la lluvia, son consecuencias reconocidas de esta condensacion por la accion de las superficies de los cuerpos sólidos.

Pero el fenómeno mas notable é interesante de esta especie de accion es la absorcion del oxígeno por la platina. Este metal, cuando está macizo es de color blanco y lustroso, pero precipitándolo cuando se halla disuelto en un ácido, se puede reducir á un polvo finísimo negro como el hollin. En este estado absorbe ochocientas veces su volúmen de oxígeno; el cual es contenido en él en un estado de condensacion muy parecido al del agua líquida.

Cuando los gases se condensan, es decir, cuando se aproximan sus partículas de este modo estraordinario, sus propiedades son palpablemente susceptibles de demostracion. Su accion química se hace mas visible á medida que desaparece su carácter físico. Este consiste en la contínua tendencia de sus partículas á desunirse y separarse unas de otras; tendencia, que como fácilmente se comprende, es el principal obstáculo á la accion química de los cuerpos gaseosos, pues ésta se hace mas enérgica cuanto mas se aproximan unas á otras las partículas. En el estado en que se encuentran en los cuerpos sólidos sobre su superficie ó encerrados dentro de sus poros, su elasticidad, ó sea tendencia á separarse unas de otras las particulas, ha cesado, y toda su accion química se ejerce enérgicamen

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