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portancia y la utilidad de su trabajo? He aquí pues las cuestiones que se nos presentan ántes de establecer las bases, y de entrar en cálculos y datos demostrativos; y no podrémos ciertamente desarrollar nuestro plan ni presentarlo en la forma que lo hemos concebido, si no entramos en consideraciones sobre cada uno de estos puntos.

El espíritu de sociedad anónima no es ya desconocido entre nosotros en sus diversas aplicaciones. Tenemos mas de una utilísíma esperiencia del modo con que una suma muy moderada si se considera individualmente, constituye un gran capital social para hacer frente á las empresas mas colosales. No se ha contado hasta ahora entre las aplicaciones de este espíritu, que realmente es una potencia activa, la de aumentar la poblacion y acrecentar la agricultura del pais; pero no hay mas que la novedad de la idea en este particular que pueda causar estrañeza. ¿Qué diferencia hay entre estos importantes objetos y los de facilitar las comunicaciones y transportes para que estos puedan someterse á la accion de las sociedades anónimas y aquellos no? ¿Qué diferencia existe entre esas empresas de minas y las que ahora nos ocupan en cuanto á su objeto y fin, en cuanto á sus medios, á sus formas, á su tendencia? La hay en efecto pero muy favorable á nuestro designio. Las compañías mineras, sin negar toda la utilidad que nos rinden actualmente, sin desconocer que la minería no tardará en llegar á ser uno de los ramos esenciales de la riqueza pública, cuando las circunstancias y los adelantamientos industriales nos permitan entregar al consumo general los metales científicamente depurados, y no en bruto como hoy lo hacemos con notable y conocida desventaja, pero por una necesidad imprescindible, las compañías mineras, repetimos, van á buscar en las profundas entrañas de la tierra, tesoros que esta se obstina en ocultar, y condena á los hombres á habitar en ese nuevo elemento subterráneo que ha descubierto la ávida industria; á la vez que las riquezas cuya esplotacion proponemos se encuentran bajo la influencia de nuestro hermoso cielo, fecundados por los rayos de un sol vivificante y por la influencia de una atmósfera llena de salud y vida. Si hay sociedades anónimas para buscar en esas cavernas tortuosas, abiertas con los brazos, con el sudor y fatiga del hombre, en cuya penosa actitud se nos figura verle trabajar en la obra de su propio sepulcro ¿por qué no podrá haberlas con mejor motivo y por mas fáciles medios para hacer germinar la preciosa semilla, que se presta al apacible trabajo, que es tambien un minero inagotable, en la dilatada superficie de nuestra tierra fértil, en que hoy solo se pasean ganados mezquinos, ó permanece improductiva? Las minas son acaso otra cosa que colonias en pequeño? Pero son colonias de hombres asalariados, en cuyo rostro no resplandece siempre la

influencia benigna de nuestro clima, ni los caractéres de una salud cumplida, y en cuyo espíritu no reina la dulce satisfaccion de constituir una familia, ligada al terreno que le dá la subsistencia, le asegura la propiedad y le fomenta la esperanza de un porvenir mas halagüeño, la esperanza!, que sazona siempre el alimento de los desgraciados, preside á sus trabajos, le consuela en sus pesares é imprime en su espíritu un sueño apacible.

No encontramos pues obstáculos en la aplicacion de las sociedades anónimas á la colonizacion española dedicada al cultivo del tabaco; y no deben aumentarse las dificultades que puedan existir con la consideracion de que se necesita un número crecido de constituyentes para formar el capital social, lo cual haria embarazosa la direccion de la empresa; porque nos ha demostrado la esperiencia que desde el momento que se comprueba la utilidad y ventajas de un proyecto, el interes privado concurre con el doble objeto de obtener el beneficio público y de hacer productivo un capital.

Antes que la bien calculada empresa del ferro-carril de Cárdenas constituyese una sociedad anónima para crear aquella importante via de comunicacion, parecia irrealizable esta reunion de hombres y capitales en un pais que desconocia el espíritu de estas empresas; y diez años antes de haberse conseguido la ejecucion de este proyecto hubiera parecido increible que por medio de estas acciones parciales se consiguiese, no ya solo el beneficio material de establecer esa línea, cómoda, breve y económica de comunicaciones y transportes, sino tambien el cultivo y fomento de multitud de terrenos que permanecerían improductivos, la formacion de un pueblo bien constituido, en los términos de la linea y la apertura de un puerto que va elevándose de dia en dia bajo todos aspectos; y ya hemos visto despues como se han conseguido todos estos beneficios; ya hemos visto que se crearon otras sociedades del mismo género bajo los mejores auspicios y con los mas grandiosos resultados; ya hemos visto en fin que basta calificar la utilidad del objeto y anunciar el beneficio particular unido al general, para que se realice la formacion de una sociedad anónima.

Contrayéndonos al objeto que nos ocupa y á reserva de demostrar numéricamente las utilidades, establezcamos las bases ó el fin de esta Sociedad dedicada á establecer colonos en los terrenos mas convenientes al cultivo del tabaco, esto es, á fijar en las privilegiadas localidades de la Vuelta de Abajo una comarca de vegueros, de un modo que los buenos resultados sirvan de ejemplo y poderoso estímulo; y á esta accion forzada, si puede decirse así, á este arbitrio y esfuerzo estraordinario, hijo de las circunstancias, siga despues la facilidad de transitar por el mismo sendero y la posibilidad segura de llegar á su término.

Conocido ya el objeto y supuestas las ventajas, hechos los cálculos, de que nos ocuparémos mas adelante, se evidenciará el capital necesario para constituir la sociedad de Poblacion Agrícola, título que nos place darla. Con estos fondos pueden adquirirse terrenos á censo redimible ó en pleno y absoluto dominio, para lo cual hay todavía suma facilidad, y donde escojer en localidades muy privilegiadas para el cultivo del tabaco y por un cánon muy moderado si son á censo las tierras, ó por un precio muy reducido si son en venta real. Asegurado ya este dominio no será dificil hacer venir colonos en número suficiente para dedicarse al cultivo, subdividiendo el terreno en posesiones de media caballería de tierra que se darán á censo por familias, con tal que estas tengan por lo menos dos hombres aptos para las labores del campo, una muger robusta y algun hijo bien constituido, cuyo corto trabajo no puede ménos de aprovecharse. Sometiéndose á ciertas condiciones que no pequen en onerosas, recibirán este pequeño fundo con la condicion de cultivar tabaco en la mitad del terreno y de venderlo á la Sociedad á los precios corrientes, mientras no rediman así el terreno, como las sumas que se les han anticipado. Por consiguiente los colonos se trasladarán por cuenta de la Sociedad á reserva, de reintegrarse de estas erogaciones: esta misma entregará á cada familia una de estas posesiones, con la competente cabaña y económica casa de tabaco, la mitad del terreno desmontado, los utensilios y animales competentes al trabajo y labores, algunas viandas sembradas, algunas aves para crias, y un pequeño trozo de cerdos acotados en lo restante del terreno por medio de un cercado económico.

Costosos serán ciertamente estos desembolsos por parte de la sociedad; ¡pero qué viene á ser esta suma comparada con la enormidad de las que se invierte en un ferro-carril? Y si las utilidades corresponden á la suma invertida es evidente que pueden sufragarse los costos; y esto, haciendo abstraccion del beneficio público que se prodiga, aumentando la riqueza y la poblacion del pais. Y se creerá todavía dificil llevar a cabo el pensamiento? Habrá quien dude aun despues de esta breve relacion que pueda aplicarse á este objeto el espíritu de asociacion? Nos congratulamos de que no sucederá así; pero si aun nos fuese preciso esforzarnos para producir el convencimiento en los que todo lo juzgan impracticable siempre que se les desvia del sendero trillado, preguntaríamos á estos: ¿Podría establecerse esta colonizacion agrícola por el gobierno si este contase con algunos fondos dedicados al objeto? No podria verificarlo por sí mismo la Real Junta de Fomento, que con tan denodados esfuerzos nos ha enseñado á transitar por caminos de hierro, y que ha coronado con éxito feliz tantas y tan interesantes obras de beneficio público? Destituido de razon seria

ciertamente el que nos contestase por la negativa: pues bien; si el espíritu de asociacion, alimentado y sostenido por el go bierno, auxiliado y animado por la Corporacion ilustre, ha logrado llevar á cabo las mismas empresas, es evidente que sucederia lo mismo con el proyecto que nos ocupa, aun cuando la sociedad anónima tenga la iniciativa; porque el gobierno, la administracion y la Junta consagran su mas activo celo al mismo objeto que aqui nos proponemos.

Creemos pues demostrado que la colonizacion dedicada al cultivo del tabaco puede ser objeto de una sociedad anónima, que es la primera cuestion de las que ofrecimos resolver. Es verdad que nos falta evidenciar que esta dedicacion es útil, es conveniente, y que producirá los resultados que se desean, tanto en beneficio de los emprendedores, como en el de los colonos que vengan á aumentar nuestra poblacion y á acrecentar nuestra riqueza, labrando á la vez su subsistencia y bienestar; y esto es precisamente lo que probarémos en la continuacion de este escrito siguiendo el órden que nos hemos trazado para evitar la confusion en nuestras ideas, aun cuando tengamos que incurrir en repeticiones.-F. de P. S.

(Continuará.)

MEMORIA

sobre caminos, por D. José Antonio Saco. (*)

"Despues de la influencia general de las estaciones y del clima, sin la cual no podríamos satisfacer nuestras necesidades, ni proporcionarnos gran parte de nuestras comodidades, no hay quizá ninguna circunstancia mas interesante á los hombres en un estado de civilizacion, como la perfeccion de los medios de las comunicaciones internas."

Primer informe de la Comision nombrada por el Parlamento Británico, sobre los caminos del Reino Unido.-1806.

Laudable costumbre es de la Sociedad Patriótica de la Habana proponer á la entrada de cada año varios programas sobre objetos de grande importancia á la prosperidad cubana. A su resolucion convoca, no solo á los habitantes de este hermoso suelo, sino á los que han nacido en estraños y apartados climas. Ni el orígen, ni la lengua, ni la diferencia de usos y costumbres, nada de eso impide hoy que la Sociedad llame indistintamente á los hombres de todos los paises, y estimulándolos con recompensas, los convide á que vengan á depositar en las aras de la patria el fruto de su aplicacion y de sus talentos. Cubriránse de ofrendas esas aras, y entre tantas como aparecerán dignas del númen á quien se consagran; yo tambien me atrevo á presentar la mia, y si no he acertado á escoger la mejor, ni tampoco he sabido prepararla cual conviene al noble fin que se destina, quédame por lo ménos la satisfaccion de haber he

(*) Sin embargo de haberse impreso esta Memoria en las actas anuales que distribuia la Sociedad entre sus miembros antes de la publicacion de este periódico como uno de los trabajos que mereciera el premio en el mas lucido de los concursos, no ha tenido la circulacion que es de desearse; y esto tal vez es lo que ha dado motivo á que muchos de nuestros suscritores nos hayan pedido su reproduccion, á lo cual nos hemos prestado anuentes, pues si bien se rectificarian hoy algunas ideas à virtud de lo que hemos adelantado en punto á comunicaciones desde el año de 1830 en que se escribió esta Memoria, los preciosos datos que contiene, los conocimientos que se esplanan, la inteligencia que demuestra el autor, hacen de este escrito uno de aquellos trabajos cuya oportunidad es de todas las épocas, y cuyo mérito es de todos los tiempos y circunstancias. (El Director.)

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