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tania mas agua cuanto ménos arena contengan, pero ménos que el humus: 4. la arena silicia apénas absorbe la humedad, lo mismo que la arena calcárea, allas formarán terrenos áridos y secos: 5. aunque el humus absorba mucha agua no es indicio esta sola propiedad de la fertilidad de las tierras, porque la arcilla, la caliza fina y la magnesia absorben mucha humedad sin ser fértiles: 6. esa propiedad es á menudo, pero no siempre, proporcionada á la facultad de retener el agua, pero no á la de disecarse.

La 5 observacion de Mr. Payen destruye una doctrina del célebre Davy (1) que creia proporcional á la fertilidad de un terreno la propiedad de absorber el agua.

TABLA

formada por Mr. Payen de las diferentes tierras.—Absorcion de 500 centigramos de tierra estendidos en una superficie de 36.000,

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Para hacer aplicaciones de esas diversas fórmulas, se tendrá presente que en nuestro sistema agrario de medida, una caballería de tierra tiene 324 cordeles planos ó cuadrados, y un cordel cuadrado 575 varas (2) que la vara tiene tres pies.

(1) Davy elementos de química agrícola.

(2) Poey compendio de la geografia de la isla de Cuba, la segunda edicion recomendable por sus notas, á pesar de otras ediciones que carecen de ellas.

Para que se pueda calcular sobre los datos que he copiado de Vallejo, debe tenerse presente que la vara de Burgos es cinco líneas mayor que la habanera, así 100 varas de la Habana=101,1682 de Búrgos; 100 varas de Búrgos=98,845 de la Habana. (1)

Por término medio podrémos deducir en regla general, que el agua necesaria para regar un fundo en una columna cuya base es igual al terreno que quiere regarse, y su altura la de tres pulgadas.

TERCERA PARTE.

Costo de los pozos artesianos, y por quienes debe ensayarse,

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El costo de una fuente ascendente proviene de la naturaleza del terreno en que se da el taladro, y del sistema que se adopte en su construccion. Aunque semejantes el ingles y el frances en los medios de taladrar la tierra, los útiles de que usan varían en su materia, y esto es ocasion de diferencia en el precio.

Para calcular el costo de un pozo artesiano no deben incluirse los que corresponden á útiles é instrumentos necesarios, que en la incertidumbre de si son ó no profundos los sondeos, pueden demandar instrumentos y aparatos que no podrán bajar de 800 á 1.000 pesos, pues en Francia los objetos necesarios para taladrar un terreno cuestan hasta 3.205 fr. 50 cents., ó lo que es lo mismo, 1.191 fr. 35 cents. la cabria y 2.014 fr. 15 cs. los demas.

Por mas sencillo que parezca taladrar el terreno, hay ocasiones que se ocupan en Francia siete ú ocho hombres y cuesta un pozo de 440 pies 9.000 fr.

Cuando el terreno es poco dificil de taladrar el precio es menor: entonces cuesta un pozo de 90 pies 150 fr. El profesor Mr. Garnier para probar lo que influye en el precio del trabajo lo impropio del terreno, trae el ejemplo de un pozo de 183 pies que costó 2.000 fr., sin contar algunos otros gastos, entre otros uno de 696 fr. Segun el mismo escritor, los siete ú ocho sondeadores de Artois no quieren trabajar por ajuste: uno que

(1) D. Juan Lobo en un informe.

cita recibía cuatro fr. por cada pie que taladraba hasta 200. EI precio general es tres francos por pié hasta 100; 3 fr. 50 cents. hasta los 125, 4 fr. desde 175 hasta 150, 4 fr. 50 cents. de 150 hasta 175, y 5 fr. hasta 200. Ademas piden un viático de 8 á 10 fr. diarios. y que se les paguen los gastos de viage y trabajadores.

En el método ingles hay que agregar el costo de los cilindros de fundicion que se calculan en 21 libras de peso cada uno, y 8 fr. de costo, y las busas de cobre en 4 libras y 10 fr. 50 cents.

Calculando la diferencia de los jornales, aquí serian de un precio exhorbitante los pozos, ademas de correrse el riesgo de no encontrarse las aguas. Un pocero nuestro con mas probabilidades de éxito y ménos costos formará un pozo. Es cierto que hay algunos puntos en que se encuentra á profundidades inmensas, pero esto no es lo general.

Mr. Garnier dice, que á pesar de la retribucion que exigen los fontaneros, no llenan las esperanzas que ofrecen: y como á luengas tierras, luengas mentiras, aquí corremos el doble riesgo de la charlatanería esplotadora del bolsillo ageno y la novelería incauta.

Pudiera precitar el costo del ensayo desgraciado hecho por la Junta de Fomento en el Rincon, pero creo mas exacto presentar los costos de Francia, y compararlos con nuestras diversas y desfavorables circunstancias para que se hagan las deducciones que se desprenden sin esfuerzo de tales premisas,

§2.0

¿Quién puede ensayar en Cuba la formacion de fuentes ascendentes?

Es evidente que para la generalidad lo mejor es lo mas barato, aunque no sea lo escelente, segun el principio de que á veces lo mejor es enemigo de lo bueno. En muchos departamentos franceses ha comprado el gobierno los instrumentos necesarios para la construccion de los pozos, y puesto á disposicion del público al cargo de la autoridad local. Es claro que solo las sociedades económicas y de fomento pueden aquí suplir esa accion benéfica del gobierno, ¡y en qué términos?

Foméntese el sistema de riegos artificiales adoptando las buenas prácticas de Europa, y si hay lugares á propósito y no esplotados en nuestros territorios habitados en que puedan formarse fuentes ascendentes, allí deben únicamente abrirse para el fomento de la pública prosperidad.

Al concluir este trabajo en que he manifestado con lealtad una opinion hasta cierto punto contraria á la mente en la Real Sociedad, dəy la prueba mas sincera de que confio de su imparcialidad y justicia, cuando le someto á su jurisdiccion: faltaria á mis deberes, si creyese que podia callar cuando tan noble ejemplo me ofrecia la ilustrada Corporacion al recomendar los riegos tan olvidados y despreciados para nuestros labradores rutineros y estacionarios.

Yo aplaudo todo progreso agrícola, porque veo amenazada nuestra agricultura de graves trastornos, y el cultivo en pequeño tendrá que proporcionar pan á los que antes se mantenian de azúcar. No está muy cerca el peligro, pero ya se ve á lo léjos asomar en nuestro horizonte, donde debiera lucirnos ese antiguo sol que hacia llover oro en los campos de nuestros padres.

Informe de la Comision encargada del exámen de la anterior Memoria, aprobado por la Real Sociedad Económica.

Habiendo examinado con el detenimiento que demandaba un asunto tan árduo como el que se discute en la Memoria sobre la certeza ó probabilidad del buen éxito de los pozos artesianos en la isla de Cuba, que V. SS. se han dignado someter á mi informe, vengo á dar cuenta del juicio que en mi insuficiencia he podido formar de la citada obra, tanto con respecto á su mérito, como á si ha llenado ó no las condiciones que se exijían en el programa publicado por el Cuerpo Económico.

Las teorías de los pozos artesianos admitidas hoy en el mundo científico, y propagadas por los hombres mas competentes en la materia, no las desconoce el autor de la Memoria que nos ocupa y las esplica lo bastante para convencernos de la necesidad que ha tenido de examinar en la primera parte de su obra la composicion geológica de la Isla, para deducir despues la circunstancia favorable ó adversa del resultado de los pozos artesianos en nuestro suelo. Se queja en esta parte y con muy justa amargura de la falta de un exámen geológico del pais, única base sólida en que pudiera fundarse una opinion decisiva sobre el éxito de dichos pozos. No era posible que el autor efectuase este importante y dilatado trabajo en el plazo fatal que señalaba el programa para la presentacion de los escritos en que debia discutirse esta cuestion interesante. Sin embargo, ha sabido aprovecharse para resolverla en el sentido en que lo hace, de la ojeada superficial aunque penetrante, que en su tránsito lanzó sobre nuestro suelo el profundo natu

ralista Aleman; tambien se ha valido de las noticias geológi cas comunicadas por el Sr. de Zancajo sobre diversos puntos del territorio Occidental, y ha consultado otros trabajos mas estensos y muy interesantes de autores estrangeros sobre la formacion geológica de algunas de las otras Antillas. Y aunque en rigor estos datos son insuficientes para apoyar una opinion decisiva sobre el éxito que tendrán en Cuba los pozos artesianos, en sentir del que suscribe ofrecen mas fundamentos para negar la seguridad que para sostener la probabilidad del buen resultado de dichos pozos en este pais. Si á ellos agregamos las reflexiones que acompaña el autor de la Memoria sobre la pobreza de nuestros rios, la poca elevacion de nuestras montañas y otras circunstancias fisicas de la Isla, sin duda que adquieren mayor fuerza y solidez sus opiniones. En este punto tan interesante siento estar en desacuerdo con algunos de los ilustrados miembros de esta Seccion, pero no me es posible dejar de emitir mi opinion con libertad, si he de corresponder á la confianza con que V. SS. me han honrado en esta ocasion.

Debo manifestar por lo tanto, que la primera parte de la Memoria ha llenado cumplidamente todas las condiciones del programa, puesto que demostrándose en ella la improbabilidad en el éxito de los pozos artesianos en el pais, era innecesario llenar las demas condiciones. Sin embargo, el autor ha querido presentar las escepciones que se han notado en otros paises, en los puntos considerados por la ciencia como ménos á propósito para el sondeo de pozos artesianos, y suponiéndolas posibles en Cuba, ha querido satisfacer todas las exigencias del programa y continúa ocupándose de las ventajas que las fuentes ascendentes producen á la agricultura. Es verdad que lo hace sucintamente, creyendo sin duda molestar la atencion del Cuerpo si insiste en la demostracion de una verdad que generalmente se considera indisputable; la ponen en duda sin embargo, el ilustrado conde de Gasparin y otros autores, asegurando que muy raro de los pozos artesianos conocidos es suficiente para las exigencias de un estenso riego, aunque satisfacen en general las necesidades de la horticultura y de los usos domésticos. Por lo mismo hubiéramos querido que el autor de la Memoria que nos ocupa, hubiera presentado una relacion de las fuentes ascendentes mas fértiles, con espresion del agua que vierten sus manantiales en un tiempo dado, para desvanecer ó fortificar la impresion que en nosotros han hecho las lecciones de los autores citados, y mucho mas tratándose de un pais intertropical, donde deben ser mas frecuentes los riegos. Esta relacion nos hubiera facilitado el cálculo del área que podria regar uno de los pozos que se hubiese escogido para ejemplo, pero el autor creyó que el objeto de la Sociedad no era otro que saber aproximadamente la cantidad de agua necesaria para el

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