The Living Method for Learning how to Think in Spanish

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The author, 1892 - 278 páginas
 

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Pasajes populares

Página 264 - Aixa, su madre, que le acompañaba en su destierro con los nobles, que en otro tiempo componían su brillante corte, le dijo: "Llora, llora, como una débil mujer, la pérdida de un reino que no has sabido defender como hombre.
Página 18 - Las letras del alfabeto español son: a, be, ce, che, de, e, efe, ge, hache, i, jota, ka, ele, elle, eme, ene, eñe, o, pe, cu, ere, erre, ese, te, u, ve, ve doble, equis, ye o í griega, zeta.
Página 262 - Te equivocas -me dijo Ñuño-. Si se le rompe esa caña con que juega; si otro compañero se la quita; si su madre le regaña porque se divierte con ella, le verás tan afligido como un general con la pérdida de la batalla, o un ministro en su caída.
Página 57 - The colors of the rainbow are — violet, indigo, blue, green, yellow, orange and red.
Página 262 - Sí se le rompe esa caña con que juega, si otro compañero se la quita , si su madre le regaña porque se divierte con ella; le verás tan afligido como un General con la pérdida de la batalla, ó un Ministro con su caida. Créeme, Gazel : la miseria humana se proporciona á la edad de los hombres : va mudando de especie , conforme el cuerpo va pasando por edades ; pero el hombre es mísero desde la cuna al sepulcro . CARTA LIV.
Página 262 - AYER estábamos Ñuño y yo al balcón de mi posada viendo a un niño jugar con una caña adornada de cintas y papel dorado. — ¡Feliz edad — exclamé yo — , en que aún no conoce el corazón las penas verdaderas y falsos gustos de la vida! ¿Qué le importan a este niño los grandes negocios del mundo? ¿Qué falta le hacen las dignidades para satisfacerle?
Página 261 - En Burdeos pedia un mendigo con muchas instancias un franco á una mujer que iba por la calle. Negóse esta á dárselo, y él la persiguió gran trecho haciendo la misma demanda, hasta que viendo el mendigo que entraba ya en su casa, dijo: — Por esta falta de caridad, se ve...
Página 261 - Amiens, se dio por orden general que nadie pudiese salir de casa de noche sin linterna. En la misma de aquel día. se presentó un labrador con la suya en la mano. — Tu linterna, grita la centinela.
Página 261 - La segunda, que sean los hombres tan malvados, que vayan á la guerra á matarse unos á otros, cuando por sí solos...
Página 262 - LA NUEZ. — Dos muchachos que jugaban al pié de un nogal, hallaron en el suelo una nuez que so había caído del árbol.

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