Semanario pintoresco español: Lectura de las familias. Enciclopedia popularSemanario pintoresco., 1856 |
Otras ediciones - Ver todo
Términos y frases comunes
Adamina adorno Alfonso Alfredo alma Almaccari amigo amor Amparo antigua árabes armas artista Bautista de Toledo bella BONNAT buen caballero caballo cabeza calle castillo célebre cion ciudad conde contestó convento corazon Córdoba Corfu cristianos cuya debe debia decia dejó despues dice dijo Doña egira Emilio emir entonces España español estaba exclamó Felipe II flores GEROGLIFICO gloria habia hablar halla hermosa hijo historia hizo hubiera iglesia imaginacion islas jónicas jóven lágrimas lector lengua llamado llegar lleva llorar Lorenzo Ghiberti Madrid mano MANUEL IBO ALFARO marqués Medina Azzahrá medio mente mirada morir muerte mujer mundo niño noche nombre Numancia ojos órden padre palabras palacio parece paso Pedro Pedro Atanasio Bocanegra Pelendones piés pobre poco podia poeta preguntó primera príncipe pueblo puerta quiere real reina Ródano Rosa salir Sanscrito Santa siglo tambien teatro tenia tierra triste verdad vista vivir Voltaire volvió
Pasajes populares
Página 11 - Pedro..., en una palabra, cuantos han visto mis saínetes, reducidos al corto espacio de veinticinco minutos de representación..., digan si son copias o no de lo que ven sus ojos y de lo que oyen sus oídos; si los planes están arreglados al terreno que pisan, y si los cuadros no representan la historia de nuestro siglo... Yo escribo, y la verdad me dicta».
Página 340 - No se entristece tanto cuando pierde desnudo, el ramo fértil i florido ya sin vigor cortado, el árbol verde, cuanto yo viendo suelto i dividido 5 de Taima el lazo estrecho, con la muerte que velo no podrá cubrir de olvido.
Página 170 - El tiempo fué de angélica ternura Cuando hasta de una flor era yo amante, Y vislumbraba, el seno palpitante, Diáfanos horizontes de ventura. Si quieres que en mi vida atribulada, Náufraga hoy en el mar de la agonía, La calma torne de la edad pasada, Y el sol de la esperanza y la alegría, — ¡ Vuélveme aquella juventud dorada ! ¡ Vuélveme aquel amor del alma mía ! AD1ÓS.
Página 128 - Era en la una del nibí encendido Hermoso complemento Un largo y rojo manto, enriquecido De tornasoles ciento. La de rica corona de esmeralda, Del campo en primavera Llevaba los colores en la falda ; Verde, alegre, ligera. De la amatista el resplandor divino, En la tercer doncella, Igualaba en lo etéreo y zafirino Una túnica bella. A la celeste esfera, yo la dije, Tu aspecto me sublima : Tu clara luz al centro me dirige Do la creación se anima. ¿Serás tú por ventura de otro mundo Que a mi vista...
Página 11 - Los que han pasado el día de San Isidro su pradera; los que han visto el Rastro por la mañana, la Plaza Mayor de Madrid la víspera de Navidad, el Prado antiguo por la noche, y han velado en las de San Juan y...
Página 386 - Pintura, está pintada al fresco por el famoso Becerra... En lo bajo, á la redonda, están puestos estantes de madera de nogal tallados de medio relieve y dorados sus perfiles, en que están las trazas y papeles tocantes al oficio de trazador... y en él se demuestran las trazas de la gran fábrica de San Lorenzo el Real y las del Alcázar de Madrid, del Alcázar de Toledo, del Real Sitio de Aranjuez y de todo lo que en él falta de edificar...
Página 80 - En ti pienso, mi bien, cuando los rayos del sol quiebran la mar; y en ti, cuando el reflejo de la luna repite el manantial. Véote, cuando el polvo en las veredas arrolla el huracán; y en la sombra sin fin, cuando el que pasa se estremece, al pasar. Oigo tu voz, cuando las ondas suben en sordo rebramar; y aun en la muda calma de las selvas la escucho con afán.
Página 11 - No hay en Madrid hombre que tenga más miedo; pero esta gente que todo lo compone hablando recio, mirando de rabo de ojo y doblando ansina el cuerpo, en tropezando con quien los entiende, se caen muertos. Seguidme, y allá vereis qué linda tarde tenemos.
Página 341 - Bétis , que al sacro Océano espumoso Llevaba el son de tu dorada lira, Altivo y con grandeza glorioso Mudo en su gruta oscura se retira , Y en el profundo vaso con gemido Las tardas ondas discurriendo mira. De tu canto quedaba suspendido El español osado y el romano, Y el francés orgulloso y atrevido. Por...
Página 35 - Villasierra, vaya á ese convento, os mando le reci«bais en él, y le aposenteis en los aposentos de palacio, que se le señalaron cuando yo estuve en ese sitio, asistiéndole en todo cuanto «hubiese menester para la comodidad y seguridad de su persona y «familia, y para lo...