Riaus Es una region Extremadura tanto más amada de sus hijos cuanto ménos favorecida de la suerte; region que ha llenado la historia y no la tiene; region que con su ruina y oscuridad presentes compró á la patria comun sus mayores grandezas pasadas; region, en fin, cuyos nombres y lugares parece que se trasladáran de raíz al Nuevo Mundo segun los tiene el viejo de olvidados. Su rudeza natural, que no se me esconde, su ingénita incuria, que corre en proverbio, y la miseria de los tiempos que han sobrevenido, son parte á que de los extremeños pueda con verdad decirse lo que de todos los españoles decia el más ilustre historiador de nuestras guerras de Flándes: que no han tenido tanto cuidado de escribir sus hazañas como de hacerlas (1). Incapaz yo de ambas cosas, abrigué desde niño el ambicioso deseo de recordarlas. A la verdad, fué en mí osadía, propia del espíritu moderno, dar calor á aquel propósito en la manera que lo hice, comenzando acaso los relieves y corona del edificio ántes de sondada la tierra en que habia de tener su cimiento. Aficion mal cultivada á los estudios históricos y la superficial noticia de las cosas superficiales que los hombres de hoy tenemos, ¿son luz bastante para penetrar los inextricables laberintos de lo pasado? Aunque se tenga por paradoja, más bien creo que pueda escribirse con vulgares conocimientos la historia general que la particular, como, hablando llanamente, es más fácil conocer á la humanidad que al hombre, y apreciar un conjunto que un detalle. Así me aconteció que caminaba á tientas, y pensando escribir la historia particular de mi provincia, lo que hacia era un desmañado extracto de la general de España. Pero como la humana inteligencia obedece á la misma ley de gravedad que las cosas materiales, luégo abandoné tan inmenso plan por otro más sencillo. Propúseme hacer primero en la Bibliografía estudio concienzudo de sus libros y memorias literarias; despues la Biografia ó vida de sus hombres célebres; y por último, los Anales de Extremadura, como resúmen y compendio de todos mis trabajos. Pese á su sencillez, presentaba este plan singularidades que hacian su ejecucion dificultosa. La Bibliografía, tal como la han venido entendiendo los eruditos, no bastaba para andamio del proyectado edificio, porque la historia de los hombres y la de las instituciones, grandemente desdeñada en las escasas monografías extremeñas que poseemos, son, sin embargo, las únicas fuenles que en mi concepto manan la general de mi país. Corrobora esta creenla opinion que yo tengo formada de la Bibliografía, donde no huelga ele cia (1) D. Cárlos Coloma en el prólogo á sus Guerras de los Estados Bajos. — Barcelona, 1627, |