Imágenes de página
PDF
ePub
[graphic][ocr errors][ocr errors][merged small]

Corrección Juliana.-Habiendo notado Julio César el gran desorden que había en el calendario, debido al cual las fiestas, por ejemplo, las de Ceres y Baco, se celebraban en épocas y días contrarios á sus instituciones, encomendó al astró

(1)-Estatua encontrada en Cumas. (Museo Campana Escamps, Descrip. núm. 25.)

nomo Alejandrino Sosígenes que hiciese la corrección del calendario. Este astrónomo indicó la intercalación de un día cada 4 años, al fin del mes inercedonio y entre el 23 y el 24 de Febrero; como este último día era el sexto kalendas Martii, el día añadido recibió el nombre de bis-sexto-kalen las, de donde proviene el nombre de bisiesto que recibe tal día y el año en que se añade.

El año en que se hizo la corrección juliana fué el 708 de Roma, en que Julio César era ya Dictador perpetuo, asesorado por el cónsul M. Emilio Lépido, correspondiendo dicho año al 45 a. E. V., que fué llamado Año de confusión, porque para restituir las fiestas romanas á sus debidos tiempos, hubo que añadir entre Noviembre y Diciembre, dos meses con un total de 67 días, habiendo tenido ese año 15 meses, porque era mercedonio de 13, y habiendo constado de 445 días.

Para fijar los días festivos y arreglar el nuevo calendario conforme á los principios dados por Sosígenes fué encargado Flavio, que dejó todavía á la división del mes en kalendas, nonas é idus. El primer año en que se comenzó á hacer uso de este calendario fué el 44 a. E. V., quedando desde entonces los meses con el número irregular de días que hasta la actualidad cuentan, puesto que Febrero tiene 28, los demás meses 30 ó 31 días, sin regularidad alguna.

Pascua. Conforme á lo prescripto en la corrección juliana, se vino añadiendo un día cada 4 años, correspondiente al cuarto de día que sobra aproximadamente cada año, pero no son seis horas completas, por la diferencia entre el año sideral y el año trópico de que hablé anteriormente. En virtud de esta diferencia y á causa de la Precesión de los Equinoccios, el de Primavera se verifica cada año un poco más al Este y se adelanta, como ya he indicado, 11' 8", de suerte que el año trópico es más corto 0 d. 007, 736 que el sideral. No se tuvo en cuenta esta diferencia en la corrección juliana, ni la consideraron tampoco los padres del Concilio de Nicea, celebrado el año de 325, en el que se fijó la regla para determinar el día de la celebración de la Pascua, porque supusieron falsamente que el Equinoccio de Primavera caería siempre el 21 de Marzo, como había sucedido en ese año del Concilio y juzgaron malamente que la Pascua no podría caer nunca después del 25 de Abril. Esto me obliga á hablar aunque sea brevemente de la celebración de la Pascua.

Esta festividad fué transladada del Judaísmo al Cristianismo, y no hubo en los principios de la nueva religión uniformidad en cuanto á la fecha de su celebración. Los judíos acostumbraban celebrar la Pascua el día 14 de la Luna siguiente al equinoccio de Primavera, y los cristianos de Oriente, en particular por autoridad de S. Policarpo, Obispo de Smirna y discípulo de los apóstoles, celebraban la Pascua de Resurrección según el uso judío, cualquiera que fuese el día de la semana en que cayera, por lo que recibieron el nombre de Judaizantes ó Cuartodecimanos. Los cristianos de Iglesia Romana, que habían cambiado el nombre del día del Sol por el de Dies Domini y teniendo en cuenta la tradición de que Jesucristo había resucitado en domingo, celebraban la Pascua el domingo siguiente al día 14.o de la Luna después del equinoccio de Primavera.

De esta diferencia tomó origen, hacia la mitad del siglo segundo, la cuestión entre el Papa S. Aniceto y S. Policarpo, cuestión meramente disciplinar y á la que no se dió solución; porque la Iglesia de Occidente y la de Oriente siguieron sus respectivas costumbres. Al fin del mismo siglo, Policrates, Obispo de Efeso renovó la cuestión, siendo pontífice Víctor, pero como Policrates se opusiese abiertamente á la autoridad de Roma, el Papa mandó reunir concilios parciales en diferentes países y otro en Roma, presidido por él, para estudiar el punto de discordia; la costumbre romana fué aprobada generalmente y Policrates excomulgado por su pertinacia.

Prevaleció, pues, el uso de celebrar la Pascua el domingo siguiente al día 14.o de la Luna después del equinoccio de Primavera, pero como aún algunas iglesias siguiesen la costumbre judía, el Concilio de Nicea confirmó un siglo después la decisión del Papa Víctor, acordando que el Patriarca de Alejandría, donde había una academia de astronomía, notificaría á Roma el día en que la Pascua debiera celebrarse con relación al equinoccio de Primavera, y el Papa transmitiría la orden á las iglesias de Occidente (1).

(1)-Estando para publicar el presente trabajo, vino á mis manos un estudio de M. P. Puiseux, astrónomo del Observatorio de París, acerca de la data de la fiesta de Pascua, que me parece muy oportuno extractar aquí: «En este año (1903) los cristianos de Occidente y los israelitas han cele

Corrección Gregoriana.-Pareció á los Padres del Concilio que no surgiría dificultad en lo sucesivo; pero como no habían tenido en cuenta los once minutos ocho segundos de diferencias entre el año trópico y el sideral, vino adelantándose la Pascua correlativamente al equinoccio de Primavera en los siglos subsiguientes, por cuanto en el calendario juliano se daba al año un valor de 355 d., 25, mientras que el valor medio es solamente de 365 d., 2422. Ahora bien, por esta diferencia el equinoccio avanza cada 4 años 44' 32", aproximadamente tres cuartos de hora, que acumulados en el transcurso de los años, llegan á formar un día al cabo de 128 años. De aquí re

brado la Pascua el mismo día. Esta coincidencia es rara. No se había presentado desde 1825, y según una opinión bastante vulgar, nunca podía verificarse.

<Los israelitas opinan, que celebrando la Pascua el 15 del mes de Nisán, se conforman á las prescripciones del Señor manifestadas por Moisés (Éxodo XII-1; Levítico XXIII, 5); pero puede suceder que el 15 de Nisán, preceda al equinoccio por la intercalación irregular del mes Veadar en el ciclo de 16 años.

La Iglesia fija la Pascua en el primer domingo siguiente al plenilunio después del equinoccio de Primavera, pero como á veces sigue éste muy de cerca al plenilunio, de tal modo que uno ú otro ó ambos caigan en la noche del sábado ó domingo, son necesarias determinaciones astronómicas muy precisas y á menudo impracticables para decidir si la Pascua debe celebrarse al día siguiente.

<La regla práctica seguida desde el Concilio de Nicea es la siguiente: I. El equinoccio de Primavera caerá siempre el 21 de Marzo.

II. La Luna, cuyo día 14.o cae el 21 de Marzo ó cerca de esta fecha, se juzga ser luna de Marzo.

III. La Pascua está fijada en el domingo que sigue inmediatamente al día 14.o de la Luna de Marzo.

IV. Si el día 14.o es un domingo, la fiesta se translada al domingo siguiente.

V. Para decidir cuál es la data del día 14° de la luna, se tiene por regla el cómputo eclesiástico.

«El cómputo es un ciclo que se reproduce periódicamente cada 19 años y está fundado en la suposición de que 19 años trópicos equivalen exactamente á 235 revoluciones synódicas. Mas como estos dos períodos difieren cerca de dos horas se sigue que la luna pascual así como la del calendario israelita son ficticias, llegando á ser el error considerable, si no se hiciese la corrección de un día cada 228 años.

<El debate ha versado principalmente sobre la cuarta prescripción que

sultó que desde la corrección juliana hasta el año de 1582 la fecha del equinocio y la de la Pascua se habían adelantado 10 días, es decir, que en ese año cayó el equinoccio el día 11 de Marzo en vez del día 21.

[graphic][merged small]

Ocupaba entonces la Sede Pontificia el Papa Gregorio XIII, que habiéndose dado cuenta del error, comisionó á los astrónomos Luis y Antonio Lili, á Sirletti y Clavius para que estudiasen la corrección que debiera hacerse, y en virtud de sus estudios decretó el Pontífice una importante reforma:

I. El día 5 de Octubre de 1582 debía contarse como el 15 del mismo mes, á fin de que, por la supresión de los 10 días,

concierne á la translación eventual de la Pascua al domingo siguiente, que tenía por objeto evitar que la Pascua se celebrase simultáneamente por los cristianos y los judíos.

Esta opinión no está fundada en las actas del Concilio, que se han perdido, sino en dos documentos de la misma época, una carta del emperador Constantino, conservada por Eusebio, y las constituciones apostólicas. Constantino declara que da en rostro ver á los cristianos seguir las

« AnteriorContinuar »