Floresta de rimas modernas castellanas: ó, Poesías selectas castellanas desde el tiempo de Ignacio de Luzan hasta nuestros días, Volumen 1

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A expensas de Rohrmann & Schweigerd, 1837 - 515 páginas

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Página 80 - Suspenso, el concurso entero entre dudas se embaraza, cuando en un potro ligero vieron entrar en la plaza un bizarro caballero. Sonrosado, albo color, belfo labio, juveniles alientos, inquieto ardor en el florido verdor de sus lozanos abriles. Cuelga la rubia guedeja por donde el almete sube, cual mirarse tal vez deja del sol la ardiente madeja entre cenicienta nube.
Página 378 - ... crédulas tragaban; mas hoy Alcinda desayuna al suyo con ruedas de molino; triunfa, gasta, pasa saltando las eternas noches del crudo enero, y cuando el sol tardío rompe el oriente, admírala golpeando, cual si fuese una extraña, al propio quicio.
Página 42 - Por vengar el común y el propio daño. Baste ya de un indigno sufrimiento, Que reprimió con débiles reparos La justa saña del conocimiento. He de seguir la senda de los raros : Que mendigar sufragios de la plebe, Acarrea perjuicios harto caros. Y ya que otro no chista ni se mueve, Quiero yo ser satírico Quijote Contra todo escritor follón y aleve.
Página 371 - DESDE el oculto y venerable asilo do la virtud austera y penitente vive ignorada y, del liviano mundo huida, en santa soledad se esconde, el triste Fabio al venturoso Anfriso salud en versos flébiles envía.
Página 84 - Cual flecha se disparó despedida de la cuerda, de tal suerte le embistió; detrás de la oreja izquierda la aguda lanza le hirió. Brama la fiera burlada; segunda vez acomete, de espuma y sudor bañada, y segunda vez la mete sutil la punta acerada. Pero ya Rodrigo espera con heróico atrevimiento, el pueblo mudo y atento: se engalla el toro y altera, y finge acometimiento.
Página 247 - De tu ala lisonjera. Luego á mi amable lira, Mas bullicioso llega , Y mil letrillas toca Meciéndote en sus cuerdas. No tardes , no, que crece Del crudo sol la fuerza , Y el ánimo desmaya Si tú el favor le niegas. Limpia oficioso , limpia Con cariñosa diestra Mi ardiente sien , y en torno Con raudo giro vuela.
Página 370 - ... la desgracia que la muerte; morir en fin de angustia y de tormento, víctima de un amor irresistible; ve aquí mi situación, ésta es mi suerte; Y ¿aun pretendes; cruel!
Página 371 - Así también del mundanal tumulto lejos, y en estos montes guarecido, alguna vez gozara del reposo, que hoy desterrado de su pecho vive. Mas, ¡ay de aquel que hasta en el santo asilo de la virtud arrastra la cadena, la pesada cadena con que el mundo oprime a sus esclavos!
Página 372 - De afán y angustia el pecho traspasado, pido a la muda soledad consuelo y con dolientes quejas la importuno. Salgo al ameno valle, subo al monte, sigo del claro río las corrientes, busco la fresca y deleitosa sombra, corro por todas partes, y no encuentro en parte alguna la quietud perdida.
Página 382 - ¿Qué más? hasta los duros Sillones moscovitas y el chinesco Escritorio, con ámbar perfumado, En otro tiempo de marfil y nácar Sobre ébano embutido, y hoy deshecho, La ancianidad de su solar pregonan.

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