... nos criamos de las inmundicias y bascosidades de la casa del Presidente, como chinches, cucarachas, ratones y otras sabandijas semejantes. Al tiempo que entramos en la sala, desde la puerta de ella hasta la de la antecámara nos hacemos dos órdenes,... El Criticón - Página 21de Bartolomé José Gallardo - 1835Vista completa - Acerca de este libro
| Eugenio de Salazar - 1866 - 140 páginas
...hasta la de la antecámara nos hacemos dos órdenes, pegados de lado unos con otros, que parecemos estacadas de presa de molino, para que pase el Presidente...del vecino que salga delante del cuerpo del otro, pareciendo que aquel ha de ser nube para que los ojos del Presidente no le vean á él. Entrado el... | |
| Eugenio de Salazar - 1866 - 136 páginas
...hasta la de la antecámara nos hacemos dos órdenes, pegados de lado unos con otros, que parecemos estacadas de presa de molino, para que pase el Presidente...del vecino que salga delante del cuerpo del otro, pareciendo que aquel ha de ser nube para que los ojos del Presidente no le vean á él. Entrado el... | |
| Sociedad de Bibliófilos Españoles - 1866 - 522 páginas
...hasta la de la antecámara nos hacemos dos órdenes, pegados de lado unos con otros, que parecemos estacadas de presa de molino, para que pase el Presidente...del vecino que salga delante del cuerpo del otro, pareciendo que aquel ha de ser nube para que los ojos del Presidente no le vean á él. Entrado el... | |
| Eugenio de Ochoa - 1870 - 676 páginas
...hasta la de la antecámara nos hacemos dos órdenes, pegados de lado unos con otros, que parecemos estacadas de presa de molino , para que pase el Presidente...del vecino que salga delante del cuerpo del otro, pareciendo que aquél ha de ser nube para que los ojos del Presidente no le vean á él. Entrado el... | |
| Bartolomé José Gallardo - 1928 - 330 páginas
...sala desde la puerta della hasta la de la antecámara, nos hacemos dos órdenes, pegados de lado únos con otros, que parescemos estacadas de presa de molino,...nube, para que los ojos del Presidente no le vean á él. Entrado el Presidente, arrimámonos por aquellas paredes, hasta que todos los relojes del pueblo... | |
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