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lo mas áspero y fragoso de la Celtiberia, y fuéronse ganando los lugares que estaban en las riberas de Jalon, hasta llegar á poner cerco sobre Calatayud, que está en medio de la Celtiberia. Fué poblado este lugar, segun se escribe en la historia de los árabes en el mismo tiempo que los moros se apoderaron de España, y su poblador fué Ayub, el que volvió la silla real de los árabes a la ciudad de Córdoba, y fundóse sobre las riberas del rio Jalon, en un lugar muy alto y fuerte de la otra parte del rio, que en aquel lugar se junta en el rio Jiloca, cerca de las ruinas de la antigua Bilbilis, que hoy se descubre una legua mas abajo en la misma ribera del rio, sobre un monte muy agro, que está encima de Huermeda, y aquel monte, corrompido el nobre antiguo, se llama Bambola, y por la mayor parte le cine el rio; el cual, aunque en tiempo que florecia el imperio romano fué muy famoso, por ser en su ribera la mayor oficina de las armas que se sabe habia en España, y esto llegó á entenderse y usarse en nuestros tiempos, olvidándose aquel ejercicio por la paz universal de que se goza en nuestros dias, solamente le conocen por útil, porque su naturaleza es tal, que las vegas y campos, que dél se riegan, por estériles que sean, con sus aguas son grasísimos y muy fertilísimos. Ganóse esta ciudad por el emperador don Alonso, segun algunos afirman, dia de san Juan Bautista, del año de mil ciento y veinte: y púsose grandísima diligencia en poblarla de gente de guerra, porque era la mas principal fuerza contra los moros, que estaban poblados en las serranías de Cuenca y Molina, y contra el reino de Valencia, y tambien porque era frontera de los reinos de Toledo y Castilla. Fuéronse ganando todos los lugares de aquella comarca, por las riberas del rio arriba, y entre ellas, fué en lo antiguo nombrada Bubierca, y ganóse tambien otro lugar que en lenguaje morisco se decia Alhama, por los baños que en él hay; y por esta causa los romanos le pusieron nombre de las aguas de los bilbilitanos, porque en la propiedad de su lenguaje, aguas significan lo mismo que baños. De allí se conquistó otro lugar muy principal y fuerte en aquella ribera, que se llama Hariza, que segun se colige de la relacion de los caminos que traian en lo antiguo los gobernadores de las provincias romanas, parece mas verisimil, ser el que antiguamente se llamó Arzobriga, que el lugar de Arcos, aunque se conforma ménos con su nombre. Por aquella parte se prosiguió la conquista hasta los confines de la Celtiberia, y de los arevacos y carpetanos, á donde se dividen los límites de los reinos de Aragon y Toledo, y quedó Calatayud por principal defensa y frontera deste reino en aquella parte, y se le adjudicaron las villas y castillos en torno della, por sus comarcas, que fueron Chodes; y como discurren las vertientes, se estienden las sierras á la parte de Castilla, que se decian Albedrano y Vidruerna, Verdejo y Caravantes, que es lugar de Castilla, en tierra de Soria, Albalate, Ariza y Anchol, que ahora se llama Anchues, y está en el reino de Castilla, y es de la tierra de Molina y Mil Marcos, Guisema, la Mata de Mojaron, hasta la torre de la Cerda, Cubel, Villafeliz, Langa y Codos. En el mismo tiempo se fueron ganando los lugares que están en la ribera del rio Siloca, que ahora llaman Jiloca, y se fué discurriendo por la vega arriba, hasta ganar á Daroca, lugar muy principal en aquella ribera, dentro de los límites de la Celtiberia, que tenia un castillo que era fortísimo, y la principal fuerza en aquella frontera

contra el reino de Valencia, y contra los moros de Molina y Cuenca, y de grande importancia. Pero el emperador determinó de pasarsu frontera mas adelante, y escogió un lugar que está en las fuentes del rio Jiloca, que llaman los Ojos, y se dijo Monreal; y propuso que se pusiese en él, como en mas principal frontera, un convento de órden de caballería. Habíanse entónces fundado las órdenes de Cartuja, y de Cistels; y era muy extendida por el mundo la fama de la religion y santidad de san Bernardo, abad de Claraval, en quien el emperador tenia gran devocion, y por su contemplacion determinó dejar grandes heredamientos y posesiones á los caballeros del temple; cuyo maestre, era segun escriben en aquella sazon, un tio de san Bernardo. Tuvo esta órden principio en la conquista de la Tierra Santa, con otras dos, que fueron las del Hospital y Teutones, que de pequeños principios, fueron creciendo en grandísimo aumento. Estas tres órdenes fueron muy celebradas por el celo de la fé y menosprecio del mundo de los caballeros que profesaban religion en ellas, y por sus hazañas y proezas en el hecho de las armas; y el emperador con haber sobre ello mucha deliberacion con el vizconde don Gaston de Bearne, y con los otros principales sus súbditos y confederados, y con los ricos hombres de su reino, propuso de establecer, á imitacion de la órden y milicia del santo sepulcro, otra tal, con esperanza que mediante ella, siendo el primero y caudillo con el ayuda y favor divino, se sojuzgaria del todo la morisma de España, y se abria mas ancho camino para emplearse los caballeros españoles en la empresa del santo sepulcro. Con esto considerando que desde Daroca hasta la ciudad de Valencia, por las continuas entradas y guerras, todos los lugares estaban deshabitados é yermos, y no se labraba ni culturaba la tierra, y todo esto se dejaba desamparado y desierto, mandó poblar aquel lugar, y que se llamase la ciudad de Monreal, que ahora se dice del mismo nombre, en la cual esta nueva milicia dedicada al servicio y aumento de nuestra fé, tuviese su principal morada y convento, y fuese cierta guarida para todos los pueblos cristianos circunvecinos, y se asegurasen desde allí los caminos y pasos, y la conquista contra los moros de los reinos de Valencia y Murcia, se prosiguiese y se facilitase con aquella comodidad. Para sustentar este convento á honra de Nuestro Señor y de aquella santa milicia, le señaló el rey ciertas rentas en la ciudad de Zaragoza y Jaca, y la mitad de las rentas de muchos lugares muy principales, que aun estaban en poder de los moros, que eran sus tributarios, á donde llevaban la mitad de sus rentas, que eran Segorbe, Buñol, Cuenca, Molina y uno que llama Burbaca, y de todos los otros lugares que habia desde el puerto de Cariñena hasta Monreal. Allende destas rentas le adjudicó la mitad de todos los quintos que se llevaban en las guerras de los moros desde Ebro adelante, y la quinta parte de todas las propiedades y rentas reales, y les concedia en cada ciudad y villa principal y castillo que se ganase de los moros, el mejor heredamiento que hubiese. Y dióles todas las exenciones y franquezas que tenian los caballeros que entonces llamaban de la hermandad de Jerusalen. Esto se predicó y divulgó por todo el reino, con grandísima solemnidad, por Guillermo arzobispo de Aux, y por los prelados de Aragon; pero esto cesó despues, por lo que el emperador dipuso de sus reinos, como se verá adelante.

CAP. XLV. De la ida del emperador à Gascuña; y
que se hizo su vasallo el conde Centullo de Bigorra.
Con estar este príncipe tan ocupado en las guerras
que tuvo con moros y cristianos, por todas las provin-
cias y reinos de España, pasó tambien sus 'armas y
banderas de la otra parte de los montes Pirineos, y tu-
vo diversas empresas por toda Gascuña, aunque de-
llas se halla muy corta relacion en nuestras memorias.
Entre las otras, una, de que yo hallo hecha mencion, y
es muy señalada, fué haber pasado en persona á Gascu-
ña, y que vino el conde Centullo de Bigorra y de Lorda
al lugar de Morlanes, donde el emperador estaba, á ha-
cerse su vasallo. Ahora fuese esto por alguna pretension
que el emperador tuviese en la sucesion de aquel es-
tado, de cuyos señores el rey Iñigo Arista tuvo su
origen, considerando que los reyes sus predecesores
tuvieron mucho deudo con los condes de Bigorra, 6
por otra confederacion y alianza, que entre ellos hubie-
se contra los reyes de Francia é Inglaterra, es cierto
que por el mes de mayo, del año del nacimiento de
nuestro Señor de mil ciento veinte y dos, el conde
en aquel lugar despues que se dió por su vasallo, le
hizo reconocimiento de tener en su nombre aquel es-
tado y todo lo que pudiese conquistar y adquirir de
allí adelante. Entonces le hizo el emperador merced
del castillo y villa de Roda, que está á las riberas del
rio Jalon y de la mitad de Tarazona con su término,
y de la ciudad de Santa María de Albarracin con to-
do su territorio, cuando la pudiese ganar de los mo-
ros, y de otros grandes heredamientos. Allende des-
to, le ofreció, que le haria merced en lo que fuese
conquistado en España de moros, de doscientas ca-
ballerías que llamaban de honor, que era renta en
las ciudades y villas, cuanta fuese menester para el
sueldo de doscientos caballeros, que habian de ser-
vir en la guerra; y aquel sueldo y beneficio militar,
llamaban los antiguos honor, que en Castilla llama-
ban en tierra y en el principado de Cataluña feudo.
Con esto le mandó dar dos mil sueldos de la moneda
jaquesa en cada un año, que debia ser una gran su-
ma segun la poca riqueza de aquellos tiempos.

CAP. XLVI.-De la guerra que el emperador don Alon-
so hizo en las comarcas de Cataluña, y en los reinos
de Valencia, Murcia y Almeria.

Fué el emperador don Alonso en las guerras que tuvo con los moros de una increible perseverancia y en su valor y esfuerzo, y en el ánimo y gran corazon igual á los mas excelentes príncipes que hubo jamás; porque en la valentía de su persona se trataba como soldado y era siempre capitan en los consejos. No se lee de rey ninguno de España que tanto hubiese conquistado de moros, ni tantas guerras, ni batallas tuviese con ellos; así respondió á la grandeza de su ánimo su buena fortuna hasta la muerte y en sus mismos dias era llamado el Batallador, y por su persona fué uno de los mejores caballeros que hubo en la cristiandad, cuando todo su regalo y pasatiempo era el ejercicio de la guerra. Despues que se hubo conquistado por él la Celtiberia y se vió mas libre de las guerras de Castilla, lo primero que emprendió, fué proseguir la guerra poderosamente contra los moros, que se habian defendido en los castillos y lugares mas fuertes de las riberas de Cinca y Segre, continuando su comarca y conquista por aquella parte en la region de los pueblos, que antes de la entrada de

los moros, se llamaron ilergetes, destruyendo y talando todas las vegas y campos que tenian; no solo desta parte de Cinca, pero toda la comarca que está entre aquellos dos rios, y de la otra parte de las riberas de Segre. Para esta guerra fué muy importante haberse ya conquistado la ciudad de Balaguer de los moros, y tenerla los condes de Urgel en mucha defensa, y ser el | castillo della fortísimo sobre las riberas de Segre. Ganóse desta parte por los nuestros, un lugar que tenía un castillo muy bueno en las riberas de Cinca que se llama Alcolea, y de aquí se continuó la guerra contra los moros de Lérida y Fraga con gran porfía, y hubo grandes reencuentros de muy varios y diversos sucesos, y entonces dió el emperador el señorío de Alcolea á un rico hombre que se llamaba Iñigo Galindez, de quien fué muy servido en esta guerra, que era señor de Sos. Mas la principal empresa fué contra la ciudad de Lérida, que era muy poblada y rica, y por ser una de las mas importantes fuerzas que tenian los moros de la otra parte del rio Ebro, y de muy abundosa comarca, por la gran fertilidad del territorio, que llaman el campo de Urgel, y ser los moros continuamente perseguidos por nuestras fronteras, y por los condes de Barcelona y Urgel, residia en aquella ciudad la mejor y mas escogida gente de guerra que tenian, y veniales el so→ corro desde Berbería muy libre, de mas del que tenian ordinario del reino de Valencia. Púsolos el emperador entonces en mucho estrecho, y pasó á poner su real contra aquella ciudad por el mes de setiembre del año de mil ciento veinte y tres en un collado que llama→ ban la Almoalla de Garden, que es lugar muy defendido y fuerte, y capaz para asentar su real, de donde se sojuzga la ciudad, y ocupándolo con un cerro, que está entre él y la ciudad, quedaban los enemigos encerrados en ella, sin que se pudiesen desmandar ni recibir el socorro y vituallas que les podian entrar por esta parte del rio; pero no se escribe el suceso que aquella empresa tuvo ni si hicieron algun reconocimiento de tributo, mas de haberse sustentado aquella ciudad por los moros, todo el tiempo que el emperador vivió y muchos años despues. Parece por memorias antiguas, que en el mismo año entró el emperador en el reino de Valencia, con muy poderoso ejército, y hizo muy cruel guerra á los moros, mandando talar y quemar las "egas y lugares que se le defendian. Solamente ballamos haber ido con él á esta empresa, Gaston vizconde de Bearne, don Pedro obispo de Zaragoza, y don Estevan obispo de Huesca; y es verísimil, que no debia faltar ninguno de cuenta en cosa tan señalada, de los que podian poner las manos en ella. Procedió con su ejército tan adelante, que pasó de la otra parte del rio Jucar, y fué talando la vega de Denia, y fueron discurriendo por el reino de Murcia camino de Almería, y mandó el emperador asentar su real sobre Alcaraz al pié de una montaña; y allí se afirma que tuvo la fiesta de Navidad de nuestro Señor, aunque el año es diferente deste tiempo. No contento con esto, prosiguió de allí con su ejército, entrando por el reino de Granada, y fué discurriendo por el Andalucía, basta poner cerco contra la ciudad de Córdoba, y juntandose toda la mayor fuerza de la morisma de aquellas provincias, salió el rey de Córdoba á darle la batalla, en un lugar que en la historia antigua de Aragon se llama Arinzol, y en ella quedaron los moros vencidos. Esto se confirma por algunos anales antiguos de las cosas de Castilla, en que se escribe, que entró el rey de Aragon con gran hueste en tierra de moros, y lidió y

ZURITA.-LIB. I. CAP. XLVIII.

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venció once reyes en Aranzuel, y que fué en el año de mil ciento veinte y tres. En el año de mil ciento veinte y cuatro, parece en anales antiguos, que ganó de los moros por el mes de julio á Medina Celin, lugar muy enriscado y fuerte en lo muy alto de la Celtiberia y á los confines de la Carpentania. Tambien en la historia antigua de Aragon, se hace mencion de otra entrada que hizo el emperador en el reino de Valencia por el mes de octubre del año de mil ciento veinte y cinco, y en memorias ciertas de aquellos tiempos, se halla que estaba por el mes de diciembre del mismo | año en Molina. Fueron las guerras que este príncipe tuvo tan continuas y ordinarias, que se afirma haber vencido veinte y nueve batallas campales, y de las entradas que hizo en tierra de moros, sacó de su poder gran número de cristianos, que vivian debajo de su servidumbre, y los llamaban mozárabes; y así con mucha razon no solo le llamaron el Batallador, pero él se honró del título del imperio, como príncipe á quien Dios dió tan señaladas y grandes victorias. Al papa Calixto segundo que murió por el mes de diciembre, del año de mil ciento veinte y cuatro, y poco antes habia celebrado un concilio en San Juan de Letran para estirpacion de la cisma; y se confirmó en él una paz general entre el estado de la Iglesia y el imperio, sucedió el papa Honorio segundo, y al principio de su creacion, envió por legado á España á Humberto Presbítero cardenal, y celebró un concilio de la nacion y provincia de España en la ciudad de Leon, al cual asistió el rey de Castilla, y tuvo grande recelo, que se habia de tratar en él, que se apartase dél la reina su mujer, que fué doña Berenguela, hija del conde de Barcelona, con quien casó la primera vez, y túvose por cierto que procurarian los prelados en aquel concilio el divorcio, por tener con ella cercano parentesco; el cual no se declara en la historia del primer arzobispo de Santiago, que desto hace mencion, y parece verisimil, que debió ser por parte de la reina de Castilla su abuela, madre de la reina doña Urraca, que era de Francia, segun el arzobispo don Rodrigo, y los autores antiguos escriben, aunque tan cortamente, que ninguno dellos declara cuya hija era. Siendo vuelto el emperador á sus reinos estando en la villa de Alfaro por el mes de junio, del año de mil ciento veinte y seis, dió á los mozárabes grandes exenciones y franquezas, considerando que por servicio de nuestro Señor, y por su respeto, dejaban los heredamientos y haciendas que antes tenian en diversas ciudades sujetas á los moros, y venían á poblar en su reino, y se ordenó que ellos y sus hijos y descendientes, en las tierras que les señalaban, gozasen de toda exencion, y fuesen juzgados por sus jueces, y dellos tuviesen recurso al rey; y ast hubo algunos que conservaron el nombre por linajes, y se llamaron mozárabes. En este tiempo no solo se intulaba emperador, pero aun se decia reinar en Castilla, y estaba con él, don Estevan obispo de Huesca, y don Estevan obispo de Zaragoza, don Ramon obispo de Roda, don Sancho obispo de Pamplona, y don Sancho obispo de Calahorra, y el conde de Alperche señor de Tudela, y Gaston vizconde de Bearne.

CAP. XLVII. De la guerra que hubo entre el conde de Barcelona y el conde don Alonso de Tolosa, y como se concordaron.

Don Ramon Berenguer, conde de Barcelona, por este tiempo, estaba en guerra con el conde don Alonso

TOMO IV.

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de Tolosa y de San Gil, que era nieto del rey don Alonso de Castilla, que ganó á Toledo, hijo de doña Elvira su hija, y era la contienda por la villa y castillo de Belcaire, y por el territorio de Argencia, y por todo el condado de Proenza; y finalmente, el conde don Ramon y la condesa doña Dulce su mujer, se concordaron con el conde de Tolosa, y le dejaron el castillo de Belcaire y la tierra de Argencia, con todos sus términos; y cuanto al condado de la Proenza, le cedieron toDrueza, hasta el rio Isara, con el castillo de Valobreda la parte de la Proenza, que se encierra desde el rio ga, exceptuando la mitad de la ciudad de Aviñon y del castillo y villa de Puente de Sorga, y de su terTolosa y la condesa Faidida su mujer, renunciaron ritorio, y algunas otras fuerzas. Con esto el conde de al condado de Barcelona, y la condesa y á sus hijos la mitad de la ciudad de Aviñon, y aquellos castillos toda la Proenza, con el castillo de Mesoga, así como la y fortalezas, y la mitad del castillo y villa de Sarga y divide, y limita el rio Drueza desde su nacimiento, que es en el monte Jano, y como discurre hasta entrar concordado, que si el conde don Alonso de Tolosa no en el Ródano, y desde allí hasta la mar. Fué entre ellos dejase hijos de la condesa Faidida, todo aquel estado de la Proenza, que se le adjudicaba, volviese al conde y lo mismo se declaró, en caso que el conde de Barcede Barcelona y á la condesa doña Dulce y á sus hijos; lona y la condesa su mujer no tuviesen hijos; y esto se concordó entre ellos, á quince dias del mes de setiembre del año de mil ciento y veinte y cinco.

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y

CAP. XLVIII. De la muerte de la reina doña Urraca, de la concordia que se trató entre el emperador y el rey de Castilla.

En el año de mil ciento veinte y seis, á diez dias del mes de marzo, falleció la reina doña Urraca, en el castillo de Saldaña, de parto de un hijo, segun se afirma en anales de aquellos tiempos, y en la misma sazon, don Alonso, que se llamaba infante de Portugal, hijo del conde don Enrique, habiéndose apoderado de aquella provincia, sacándola de poder del conde don Fernando, hijo del conde don Pedro Froyaz de Trava, y dejando su legítima mujer, estaba abarraganado con de la condesa doña Mayor, hija del conde de Urgel, que la infanta doña Teresa madre del infante, acabado aquello, tuvo gran disension y guerra con el rey de Castilla su primo, porque con mucha presuncion y orgullo no queria reconocerse por su vasallo; y habiendo adquirido grande estado, siendo él de ánimo muy generoso y altivo, se levantó contra él, y puso en armas con todo su poder, y estando el rey de Castilla en pueblos y castillos que estaban sujetos al emperador Campos, ocupado en la guerra que hacia contra los Lara, encargó á los principales de Galicia, que saliedon Alonso, y contra el conde don Pedro Gonzalez de sen poderosamente á ofender al infante de Portugal, y juntado grande ejército de gallegos, leoneses, asturiaél quedó en frontera contra el rey de Aragon. Habíase nos y castellanos, para hacer guerra contra los castillos que estaban aun en poder de aragoneses, y el emperador mandó juntar sus gentes, y movió con su ejército para entrar en Castilla por la parte de Nájara ; pe-` ro viendo los prelados los daños grandes que se seguian de aquella guerra, fueron medianeros entre estos dos príncipes tan poderosos, y procuraron de reducir sus diferencias á buena concordia; y tomando el rey de Castilla mejor acuerdo dejó las armas, y bumi7

llándose al emperador, le pidió le dejase su tierra, y de la Proenza y Aimillan, que fué de la condesa su mandase que se le entregasen sus castillos, y él co- madre, y el condado de Gavaldan, y el Carlades. Tuvo mo principe muy generoso, lo tuvo por bien por aquel este príncipe diversas hijas, la mayor se llamó Berencamino, y quedaron desde entonces en gran con- guela, que dos años antes de su muerte parece estaba formidad y alianza, segun el arzobispo don Rodrigo casada con el rey don Alonso de Castilla, que en aquel lo escribe, que es el autor que mas particularmente tiempo se llamaba emperador de España, y otra, que hizo mencion de las victorias y buenos sucesos que el se llamó doña Cecilia, casó con Roger Bernardo conde emperador y los suyos hubieron en estas turbaciones y de Fox, y hubieron á Ramon Roger, que sucedió en guerras. aquel estado, y estaban ya casadas en vida del conde su padre, y á estas hijas, en caso que muriesen sus hermanos sin dejar hijos legítimos, instituyó el conde herederas en aquellos estados, y quedaron dél otras

su hijo, que casaron en Francia, y no se escribe con quién, y yo creo que una dellas casó con Aimerico vizconde de Narbona, y hubieron á la vizcondesa Ermengarda que adelante en estos anales parece que era sobrina del conde de Barcelona príncipe de Aragon.

Parece por anales muy antiguos. que en este año de mil ciento y veinte y seis, hubo una muy sangrienta batalla con los moros en Cataluña, delante del castillo de Corbins, y se perdieron en ella muchos cris-hijas que dejó encomendadas al conde de la Proenza, tianos, y las cosas estuvieron en grande peligro, y el emperador don Alonso se fué à ver con el conde de Barcelona, y con sus hijos para dar favor á la guerra contra los infieles, y fueron con él á estas vistas, don Estevan obispo de Huesca, y don Estevan electo de Roda, Berenguer Gombal señor de Castro y Capilla, Jimeno Fortuñon señor de Calasanz y Bardaxin, Lope Iñiguez, señor de Pera Rua, y Ramon señor de Estadar Atho Garces señor en Barbastro, Garci Remirez señor en Monzon, y Tizon señor de Buil. Despues continuó la guerra por las fronteras de Molina y Cuenca, contra los moros de aquellas ciudades, que como dicho es, eran sus tributarios, y prosiguió la conquista por aquellas comarcas, y hallamos en muy ciertas memorias de aquellos tiempos, que en el año de mil ciento y veinte y nueve se le rindió Molina, y quedó toda aquella region debajo su imperio y tributo.

En este mismo año se halla en memorias antiguas, que el emperador don Alonso puso cerco contra la ciudad de Bayona, en Guiana, y estuvo sobre ella con su ejército por el mes de octubre, y no se escribe la causa de aquella empresa, mas de haberse ganado por él. De allí adelante se decia reinar en las tierras y reinos que se incluian desde Bilhorado á Pallás, y de Bayona á Monreal. Concedió entonces por el mes de diciemhre, á los pobladores de Calatayud, por ser aquel lugar de tanta importancia y tan principal, muchas franquezas y libertades, y les estableció propio fuero, y ordenó que las iglesias de aquella villa y su tierra fuesen patrimoniales, lo cual se confirmó despues por

CAP. XLIX. — Que el emperador don Alonso mandó poblar el papa Lucio segundo, declarando todas las iglesias el burgo de Pamplona.

Estando el emperador en Castilla, por el mes de setiembre del año mil ciento y treinta, mandó poblar el burgo de Pamplona, que entonces llamaban Irunia, en el llano de San Cerni, y dió aquella poblacion á los francos, y con consejo de don Estevan obispo de Huesca, y de don Sancho obispo de Irunia, y de don Sancho obispo de Nájara, y de don Miguel obispo de Tarazona, y de don Pedro obispo de Roda, y del conde Rotron señor de Tudela, y del vizconde don Gaston, y de Atorella señor de Ricla y Sangüesa, y de Franco Lopez señor de Soria y de Santistevan, dió á los francos que fueron alla poblar, las mismas leyes y fueros que se concedieron a los que poblaron en Jaca.

En este mismo año, parece en muy antiguas memorias, que mataron los moros al obispo don Estévan y al vizconde don Gaston, sin declarar el lugar donde fué la pelea.

CAP. L. De la muerte del conde de Barcelona don Ramon Berenguer, y como repartió sus estados entre sus hijos.

que debajo de aquel privilegio se habian de conferir á personas naturales de la misma tierra.

En el año de mil y ciento y veinte y siete mandó poblar el lugar de Mallen, y diólo á los caballeros y frailes del Temple, y despues lo trocaron con la órden del Hospital, por el lugar de Novilla.

CAP. LI. -Del cerco que el emperador puso sobre Fraga, y de la batalla que tuvo con los moros, en la cual fue muerto.

En el mes de marzo, de mil ciento y treinta y tres, estando el emperador en Zaragoza, se halla en memorias antiguas, que mandó echar al agua en el rio Ebro sus galeras y otros navíos que llamaban buzas, para ir á España, y segun se conjetura, era para bajar por el rio á la mar, y hacer la guerra á los moros de la costa de poniente, y con el rey se hallaban don García-Guerra obispo de Zaragoza, don Sancho obispo de Pamplona, y don Sancho obispo de Calahorra, don Miguel obispo de Tarazona, don Arnaldo obispo de Huesca, el conde de Alperche señor de Tudela, el vizconde Centullo de Bigorrra, Garci Ramirez señor de Monzon, Lope Garces, Pelegrin de Alagon, Sancho Juan señoren Huesca, Cajal, Pedro Tizon, Castan de Biel, y Juan Galindez, con muchos caballeros y gente de guerra, y no se sabe de cosa memorable que en aquel viaje se hiciese, lo cual será ménos dificultoso de creer à quien tuviere entendido,

Murió don Ramon Berenguer, conde de Barcelona, año de mil y ciento y treinta y uno, y dejó de la condesa doña Dulce su mujer dos hijos, el mayor se llamó don Ramon Berenguer, que sucedió en el condado de Barcelona, y en el derecho de las marcas y conquistas que en España le pertenecian, y en el condado de Tar-que este rio en lo antiguo, cuando los romanos fueron ragona, con el castillo de Stopañan, Purroy y Castelferrius, Pinzana y Camarasa, y en el condado de Osona, con la villa de Cervera, y en los condados de Manresa, Girona, Besalú, Velaspir, Pera pertusa, Cerdania, Conflente y Berga, y quedó heredado en los condados de Carcasona y Rodes. El segundo bijo se llamó don Berenguer Ramon, y á éste dejó el señorío y condado

señores de la tierra, se navegaba hasta llegar al lugar que ellos llamaban Varia, que estaba muy junto, donde despues fué poblado Logroño, lo cual en el suceso del tiempo se ha perdido, como otras cosas de no menor utilidad.

Por causa del asiento que el emperador tenia hecho con el conde don Peranzures, siendo los castillos que

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