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entregar, y vinieron á aquella villa villa, Fernan Ruiz ayo del infante don Felipe, hermano del rey de Castilla, y maestre Nicolás, embajadores de la reina doña María, que era venida à Molina con el rey don Fernando su hijo y con el infante don Enrique. En presencia de aquellos embajadores por órden de la reina doña María y del rey de Castilla, y con consentimiento del infante don Enrique su tutor, la infanta, á once dias del mes de febrero deste año, atendido que el papa no habia querido dispensar en el matrimonio que se trató entre ella y el rey de Aragon, con voluntad de doña María Fernandez su aya, y de los embajadores de Castilla, dió por libre al rey y al infante don Pedro y á los ricos hombres de Aragon, que se habian obligado por aquella causa, y de allí á dos dias el rey don Fernando y el infante don Enrique, que se llamaba tutor y guarda de sus reinos, y la reina doña María, de la misma manera dieron por libre al rey y al infante y á los ricos hombres y á los castillos que se habian puesto en rehenes, y el rey tambien por su parte dió por libre á los ricos hombres y caballeros que tenian en rehenes los castillos, que eran del rey de Castilla, y eran estos, don Tello por el castillo de Alarcon, don Juan Alonso de Haro por los castillos de Agreda y Cervera, y Pedro Ruiz de San Cibrian por el castillo de Orihuela, Nicolás Perez por el castillo de Alicante, Lope de Saavedra por el castillo de Atienza, Rui Martinez de Sandino por el castillo de Hita, Juan Fernandez de Guzman por el castillo de Montagudo, Sancho Diaz de Bustamante por el castillo de Cartagena, y Juan Alonso Carrillo por el castillo de Santistevan, y en fin del mes de febrero don Lope Ferrench de Luna entregó al rey los Lugares y castillos de Borja, Uncastillo, Roda, Somet, Daroca, Hariza y Verdejo, que tenia en rehenes por el rey y por la infanta. Casó despues esta princesa, que era la hija mayor del rey don Sancho, con Juan duque de Bretaña, y no quedaron hijos de aquel ma❤ trimonio.

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sirvió pocos dias en aquel cargo, y por capitanes de la gente de guerra de todo el reino á don Blasco de Alagon, y á fray Renaldo de Pons, y á Guillen Galcerán conde de Catanzaro, y otros muy valerosos y valientes hombres de guerra. Desde este dia adelante tomó título de rey, intitulándose don Fadrique el tercero rey de Sicilia, y del ducado de Pulla, y del | principado de Capua, y en intitularse el tercero, pare→ ce que quiso mostrar ser legítimo sucesor del emperador Federico el primero, y que le pertenecia por aquella causa legitimamente el derecho de la casa de Suevia, ó á lo que yo creo, fué para señalar ser el tercero de los reyes de la casa de Aragon, que reinaron en el reino de Sicilia, siendo llamados á la sucesion, y conquistándole por las armas. Tambien divisó diferentemente las armas reales, de como las llevó el rey don Jaime su hermano, el cual, como dicho es, trujo el escudo partido á cuarteles con el Águila y bastones, y él partió el escudo como hoy se traen en las insignias reales de aquel reino. En este tiempo se publicó, que el rey Carlos, que era vuelto á su reino, movia con su ejército contra la provincia de Calabria, que estaba debajo de la obediencia del rey don Fadrique, é iba á poner cerco sobre la Roca Imperial, amenazando, que allí aguardaria á su enemigo, y consultado por el rey en las cortes que tuvo en Palermo en su coronacion, lo que se debia hacer, todos los sicilianos se conformaron, en que el rey fuése contra él con poderoso ejército, y declararon por tan justa aquella guerra, como si fuera por su libertad, y con un ánimo, y en gran concordia se pusieron en armas, Por esta causa el rey don Fadrique partió de Palermo la via de Mecina, y mandó al almirante, que tuviese en órden su armada, y su ejército se ayuntase con celeridad, para mover la guerra por mar y por tierra contra su enemigo.

CAP. XX.-De la confederacion que se hizo entre el rey don Jaime y don Alonso, hijo del infante don Fernando, que se llamaba rey de Castilla, y de la entrada que don Alonso, y el infante don Pedro de Aragon hicieron en el reino de Leon, y del cerco que pusieron sobre Mayorga.

Á veinte y cinco de marzo deste año, en cuyo dia fueron las festividades de la Anunciacion y Resurrec- Despues de la muerte del rey don Sancho, se mocion, celebraron los sicilianos la suya en la corona- vieron grandes alteraciones y guerras en los reinos de cion del rey don Fadrique, con grande é increible Castilla y Leon, por causa que muchas ciudades y viaparato, por el amor que á este príncipe tenian por las no querian dar la obediencia, ni prestar la fidelihaberse criado con ellos, y conocer en él su gran valor dad y homenaje al rey don Fernando, y unos seguian con que se ponia á tanto peligro en tomar la defensa la opinion de don Alonso, hijo del infante don Fernany amparo de aquel reino, no solo contra la Iglesia y do, que se intitulaba rey, y tenia por tal, siguiéncontra tantos príncipes tan poderosos, pero lo que dole muchos ricos hombres de aquellos reinos, y fasobrepujaba á todo entendimiento, contra el rey su voreciéndose de los de Aragon, y otros tenian la voz hermano. Fué esta fiesta en la ciudad de Palermo, á del infante don Juan hermano del rey don Sancho, que donde concurrieron todos los prelados, condes, baro- estaba en Granada, y se queria intitular rey, y entrar nes y caballeros que se hallaron en la isla, con los en la Andalucía con ayuda de los moros, pretendiendo síndicos de todas las ciudades y lugares principales, allende del derecho antiguo, que le competia la sucey en la vigilia de la fiesta, estando las calles públicas sion en aquellos reinos, por ser nacido el rey don Ferllenas de blandones y antorchas de cada parte, fué el nando de matrimonio no legítimo, siendo el rey don rey desde su palacio á la iglesia mayor acompañado de Sancho su padre, y la reina doña María su madre patodos los barones, y veló aquella noche en la iglesia, rientes en grado prohibido, y no haber precedido disy el día siguiente fué ungido y coronado en rey con pensacion apostólica, como se requeria. Por otra pargran solemnidad. Aquel dia armó caballeros mas de te don Diego Lopez de Haro hermano del conde don trescientos de los mas principales señores y caballeros, Lope, que estaba en Aragon, intentaba de hacer la y les concedió grandes dádivas y mercedes, dando á guerra por Vizcaya, que pretendía ser suya, y que le unos títulos de condes y barones, á otros diversos pertenecia, cuyo señorío habia dejado el rey don SanJugares y castillos, y feudos y señalados oficios. Nom-cho al infante don Enrique su bijo, y favorecian á don bró por su almirante á Roger de Lauria, aunque le Diego don Juan Nuñez de Lara, y don Nuño Gonzalez

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su hermano, y habíanse ayuntado con él, y formado | Alonso, á quien llamaban rey de Castilla, y allí como
grande union, prometiéndole de le ayudar, hasta tan-
to que fuese apoderado de aquel estado, y así lo cum-
plieron, por lo cual se le hubieron de rendir los viz-
cainos, y le entregaron todas las fuerzas y castillos,
salvo Orduña y Balmaseda. Allende de tan grandes
turbaciones y diferencias que en aquellos reinos habia,
sucedió otra causa, que no fué la menor para susten-
tarlas, y para poner grande discordia y division entre
castellanos, cuando las cosas estuvieran en sana paz,
y fué que el infante don Enrique, tio del rey, hermano
del rey don Alonso su abuelo, que fué puesto en liber-
tad, en la conclusion de la paz, entre los reyes de Ara-
gon y Francia, por el deudo que con todos aquellos
príncipes tenía, y fué á Castilla poco antes que el rey
don Sancho su sobrino muriese, era un hombre muy
maligno, y estrañamente revoltoso, y como se tuvo
al principio por agraviado, en no tener parte en la tu
toría y gobierno de aquellos reinos con la reina doña
María, comenzó de hacer grandes ayuntamientos de
los consejos de los obispados de Osma y Sigüenza, en
la villa de Berlanga, ofreciéndoles, que los ampararia |
y se tendria con ellos, para que no fuesen desaforados,
y le ofrecieron de seguir, para que tuviese la tutoría
y guarda de la persona del rey, y el regimiento del rei.
no. A estos siguieron otras muchas villas y lugares de
Castilla y Extremad ura, y principalmente la ciudad
de Burgos, que es la cabeza del reino, y siendo ayun-
tados los castellanos á cortes en Valladolid, estando en
ellas el rey don Fernando, y la reina su madre, se
concedió al infante la tutoría y regimiento del rey,
con tal condicion, que la guarda y crianza de su per-
sona, quedase libre á la reina su madre, y aunque las
ciudades de Toledo, Cuenca, Segovia y Avila lo con-
tradijeron, por seguir la voluntad del rey don Sancho,
que solamente habia dejado á la reina encargado el go-
bierno del reino, á instancia suya vinieron en ello, y
otra vez fué recibido el rey don Fernando por rey y
señor, y le hicieron pleito homenaje de le guardar el
señorío real. En el mismo tiempo, el infante don Juan
se iba apoderando de algunos lugares de Extremadura,
y de allí se pasó á Portugal, para ir al rey don Dionis,
que se confederó con él, y ofreció de ayudarle con su
persona y estado, en la prosecucion de su empresa, y
con su favor intentaba el infante de ocupar el reino de
Leon, y al tiempo que se tenian por los castellanos las
cortes en Valladolid, el rey de Portugal envió á desa-
fiar al rey de Castilla, y al infante don Enrique, con
dos caballeros de su casa, y á todos los ricos hombres,
caballeros y universidades de Castilla y Leon. Estando
las cosas en este estado en Castilla, poco despues que
se concluyeron las paces sobre la renunciacion del rei-
no de Sicilia, hallándose don Alonso hijo del infante
don Fernando, que se llamaba rey de Castilla y Leon, á
veinte y uno del mes de enero deste año, en Bordalva,
aldea de Hariza, se concordó con el rey don Jaime, y
se obligó el rey de ayudarle y valerle en la guerra con-
tra el rey de Castilla, y por esta causa don Alonso le
hizo donacion del reino de Murcia, y quedaron con-
certados don Alonso y el infante don Juan, en que el
infante fuese rey de Leon, Galicia y Sevilla, y á don
Alonso quedasen los reinos de Castilla, Toledo, Cór-
doba, Murcia y Jaen. En esta concordia entraron la
reina doña Violante, abuela del rey don Fernando, y
los reyes de Aragon, Portugal y Granada, y se con-
certó matrimonio entre la infanta doña Violante, her-
mana del rey de Aragon, que estaba en Sicilia, y don

rey de Castilla hizo donacion don Alonso al infante don
Pedro, que era señor de Moncada y de Castelvell, por
juro de heredad, de la ciudad de Cuenca, con sus cas-
tillos y aldeas, y de la villa de Alarcon, y del castillo
y villa de Moya, y del castillo y villa de Canete, con
mero y mixto imperio, estando el infante presente, y
con él, don Pedro Cornel, don Pedro Fernandez señor
de ljar, Fernan Perez de Pina, y Bartolomé de Esla-
va, la cual confirmó allí don Fernando hermano de
don Alonso. Esta donacion se hizo por don Alonso,
considerando los beneficios que habia recibido del rey
don Pedro su padre y del rey don Alonso su hermano
y que el infante don Pedro se disponía de ayudarle
con su persona y estado á cobrar sus reinos. De Bor-
dalva se fué don Alonso á Seron, é iba con él el in-
fante don Pedro, y á cuatro del mes de febrero rati-
ficaron todo lo que habia asentado y capitulado en Bor-
dalva, y el infante don Pedro se encargó de ir en per-
sona á aquella empresa, y fué nombrado por general
de la gente de Aragon. Al principio siguieron esta voz
don Diego Lopez de Haro señor de Vizcaya, don Juan,
Nuñez y don Nuño Gonzalez su hermano, y los que
perseveraron mas en ella, fueron Pero Diaz de Casta-
ñeda, Løpe Rodriguez y Rui Gil de Villalobos, Fer-
nan Ruiz de Saldaña y don Fernan Ruiz de Castro, y
el infante don Enrique que siempre trataba con am-
bas partes, tenia sus tratos é inteligencias con ellos
secretamente. Estando la reina doña María en Cuellar,
con el rey don Fernando su hijo, llegó a su corte un
caballero del rey de Aragon, con el cual le envió á de-
safiar, por la causa de la pretension de don Alonso hijo
del infante don Fernando, y esto es mas verisimil, y
que se movió la guerra por el rey de Aragon por cau-
sa desta querella, la cual favorecia el rey de Francia,
con quien nuevamente se habia confederado, que no
lo que se escribe por un autor castellano, de las cosas
de aquellos tiempos, que afirma ser rompida la guer-
ra por el rey de Castilla por consejo de la reina y del
infante sus tutores, por haber dejado el rey de Ara-
gon á la infanta doña Isabel siendo el rey menor de
edad, y estando Castilla dividida en tantas partes. Por
el mismo tiempo don Juan Nuñez de Lara, con un ca-
ballero de su casa, envió al rey de Castilla que le al-
zase la fidelidad y naturaleza que le debia, y anduvo
por Castilla con el infante don Juan haciendo guerra
contra el rey, y despues se vino para Aragon, y pro-
curó que el rey don Jaime le hiciese de nuevo dona-
cion de la ciudad de Albarracín y su tierra, y por
esta causa tuvo la reina doña María, forma de redu-
cir á su opinion a don Diego Lopez de Haro y á don
Nuño Gonzalez, y les dió toda la tierra que don Juan
tenia, y con mucha prudencia y cuidado fué gran-
jeando las voluntades de los ricos hombres y caballe-
ros y de los consejos de Castilla y Leon, y los fué
apercibiendo para que con los hijosdalgo estuviesen
en órden para defender la tierra. Estaba la gente
de guerra en el reino de Aragon, á punto para en-
trar en Castilla á nueve del mes de abril deste año,
y con ella movieron de Hariza, don Alonso hijo del
infante don Fernando, y el infante don Pedro y los
ricos hombres de Aragon que iban con ellos, eran don
Jimeno de Urrea señor de Biota y del Vayo, don Pe-
dro Cornel, don Pedro Fernandez señor de Ijar, don
Ramon de Anglesola, Lopez de Gurrea, Pedro Gar-
ces de Nuez, Fernan Perez de Pina, Bartolomé de
Eslava, Luis Diaz de Rada, Berenguer de Tobia, Pe-

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