tos ochenta y seis, los ciento y sesenta mal heridos, y entre ellos nueve hidalgos de casas ilustres, que son los siguientes: Jorge de Melo, hijo de Francisco de Melo, montero mayor de Portugal y General de la caballería de aquellas fronteras, mayorazgo de su casa, venía por capitán de infantería. D. Francisco de Almador, embajador que fué su padre de Inglaterra por el tirano, venía por capitán de infantería: ha sido prisionero otra vez, y se trocó por el marqués de la Puebla. Manuel de Saldaña Caballero, de casa calificada, capitán de infantería. D. Manuel Enríquez, hijo de D. Luís de Almeida, casa calificada, venía por capitán de infantería. Esteban de Britto Mascareñas, aventurero. Nuño de Acuña, aventurero. venía por Francisco Pereira de Castro, del hábito de Cristo, venía por capitán de caballos. Francisco Correa, del hábito de Cristo, aven turero. D. Manuel de Meneses, capitán de caballos. Personas particulares. Rodrigo de Avellar Sotomayor, Auditor general de este ejército. Francisco Maldonado, aventurero. Antonio Núñez, aventurero. Juan de Caballo, capitán de infantería. Manuel de Pasos Figueroa, capitán de infantería. Bernardino de Sequera, ayudante de Teniente de Maestro de campo general. Francisco Proenza, capitán de infantería. Extranjeros prisioneros. El Maestro de campo Octavio Pigul, holandés, que lo es de un tercio de portugueses.. El conde Fiesco Ginovés y Francés, capitán de una compañía franca de corazas francesas. Nicolás Molín de la Rocha, capitán entretenido. Antonio de Piala, monsieur francés, servía sin puesto, dicen. Enrique Madach, francés, capitán entretenido. Oficiales vivos y reformados. Dos ayudantes vivos.-Ocho alféreces vivos.-Seis alféreces reformados. —Cuatro sargentos vivos y dos reformados.-Asimismo perdió más de seiscientos hombres en la caballería y más de otros tantos caballos; ganóse la mayor parte de su bagaje de mulas, bueyes, carros y carretas y las municiones que tenía; ganóse un trabuco de bronce y muchos pertrechos del tren, y más de cinco mil armas que se dejaron en la campaña; perdieron todo el saco que hicieron en el Montijo y la Puebla: hasta el coche y litera de Matías de Alburquerque, General de ellos, se perdió. Los muertos y heridos que hubo en nuestro ejército. Murieron de nuestra parte cuatrocientos treinta y tres soldados, y entre ellos, el Maestro de campo D. José del Pulgar.-Tres capitanes de caballos vivos y tres reformados.—Dos sargentos mayores, reformados. - Trece capitanes vivos.-Diez reformados. —Ocho alféreces vivos y un sargento. -Diez y seis alféreces y sargentos, reformados.-Doscientos setenta y seis soldados de infantería de los tercios, y otros ciento de la caballería, que todos hacen el número de cuatrocientos treinta y tres. Los heridos son los Maestros de campo Agüero, Giraldino, Olivera, D. Francisco de Luna, el conde de Torrejón, el Comisario general Pedro Pardo, diez y ocho capitanes de caballos vivos, cuatro reformados, cuatro sargentos mayores, los tres reformados; ocho alféreces y sargentos, vivos; veinte capitanes de infantería vivos, y catorce reformados; doscientos y seis soldados de infantería, cien soldados de la caballería, que todos hacen el número de trescientos setenta y cinco heridos. Después se ha sabido la muerte del Maestro de campo Mascareñas, sobrino del General de la caballería. RESUMEN DE ESTA RELACIÓN. Por fe consta haberse enterrado tres mil y doscientos; más de quinientos caballos; el bagaje, que consistía en muchas mulas, bueyes, municiones y víveres; perdió el General de la artillería, que le mataron; el coronel Tilde, holandés, que era quien los disciplinó en lo militar. Más de seiscientos prisioneros, y entre ellos cuarenta personas hidalgas y de puertos portugueses y extranjeros, y entre ellos once de casas ilustres y de puertos, que son: Jorge de Melo, hijo de Francisco, montero mayor y General de la caballería de aquellas fronteras, y mayorazgo de su casa; venía por capitán de infantería. D. Francisco de Almada, embajador que fué su padre de Inglaterra por el tirano, venía por capitán de infantería; ha sido prisionero otra vez, y se trocó por el marqués de la Puebla. Manuel de Saldaña, caballero de casa calificada, capitán de infantería. D. Manuel Enríquez, hijo de Luís de Almeida, de casa calificada; venía por capitán de infantería. Esteban de Britto Mascareñas, venía por aventurero. Francisco Pereyra de Castro, del hábito de Cristo, venía por capitán de caballos. Francisco, etc. Como en la relación anterior. (Archivo de Simancas.) APENDICE G. COPIA DE UNA COMUNICACIÓN ORIGINAL DEL MARQUÉS DE TORRECUSA Á S. M. REMITIENDO UNA RELACIÓN DE LA BATALLA DE MONTIJO, FECHA EN BADAJOZ 4 DE JUNIO DE 1644. SEÑOR: Por enviar á V. M. relación verdadera de lo sucedido en 26 de Mayo en el campo del Montijo, día que se tuvo el reencuentro con el rebelde portugués, no he despachado antes este correo. Con éste va la relación verdadera ; y por cumplir con mi obligación, digo á V. M. que la gente de cabo de este ejército y reformados merecen recibir cualquiera honra y merced por lo valiente y fino con que se llevaron en aquella ocasión. Yo, Señor, soy de todas naciones; mas no puedo dejar de decir á V. M. lo que me han asegurado, y es que D. Sancho Monroy hizo milagros con su persona, y que D. Juan Bautista Pinatelo con su tercio hizo maravillas. El Maestro de campo irlandés cumplió muy bizarramente con lo que debía, y si á D. Francisco de Luna, Corregidor de esta ciudad y Maestre de campo, no le hubieran herido de herida en la ro |