Poetisas mexicanas: Siglos XVI,XVII,XVIII y XIX.Oficina tip. de la Secretaría de Fomento, 1893 - 362 páginas |
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Poetisas Mexicanas: Siglos XVI, XVII, XVIII Y XIX. Jose Maria Vigil No hay ninguna vista previa disponible - 2018 |
Poetisas Mexicanas: Siglos XVI, XVII, XVIII y XIX (Classic Reprint) José María Vigil No hay ninguna vista previa disponible - 2018 |
Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 29 - Con el favor y el desdén tenéis condición igual, quejándoos, si os tratan mal, burlándoos, si os quieren bien. Opinión ninguna gana, pues la que más se recata, si no os admite, es ingrata, y si os admite, es liviana.
Página 29 - Hombres necios, que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis: si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿por qué queréis que obren bien, si las incitáis al mal?
Página 31 - Detente, sombra de mi bien esquivo, imagen del hechizo que más quiero, bella ilusión por quien alegre muero, dulce ficción por quien penosa vivo. Si al imán de tus gracias, atractivo, sirve mi pecho de obediente acero, ¿para qué me enamoras lisonjero si has de burlarme luego fugitivo?
Página 16 - Amado dueño mío: escucha un rato mis cansadas quejas, pues del viento las fío que breve las conduzca a tus orejas, si no se desvanece el triste acento como mis esperanzas en el viento. Óyeme con los ojos, ya que están tan distantes los oídos, y de ausentes enojos en ecos de mi pluma mis gemidos: y ya que a ti no llega mi voz ruda, óyeme sordo, pues me quejo muda.
Página 18 - ¿Mas cuándo, ay gloria mía, Mereceré gozar tu luz serena? ¿Cuándo llegará el día Que pongas dulce fin a tanta pena? ¿Cuándo veré tus ojos, dulce encanto, Y de los míos quitarás el llanto? ¿Cuándo tu voz sonora Herirá mis oídos delicada, Y el alma que te adora De inundación de gozos anegada, A recibirte con amante prisa Saldrá a los ojos desatada en risa?
Página 29 - Opinión ninguna gana, pues la que más se recata, si no os admite, es ingrata, y si os admite es liviana. Siempre tan necios andáis que con desigual nivel a una culpáis por cruel ya otra por fácil culpáis.
Página 26 - El discurso es un acero que sirve por ambos cabos: de dar muerte por la punta; por el pomo, de resguardo. Si vos, sabiendo el peligro, queréis por la punta usarlo, ¿qué culpa tiene el acero del mal uso de la mano? No es saber, saber hacer discursos sutiles, vanos; que el saber consiste sólo en elegir lo más sano.
Página 121 - ... envía al través de una bóveda sombría al roto mármol de una sepultura. Callado, inerte, en estupor profundo, mi corazón se embarga y se enajena, y allá en su centro vibra moribundo cuando entre el vano estrépito del mundo la melodía de tu nombre suena. Sin lucha, sin afán y sin lamento, sin agitarme...
Página 17 - ... risa. Si ves que triste llora su esperanza marchita en ramo verde tórtola gemidora, en él y en ella mi dolor te acuerde, que imitan con verdor y con lamento, él mi esperanza y ella mi tormento.